Cristián Arriagada, cirujano plástico y jefe de servicio de quemados del HUAP (ex Posta Central), conversó en un nuevo capítulo de Agenda País 2030 conducido por Max Raide, sobre cómo funciona el servicio, la modernización de este y cómo ha llegado a funcionar con estándares internacionales.
Desde 2015 se desempeña como Jefe del Centro de Referencia Nacional para el Gran Quemado, al cual ingresó como cirujano plástico desde el 2010. Cristián Arriagada, ha hecho del mejoramiento a la gestión de los pacientes quemados su cruzada. Desde el Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP), ex Posta Central, junto al equipo que lidera se han movilizado para hacer de este servicio uno de los mejores y con estándares internacionales.
«En salud pública en particular nada es demasiado rápido, o sea uno tiene que entender esto y que estos proceso si uno no los planifica y no toma las medidas pensando en un futuro, las cosas no resultan. Yo tome la jefatura hace tres años, después de mi periodo de formación en cirugía plástica en la Universidad de Chile. y obviamente uno viene con un tremendo ímpetu de que todo es inmediato, y uno aprende rápidamente que las cosas no son así», comenta.
Es por eso, que Arriagada se preguntó cual seria su aporte y se planteó tres objetivos para transformar el centro de quemados. Transformar, capacitar y atraer a más gente era uno de los pilares fundamentales. «Trasnformar el centro en uno de cirugía plástica de quemados requería tener genere buena y capacitara, por lo tanto, creamos un programaa donde los jóvenes entraban, estaban por un periodo de uno o dos años, lo ayudábamos a formarse y ellos posteriormente vuelven en un sistema de pago a la salud pública. Y hoy tenemos a cinco cirujanos plásticos jovenetes, cuatro en la Chile y uno en la Católica» señala.
Por otra parte, crecer era importante para poder llevar a cabo su objetivo. Por ende, pasaron de ser un servicio de ocho camas de intensivo a contar hoy con 8 camas de intensivo, 12 de intermedios, 6 camas de leve y un pabellón. Y la última parte consistía en modernizar este servicio de salud. «Dijimos que había que modernizar este cuento, esto ya funcionaba bien desde el protocolo quirúrgico porque los pacientes ya están saliendo adelante, pero evidentemente había un problema de gestión y acá faltaba modernizar. Y lo que hicimos fue crear una plataforma para el paciente quemado, que llamamos el RNQ, Registro Nacional de Quemados, y la que se ha transformado en la única plataforma para gestión de pacientes quemados adultos. Esto tiene la mirada de crecer hacia una gran base de datos a futuro e idealmente incluir a los niños, pero eso es un poco más complejo, así que ahora estamos en esta etapa con los adulto», dice.
Es de esta manera que el HUAP ha logrado avanzar en la calidad de su servicio y posicionarse como uno de los mejores centros. «Es decir, con los medios y con nuestras capacidades hoy en día hemos logrado ponernos al estándar internacional, lo cual es muy importante porque te permite tener una conversación con la gente que trabaja a nivel avanzado en este cuento. Ahora, en regiones la verdad es que no se hace demasiado. Hay un déficit, pero es un déficit relativo porque lo ha venido soportando el HUAP, es decir, lo hemos centralizado la atención del paciente quemado en Santiago, y lo que ha pasado es que en la medida de que el HUAP no ha sido capaz de dar soluciones al volumen competo de pacientes, es que han aparecido centros privados», comenta.
Con respecto a la evolución de la salud pública, respecto a los cambios de gobiernos, Arriagada comenta que «hay algunas cosas que uno nota en el cambio de mano, particularmente la apertura a salir a comprar servicios no encerrarse en esta misión de que todo tiene que ser público que no podemos pedir ayuda o gastar plata en los servicios privados, ese es un paradigma que el primer gobierno de Piñera mostró que había una opción que era eficiente y que la gente percibía esa diferencia porque se resolvieron muchos problemas. Y una vez que pasamos al gobierno de Bachelet, se sintió la diferencia. Pero me atravería a decir que mi experiencia personal en el hospital en este ultimo gobierno ha sido muy positiva. Hemos tenido un tremendo apoyo del Ministerio de Salud, de la Gestión de Redes Asistenciales y del Servicio de Salud Central con el Servicio de Quemados. Nosotros planteamos proyectos hace tres años, el Minsal nos escuchó, se hizo parte de este cuento y te diría que hoy hemos ejecutados un 60% de lo que nos planificamos y un 30% que debería ejecutarse este año que viene», concluye.