Con el objetivo de construir una medición anual para ir conociendo la evolución de las regiones y sus alcances de desarrollo en forma multidimensional, el Instituto Chileno de Estudios Municipales, ICHEM, de la U. Autónoma de Chile entregó los resultados del segundo Índice de Desarrollo Regional, IDERE, en nuestro país.
El IDERE 2017 agrupó 33 variables en siete dimensiones como: Educación, Salud, Bienestar Socioeconómico, Actividad Económica, Conectividad, Seguridad y Sustentabilidad y Medio Ambiente. Esta última, es la gran novedad de la segunda versión del índice, al incorporarse como una dimensión más a las seis prexistentes.
Al respecto, el director del ICHEM explicó que “en Chile no teníamos una herramienta que permita medir y comparar el desarrollo de nuestras regiones desde un punto de vista multidimensional. Si bien contamos con indicadores que nos muestran realidades parciales, hasta ahora no teníamos un indicador de desarrollo territorial de estas características”.
En ese sentido, Camilo Vial agregó que “el aporte que otorga el IDERE es justamente poner sobre la mesa datos objetivos sobre estándares de desarrollo regional, que nos permita visibilizar los desequilibrios, medir, comparar y priorizar para que en el futuro se puedan elaborar diversas políticas públicas para promover el desarrollo de las regiones”.
Según el directivo del ICHEM, el objetivo del IDERE es “contar con una medición anual para ir conociendo la evolución de las regiones y sus dimensiones de desarrollo. Se trata de un índice considera todas las áreas que inciden directamente a la calidad de vida de las personas”.
IDERE 2017 es una investigación realizada con aporte de la Comisión Nacional de Investigación Científica y tecnológica (CONICYT) a través de un Proyecto FONDECYT.
IDERE determinó que la Región Metropolitana lidera el IDERE 2017 (0,582). Muy de cerca la sigue la región de Magallanes (0,581), Valparaíso (0,559), Antofagasta (0,547) y Tarapacá (0,529). Estas cinco regiones conforman el grupo de más alto desarrollo regional relativo del país.
A nivel nacional, La Araucanía (0,418) es la única región que se encuentra en un nivel de desarrollo bajo. La gran mayoría de las regiones se concentran en un nivel de desarrollo intermedio. Las regiones de Arica y Parinacota, Maule y Aysén (que en 2016 compartían este nivel con La Araucanía) se encuentran actualmente en la parte más baja de las regiones con nivel intermedio de desarrollo relativo.
La incorporación de la Dimensión Sustentabilidad y Medio Ambiente impactó negativamente en todas las regiones del país, especialmente en la de Antofagasta (que perdió se segunda posición en el IDERE, siendo desplazadas por Magallanes y Atacama, las regiones menos impactada por la incorporación de esta dimensión) y la Metropolitana. Ello refleja que esta es una de las aristas del desarrollo en donde más estamos al debe como país. En términos generales, se observa un mayor grado de desarrollo en el centro y norte del país (con la excepción de Arica y Parinacota). Hacia el sur los niveles de desarrollo tienden a disminuir, con la notoria excepción de Magallanes.
En comparación con la medición de IDERE 2016 (sin considerar la nueva dimensión de Sustentabilidad y Medio Ambiente), todas las regiones aumentaron sus IDERE globales, salvo Arica y Parinacota que bajó de 0,509 a 0,498.
A su vez, las dimensiones de Educación, Salud, Actividad Económica y Sustentabilidad y Medio Ambiente son las que presentan los estándares más homogéneos a nivel interregional.
En relación a la variable Calidad del Aire, en la dimensión Sustentabilidad y Medio Ambiente, la Región Metropolitana, comúnmente presente en la agenda pública en esta materia, no forma parte de las regiones con peores estándares. Por el contrario, la situación en Aysén es dramática, y en las capitales de Los Ríos, La Araucanía, Maule y O’Higgins la realidad es similar o incluso más grave que en Santiago.