La escasez de recursos hídricos es una realidad que afecta a 170 de las 346 comunas del país. En las grandes ciudades y pueblos existe la posibilidad de abrir una llave y acceder a este recurso vital. Pero en sectores más rurales aún dependen de camiones aljibe para poder tomar un vaso con agua. Lavar platos o ropa, regar, o tomar un simple vaso de agua es un lujo que no todos los chilenos se pueden dar. Según registro del Consejo Nacional de Innovación y Desarrollo (CNID) actualmente 400 mil chilenos reciben agua a través de camiones aljibe. Para poder solucionar este problema, Más Goles para Chile se ha puesto el desafío de la accesibilidad al agua potable de norte a sur del país.
Leonardo Muñoz, DT del reto agua de Más Goles para Chile considera que el uso eficiente del agua es una tarea que es tanto de los ciudadanos como de las grandes empresas. “El reto está pensado que de aquí al 2030 Chile haya cambiado principalmente en cómo consigue el recurso hídrico. En términos concretos eso significaría que existe una cultura de conservación o de cuidado del agua”, dice Muñoz.
Actividades industriales como la minería y la agricultura son las principales consumidoras de agua, pero ya han comenzado a trabajar en el uso eficiente de este recurso. En el caso de la minería se reciclan las grandes cantidades de agua que se utilizan en el proceso de refinamiento del mineral. En el mundo de la agricultura, Muñoz comenta que se está trabajando con sensores remotos que permitirán determinarla cantidad de agua que necesitan los cultivos para que no se sequen.
La información se vuelve fundamental al momento de hablar de conservación hídrica. Según Muñoz la información con la que hoy se cuenta o no existe o está desactualizada, un ejemplo de esto es el mapa hidrogeológico de Chile no ha sido actualizado desde 1982. Este tipo de información se vuelve fundamental para la administración de recursos hídricos.
A pesar de la falta de información ya hay proyectos funcionando. Uno de ellos es la utilización de agua lluvia a través de redes, en el sur del país. En pequeños poblados, los cuales se abastecían de agua a través de camiones aljibe, hoy pueden abrir la llave de agua de su casa y consumir agua limpia, proveniente de la lluvia.
“Hoy día lo que está pasando en Chile es que hay desarrollos tecnológicos, pero están desmembrados”, cuenta Muñoz. Mientras en el norte se trabaja en la desalinización del agua, en el sur se utilizan las aguas lluvias. Las diferentes condiciones geográficas y climáticas del país generan dificultades al momento de ponerse de acuerdo sobre las líneas de investigación de conservación hídrica. Desde el CNID se están realizando mesas de trabajo entre centros de investigación privados o universitarios, para poder unir esfuerzos en función de asegurar el consumo de agua de los chilenos.
