Es una forma de pensar cada vez más demandada por las empresas. Un pensador elástico ama las novedades, tiene imaginación y es capaz de generar ideas y pensar de una forma divergente a los demás. Pero no solo eso.
Reinventarse para poder sobrevivir.
Eso es lo que buscan muchas compañías en un mundo cada vez más competitivo.
Y para lograr ese objetivo, las empresas necesitan contratar personas dispuestas a experimentar y proponer ideas innovadoras.
Son, en muchos casos, los llamados «pensadores elásticos».
A diferencia de los pensadores analíticos que se guían por la lógica y la secuencia, los pensadores elásticos o flexibles prosperan en situaciones que implican romper fronteras y probar cosas nuevas.
La idea del pensamiento flexible, por supuesto, no es nueva.
Pero para el autor, físico y guionista estadounidense Leonard Mlodinow, ahora es el mejor momento para que las personas aprovechen el poder del «pensamiento elástico» para navegar en un mundo inestable.
El libro de Mlodinow, «Elástico: pensamiento flexible en un mundo en constante cambio» (Elastic: Flexible Thinking in a Constantly Changing World) se centra en las herramientas necesarias para llevar adelante procesos a los que cree que todos podemos acceder.
El pensamiento elástico consiste en estirar la mente y utilizar el procesamiento «de abajo-arriba» en el cerebro en lugar de las funciones ejecutivas de arriba hacia abajo que dirigen el pensamiento analítico.
Abarca una gama de procesos que incluyen la neofilia (un entusiasmo por la novedad), imaginación, generación de ideas y pensamiento divergente, entre otros.
Según Mlodinow, el pensamiento elástico no es solo para artistas y escritores, sino para todos. Y puede ser perfeccionado.
«Todos tenemos que ser atacantes de problemas si queremos sobrevivir o prosperar en el mundo cambiante de hoy», dice.
«Afortunadamente es una habilidad integrada en el cerebro humano».
Mlodinow afirma que con el pensamiento hay que romper las reglas.
«El pensamiento analítico lógico es muy bueno cuando intentas resolver un problema que has visto antes. Puedes utilizar métodos y técnicas conocidos para abordar cualquier problema que estés enfrentando».
El pensamiento elástico es lo que necesitas cuando las circunstancias cambian y estás tratando con algo nuevo. No se trata de seguir las reglas».
Uber y Google son claros ejemplos donde el pensamiento elástico apuntala su creación y adaptabilidad, asegura Mlodinow.
¿Y qué tienen en común Leonardo da Vinci y los inventores de Pokemon Go?
Se los considera pensadores elásticos. Porque se trata de conectar lo desconectado, probar cosas nuevas y no tener miedo al fracaso.
Para gran disgusto de quienes lo supervisaban, Da Vinci deliberadamente se tomaba largos descansos para no pintar La Última Cena en un intento por dar a su creatividad tiempo para procesar.
Mlodinow también destaca en su libro que los desarrolladores de Pokemon Go ignoraron creencias ampliamente aceptadas como que lo único que los jugadores quieren es «sentarse y jugar».
En cambio, «aprovechando las tecnologías existentes de una manera novedosa, cambiaron la forma de pensar de los desarrolladores de juegos».
«Las nuevas compañías, muchas de ellas nuevas empresas tecnológicas, tienen sofás para que la gente descanse y mire hacia el techo», agrega Mlodinow.
«Y los trabajadores no tienen gerentes que los regañen por eso, ya que saben que el tiempo de incubación es muy útil para procesar ideas».
Para aquellos que deseen darle una oportunidad al pensamiento elástico, Mlodinow sugiere:
Oliver Cummings, director de operaciones de Nurole, una plataforma global de contratación en internet para puestos directivos y ejecutivos, dice que hay una gran demanda de pensadores flexibles.
«Estamos viendo dos tendencias. Una es sobre la diversidad cognitiva. La gente quiere traer a aquellos que piensan de manera diferente y así evitar el ‘pensamiento grupal’. La otra es la demanda de personas que son ‘digitalmente inteligentes'», dice.
Pero volviendo a la idea del pensamiento elástico y de buscar hacer conexiones con casi cualquier cosa, ¿significa que ahora será más difícil tomar decisiones?
Para la neurocientífica Stacey Bedwell, de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, a estas personas les puede parecer que es más fácil tomar ciertas decisiones.
«Por ejemplo, ser capaz de imaginar varios resultados sin tener experiencia previa podría hacer que ciertas decisiones riesgosas sean más fáciles de tomar, ya que se pueden prever las posibles consecuencias».
Bedwell afirma que el pensamiento elástico la ayudó en su propia carrera.
«Como investigadora científica, el pensamiento abstracto y ser capaz de adaptarse es vital para el éxito. Para generar nuevas ideas y teorías y ofrecer explicaciones para fenómenos previamente inexplicables, necesito la capacidad de pensar más allá del presente y fuera de mi entorno conocido».
Leonard Mlodinow advierte que el pensamiento elástico no se puede llevar a cabo aisladamente y que los seres humanos deben ser conscientes del poder del pensamiento analítico y elástico en las circunstancias que surgen en sus vidas.
«Si estás 100% en el lado elástico y no tienes una función ejecutiva de tu cerebro ordenando tus pensamientos, acabarás sin funcionar».
«Las ideas llegarán tan rápido y tan desconectadas que nunca podrás hacer nada».
Por lo que adaptar al cerebro al pensamiento flexible puede ser muy positivo, pero no hay que olvidarse de lo aprendido.
*Capacidad para abandonar las ideas cómodas.
*Acostúmbrate a la ambigüedad y la contradicción.
*Elevarse por encima de las mentalidades convencionales.
*Reformular preguntas.
*Renunciar a suposiciones arraigadas.
*Confíe tanto en la imaginación como en la lógica.
*Dispuesto a experimentar.
*Ser tolerante al fracaso.
*Generar e integrar una variedad de ideas.
Fuente: Flexible Thinking in a Constantly Changing World