Federico Sánchez, conductor de televisión y arquitecto, conversó en un nuevo programa de Agenda País 2030 conducido por Max Raide, debatió sobre la sustentabilidad que tiene Santiago a raíz de la Fórmula E, cómo la ciudad ha evolucionado y la manera en que la humanidad debe prepararse para el futuro.
«Somos afortunados porque estamos viviendo un proceso de transformación única en el mundo, y eso es curiosamente comandado, por primera vez en la historia de la humanidad, con conciencia», dijo Sánchez. Y es que para él, si bien durante la historia de la humanidad se intentado lograr un mejor desarrollo, esta vez la autoconciencia es primordial y relevante para lo que viene a futuro. «En esa lógica es que estamos empujando nuevas tecnologías para ver si somos capaces, cosa que aun no esta establecida, de seguir viviendo en este lugar por un tiempo largo», agregó Federico Sánchez, académico, arquitecto y conductor de televisión en un nuevo programa.
Por lo mismo, el ejemplo de la Fórmula E para Sánchez cobra importancia porque se esta dando una transición al automovilismo del futuro, pero reitera que las ciudades aún no están preparadas para ello. «Por eso la Fórmula E siempre ha tenido un vinculo potente con los centros históricos, básicamente porque lo que se pretende es que estos centros de alguna manera reciban este automóvil eléctrico y lo instalen en la cosmovisión del futuro. Y para mi, es maravilloso que hayamos tenido la oportunidad de tenerlo en Santiago, con todos los problemas que eso signifique porque es una señal muy importante», comentó.
Sin embargo, este proceso no lo ve como algo que vaya por buena camino ya que aun no se toma el peso necesario. «Yo creo que no es muy auspicioso lo que esta ocurriendo. En el sentido que todavía no hemos asumido, con la conciencia que requiere el problema en el que estamos. Todavía estamos en una cosa muy superficial, casi la sustentabilidad es a ratos una moda, y eso nos va a dejar en una posición muy compleja en los próximos veinte años. Nosotros estamos tratando de formar para el futuro y ese futuro a ratos no se ve muy lindo. Tenemos que tomar medidas, hay que hacer un cambio importante en la actitud y en las rutinas diarias, porque no basta con lo que estamos haciendo obviamente», señaló.
Pero para Sánchez esta va mucho más allá y es que el crecimiento incorrecto de las ciudades, específicamente Santiago, que tuvo una transformación profunda en un periodo de 30 años donde la capital de nuestro país cambió para siempre. «Se transformó por la incorporación de las políticas de libre mercado y específicamente de la idea del que el suelo no era un bien escaso, y al no serlo, era susceptible a ser regulado por el mercado. Ahí parte esto. Y en ese momento es que la ciudad es golpeada de una manera brutal y lamentablemente sin retorno. Pasamos de ser una ciudad que tenia una escala y planificación extraordinaria y abordable, que tenía elementos fantásticos para el futuro que venia. Sin embargo, al incorporarse este nuevo modelo, la ciudad creció a niveles absolutamente patológicos», dijo. Y es que bajo su lógica, Santiago se ha convertido en una de las ciudades más extensas en términos de densidad, y que además, es una metrópolis que no es concebible sin el automóvil por eso se volvería fundamental asumir el desafío de la sustentabilidad.
«Lo más triste de todo es que no tuvimos consideración alguna de lo que significaba el patrimonio y de lo que significaba un imaginario histórico, de lo que queda poco. Y eso es muy lamentable, porque no tiene vuelta atrás, no hay posibilidad. Y eso a mi me duele muchísimo, porque Santiago era una ciudad bellísima en muchos sectores y que tenía un potencial extraordinario. Y aún así, hoy es una ciudad muy valorada por el turismo», comentó. Por ende, es fundamental bajo su percepción que el diseño a futuro sea amigable con las necesidades que la sociedad necesitará.»Para mi algo que es relevante es el tema del diseño en el futuro. Desde la perspectiva de la incorporación de nuevas conductas, de nuevos sistemas. Yo diría que hay que cambiar de manera radical la manera de ser y estar en el mundo. De otra manera, en una escala a futuro no se ve bien», concluyó.