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Informática médica en Chile busca  terminar con listas de espera

Informática médica en Chile busca terminar con listas de espera

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Informe recientemente entregado por comisión asesora de MINSAL, indicó que el 2016, fallecieron más de 25 mil personas en el país, esperando recibir atención médica. Generar historial digital detallado de cada paciente, y estándares de información comunes entre entidades públicas y privadas de salud, es un desafío que lidera CENS para combatir estas falencias.


Más de 25 mil chilenos fallecieron el año pasado, a la espera de recibir atención médica, según estimaron informes elaborados por Contraloría y una comisión asesora del Ministerio de Salud. Los resultados, que fueron entregados, arrojaron un análisis completo sobre la

realidad de las listas de espera,  un tema de salud pública que requiere
mejoras sustanciales en materia de informática médica, según explica el Dr.
Daniel Capurro, codirector del Centro Nacional en Sistemas de Información en
Salud, CENS.

«Las listas de espera en nuestro país, constituyen una problemática compleja
que tiene múltiples dimensiones. Desde el punto de vista de la información,
los estudios dejaron a la vista que existen muchas incertidumbres. Se mostró
que el sistema tenía datos incompletos o incorrectos del paciente. Y esa
falta de información y capacidad en el manejo de datos, genera vacíos que no
permiten, por ejemplo, establecer priorizaciones de atención en los
pacientes o conocer el diagnóstico de forma detallada», señala el Dr.
Capurro, académico de la Universidad Católica.

Una de las mayores falencias registradas en estos informes, que analizó a 23
hospitales del país, muestra que no existía una forma estandarizada de
registrar a los pacientes. En cuanto a cifras, se estableció que durante el
2016, 22.459 personas murieron esperando tener su primera consulta médica; 2.358 pacientes fallecieron antes de someterse a la cirugía que requerían, y 993 personas murieron teniendo una atención pendiente de AUGE. Y del total
de pacientes en listas de espera no AUGE, un 60,87%, recibió atención médica
pero fuera del plazo establecido por la ley.

«Ante esta realidad, el mayor aporte que podemos hacer desde CENS es establecer los mecanismos adecuados de intercambio de información para
reducir la incertidumbre y tener certeza del estado real en que se encuentran cada uno de nuestros pacientes en lista de espera», comenta el
Dr. Capurro.

A partir de los informes entrados al Ministerio de Salud, es que surge la
oportunidad de avanzar como país en algunos contenidos mínimos, según estima el especialista de CENS, tarea en la que ya está trabajando este centro que
cuenta con el apoyo de CORFO. «Considerando los recursos que tenemos como país, nuestro sistema de salud opera de forma bastante eficiente, en muchas áreas. Sin embargo, para hacer una gestión racional y eficiente de las
listas de espera, es fundamental acceder a una completa caracterización del
paciente desde el punto de vista clínico, considerando su historial.
Dicho elemento exige tener información más detallada y poder comparar el estado de un paciente con otro, para así saber también cómo establecer las prioridades de atención. Esto, entendiendo que temas como el diagnóstico o gravedad de
una patología necesitan información estandarizada», comenta el médico
internista y especialista en informática de la salud.

En ese contexto, una de las misiones de CENS es apoyar la implementación de
proyectos y estrategias de interoperabilidad entre el sistema público y
privado de salud, que permitan desarrollan estándares y lenguajes comunes
para intercambiar información. «Como CENS estamos comprometidos con esta
necesidad de implementar estas plataformas, jugando  un rol articulador
importante. Actualmente, estamos trabajando en un proyecto o ejercicio de
interoperabilidad con dos empresas asociadas a nuestro centro, para el
proceso de solicitud de interconsulta, definiendo cuáles son los estándares
mínimos que pide el Ministerio de Salud. Y en unos meses más, tendremos
pruebas piloto e intercambio de información estandarizada», comenta el
experto.

A través de este proyecto, se busca  intercambiar información con mejores
estándares, para que a futuro, estos conocimientos puedan ser «transformados en una propuesta país, que pueda ser aplicada de manera más amplia».

Otro aspecto fundamental en el que se busca avanzar es en el historial o
ficha clínica digital, elemento indispensable para mejorar procesos, como derivar a un paciente.

En ese marco, otro ejemplo es el apoyo que CENS está entregando al
desarrollo de la «Cuenta Médica Interoperable», una nueva plataforma que comenzará a implementarse en siete centros de salud, a partir de octubre. La
iniciativa, permitirá intercambiar información sanitaria y financiera con
FONASA,  con fluidez y alta tecnología, permitiendo además disminuir
trámites y papeleos, mejorar atención médica y otorgar un historial clínico
digital de cada paciente afiliado al Fondo Nacional de la Salud.

Clínicas Indisa, Dávila, Mega Salud, y los Servicios de Salud de Talcahuano,
del Maule y la Araucanía Sur, serán los protagonistas que pondrán a prueba
este sistema con estándares internacionales. «Nuestro objetivo es ayudar a
conectar a estas entidades a nivel financiero y clínico y entregar
herramientas, que permitan apoyar el desarrollo de la interoperabilidad con
FONASA, fundamentalmente, en los procesos ambulatorios y hospitalarios. Sin
duda, esto traerá grandes ventajas para los usuarios, principalmente en la
generación de un registro clínico asociado al Fondo Nacional en Salud,
interoperable y permanente», explica Sergio Guíñez, integrante del Centro
Nacional CENS y académico de la Universidad de Talca.

La iniciativa permitirá generar una trazabilidad clínica y financiera nunca
vista en Chile, la cual espera ampliarse a lo largo del territorio y
beneficiar a los más de 13 millones de chilenos afiliados al sistema
público. «FONASA podrá tener información vital de todos sus beneficiarios,
interoperando con sistemas de información de diferentes instituciones y
generando un gran base de conocimiento «, señala Guíñez.

Por su parte, Patricia Orellana, Jefa de Subdepartamento, de Proyectos
Informáticos, de FONASA, explica que este proyecto impactará positivamente
en tres grupos específicos: prestadores, beneficiarios y las aseguradoras,
generando interoperabilidad e historia clínica compartida, por primera vez
en Chile. Esto permitirá además, que los pacientes no dependan de tener a
mano su ficha clínica o manejar todos sus datos médicos. Gracias a esta
plataforma, FONASA tendrá información precisa de los pacientes, pudiendo
saber dónde se atendieron, qué médicos y profesionales lo recibieron, cuánto
gastaron y en qué tipo de prestaciones médicas, tanto del sistema público
como privado de salud.  Al lograr la interoperabilidad la información será
transparente, independiente del lugar en que la persona se atienda, sea
público o privado. Existirá información sobre las alergias que posee,
enfermedades de base, operaciones previas, entre otros eventos que
permitirán construir su historia clínica. Esto tendrá gran impacto, por
ejemplo, frente a una urgencia, en que sólo se tiene el carnet de identidad
de una persona», comenta la especialista.

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