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Derretimiento de los polos ocasionará disminución de salinidad de los mares afectando a diversos organismos Medio ambiente

Derretimiento de los polos ocasionará disminución de salinidad de los mares afectando a diversos organismos

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Experta considera urgente lograr un acercamiento entre científicos y políticos para que puedan tomar medidas preventivas.


La directora del Centro de Genómica, Ecología y Medio Ambiente, GEMA, de la Universidad Mayor, Nicole Trefault, y uno de los pocos científicos que ha realizado expediciones en el Ártico y la Antártica, considera que la Tierra está enfrentando situaciones complejas relacionadas con la velocidad a la que está ocurriendo el cambio global, superior a la capacidad humana para internalizar y resolver conflictos.

Cambios en todo el ecosistema por variaciones en la salinidad en los mares, pérdida de especies, transformaciones geopolíticas y económicas a futuro, debido a la formación de nuevos canales para embarcaciones, son algunos de los efectos que alerta la doctora en Microbiología y Genética Molecular.

Trefault reconoce que estos cambios se están produciendo con mayor rapidez en los extremos del planeta, los territorios boreal y austral, que ella ha explorado en expediciones. “Hace ya algún tiempo se sabe que las regiones que están sufriendo calentamiento de manera más acelerada son precisamente los polos. Esto tiene que ver con la circulación oceánica, la que afecta la atmósfera y regula el clima a nivel global”, comenta la académica.

Y es que las estimaciones de aumento de temperatura en la mayoría de las regiones de la Tierra oscila entre 1,5 y 2 grados celsius, mientras que en los polos es sobre 3, con sus consiguientes repercusiones: “En el caso de la Antártica, una de las consecuencias más concretas es el derretimiento de grandes volúmenes o pedazos de hielo. Y eso a su vez tiene otros efectos que son de más largo aliento, como el aumento del nivel del mar, la disminución de hábitats para una serie de microorganismos y macroorganismos que habitan en el hielo y los mares que los rodean”, agrega.

La científica explica que si se derrite el hielo, una de las cosas más evidentes es que aumente el nivel del mar, pero también cambiarán dos elementos bien esenciales en la dinámica del agua. “El hielo derretido, de agua dulce, hará que disminuya la salinidad de los océanos. Y éste es uno de los factores que más influencia qué tipos de microorganismos hay, cómo viven y dónde viven. El otro, son los nutrientes. Al derretirse, ese hielo introduce una serie adicional de nutrientes. Es como si toda tu vida estuvieses acostumbrado a comer cada dos días y de repente tienes un banquete. Tampoco es normal, entonces, evidentemente, va a haber cambios e incidencias sobre todos los organismos, algunos de los cuales pueden llegar a desaparecer”, detalla.

En relación a los microorganismos, Trefault comenta que éstos tienen una influencia muy importante sobre todos los organismos que forman los ecosistemas, siendo su pilar fundamental. Como aún desconocemos la inmensa mayoría de ellos, pensar que se pierdan algunas especies de organismos microscópicos, puede ser terrible, dado que ni siquiera estamos seguros de cuáles son las funciones que desempeñan muchos de ellos. “Es probable que el cambio global altere la diversidad de estrategias y vías funcionales que ofrecen las comunidades microbianas”, indica la experta.

Por otro lado, menciona que en el Ártico el proceso es más acelerado y evidente: “Como no hay un continente, no hay tierra, sólo grandes masas de hielo, el calentamiento tiene un efecto sociopolítico inminente. Va a abrir canales de paso para embarcaciones comerciales, para explotación de recursos de toda índole. Con claras repercusiones biológicas, pero también económicas y geopolíticas”, comenta.

200 años de calentamiento global

Sus estudios la llevan a plantearse la hipótesis de que la rapidez con que ocurren los cambios supere las posibilidades que tenemos para adaptarnos y que la clase de fenómenos a que nos veamos enfrentados sea distinta a la que imaginamos. “Creo que puede haber un desastre, pero no como nosotros lo entendemos, no un tsunami o un terremoto, sino que puede ser un desastre a largo plazo”, señala.

Aclara que desde su óptica se esperaría que el conjunto de procesos o situaciones que se vayan produciendo, sea de tal envergadura que en términos generales “sea desastroso para los seres humanos”. Advierte que la dimensión del tiempo en que esto se puede dar es difícil de precisar y puede parecer un periodo prolongado si se toma como referencia la duración de vida de un ser humano, pero puede ser escaso en términos de la existencia del planeta. Recuerda que comparando la edad de la Tierra con una jornada de 24 horas, la presencia de vida humana sobre ella abarcaría apenas unos dos o tres segundos. Por lo que nuestro impacto sobre la Tierra en escala geológica, puede ser insignificante. En esos términos plantea que “a lo mejor pequeños cambios que ocurran a los largo de los próximos 300, 500 años, sean a la larga, un desastre para la especie humana, pero que no tengan mayor repercusión sobre la vida en el planeta”.

La investigadora cree que es difícil predecir el curso exacto que tomarán los acontecimientos: “Hay cambios a escala planetaria que ya están en proceso. Es como la cadena de las piezas del dominó. Es difícil anticipar cuál va a ser la última en caer. Aún si uno supusiera que vamos a detener las emisiones de gases de efecto invernadero, y detener el proceso de calentamiento, va a tardar no sé cuantas decenas, centenas de años, hasta poder detenerlo”.

Observa que fenómenos de calentamiento y enfriamiento no son nuevos y se han presentado cíclicamente en la historia geológica de la tierra. La diferencia está en la influencia que está ejerciendo la acción humana: “El incremento en este minuto es muy rápido, y es muy difícil discernir cuánto en realidad es efecto antropogénico y cuánto es producto de otros efectos a escala mayor. Para el caso particular de la temperatura es evidente, la literatura es contundente. Se puede discernir efectivamente que el proceso de aumento comienza posterior a la industrialización, y estamos hablando de un fenómeno que se viene evidenciando en los últimos 200 años. Entonces, es muy difícil decir qué va a pasar más adelante”.

Sin miedo al desastre

En su campo específico, la investigadora se refiere a sus aportes: “Estamos convencidos de que la función de organismos microscópicos es sumamente importante. Entender de qué manera responden a cambios nos puede permitir tener un elemento más de predicción, con datos reales, concretos”.

En estos meses, por ejemplo, espera resultados de la expedición que el año pasado la llevó al Ártico: “Tomamos una serie de muestras de agua, y espero que tengamos resultados preliminares pronto, como número de células de distintos tipos de microorganismos en una gradiente. Esto, porque nosotros partimos la expedición frente a la parte sur de Groenlandia y recorrimos casi toda la costa aproximándonos al Polo Norte. Por lo tanto, tenemos información y muestras biológicas en una extensión geográfica muy amplia, en la cual varían varios parámetros ambientales, como la temperatura”.

Admite que esfuerzos como el suyo pueden resultar insuficientes e incluso inútiles, si no se produce un acercamiento con las esferas donde se toman decisiones políticas. Pero se resiste a hacerlo desde la óptica del desastre: “Es fundamental lo que podamos hacer de concientización, pero no con la lógica de tener miedo, sino con la visión de incrementar nuestro deseo de conocimiento, y tratar de hacer ese acercamiento entre los que toman las decisiones y los que entienden cómo ocurren los procesos ambientales. Ese espíritu es fundamental y es el que evidentemente tiene que estar forzado por una premura de tiempo. No sabemos qué va a pasar pero no nos podemos demorar 500 años en actuar. El tiempo que tardan las sociedades en sensibilizarse sobre ciertos conceptos o problemas, es mucho más largo que el tiempo que se necesita para que haya acciones concretas. Uno desearía que la toma de conciencia fuera un proceso mucho más dinámico y que la gente despertara de inmediato y se diera cuenta que esto es importante”.

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