Facebook inicia su conferencia de desarrolladores en un ambiente sombrío causado por el escándalo de Cambridge Analytica. ¿Podrá Zuckerberg restaurar la confianza perdida?
Con más de 5.000 participantes de todas partes del mundo, la conferencia anual de Facebook para desarrolladores que se celebra este martes y miércoles en California, Estados Unidos, se perfila como el mayor evento de la plataforma.
Se esperaba que se darían a conocer importantes noticias sobre los planes de la compañía en muchos frentes, y así fue.
En su discurso de apertura, Zuckerberg anunció un servicio de citas para las personas que deseen encontrar pareja y un nuevo control de privacidad para que los usuarios tengan la opción de eliminar su historial de actividad y la información sobre las «apps» y webs utilizadas a través de la red.
«Algo que aprendí de mi experiencia testificando ante el Congreso es que no tuve respuestas suficientemente claras a algunas de las preguntas sobre datos.Estamos trabajando para hacer estos controles más claros», dijo Zuckerberg.
La organización de la conferencia y las expectativas de los desarrolladores asistentes se vio seriamente alterada con el escándalo de Cambridge Analytica—que accedió a los datos de 87 millones de usuarios de la red social—, y que rompió la confianza en la plataforma por parte de muchos.
Zuckerberg ya fue cuestionado por legisladores en Washington, y ahora se suma la renuncia del cofundador de WhatsApp Jan Koum —firma que Facebook adquirió en 2014— debido, según los reportes, a discrepancias sobre la cuestión de la privacidad.
Pero quizá, aún más importante para los desarrolladores que participan en este evento conocido como F8, es el endurecimiento de las reglas que rigen su acceso a Facebook.
Enojo creciente
Antes del inicio de la conferencia, bastaba con echar un vistazo al foro de desarrolladores de Facebook para ver que el estado de ánimo era bastante sombrío.
«Oh, colega, ahora nada funciona», se lee en un post. «¿Es esto el inicio del fin de Facebook?».
«Han matado esta plataforma», dice otro.
Tras el escándalo de Cambridge Analytica, la ira se dirige a los altos directivos de Facebook.
Algunos, en cambio, tienen una visión más tranquila. Es el caso de Ben Parr, cuya start-up Octane AI ayuda a los minoristas a llegar a los clientes a través de Facebook Messenger.
Sin embargo, preguntado por una palabra que resuma el estado de ánimo general entre los desarrolladores, Parr elige «nerviosismo».
«Ese tipo de cambios que Facebook tuvo que hacer después de todo lo que ocurrió nos impacta a todos», dice.
«No se pueden conseguir nuevos clientes si la plataforma está pausada».
También considera que Facebook «no quiere engañar a los desarrolladores» y tiene la esperanza de que las cosas vuelvan a la normalidad pronto.
Federico Treu, cuya empresa Cubeyou fue suspendida por Facebook por denuncias de uso indebido de datos, no se muestra tan comprensivo.
Treu sostiene que ya demostró a Facebook que las acusaciones en su contra son infundadas, pero todavía está enojado y dice que su empresa fue usada como chivo expiatorio.
También cree que Facebook está intentando desviar la atención de sus propias fallas culpando a alguien más, incluido Rusia, desarrolladores y anunciantes.
Y piensa que la firma tiene por delante un gran trabajo para restaurar la confianza de los usuarios. «Creo que la única manera de lograrlo es a través de un regulador externo».
Buscando tranquilidad
Además de lograr que los usuarios y desarrolladores vuelvan a su lado, es posible que Facebook tenga que preocuparse también por algunos de sus grandes clientes corporativos.
Esas son las personas que la consultora de redes sociales Sharon O’Dea está representando en la conferencia celebrada en San José, California.
«Muchos de ellos están empezando a revisar su compromiso con Facebook y los presupuestos que le dedican», dice la consultora.
«Creo que están buscando tranquilidad sobre su modelo de negocios, su futuro y su inversión en nueva tecnología».
La tranquilidad es lo que parece que todo el mundo está buscando en el F8.
El año pasado, completó su discurso de apertura del F8 con fantásticas demostraciones sobre la realidad aumentada.
Antes del inicio de la conferencia, Zuckerberg adelantó que iba a «compartir más sobre el trabajo que estamos haciendo para mantener a las personas seguras, y para seguir creando servicios que nos ayuden a conectarnos de manera más significativa».
De repente, el trabajo de Mark Zuckerberg parece menos divertido.