La recolección de hongos silvestres ha sido una actividad llevada a cabo en el sur de Chile durante cientos de años, lo que la ha transformado en uno de los principales ingresos para un sin número de familias. Comunidades enteras han surgido y forjado su identidad unidas por esta tradicional labor en común. Empedrado es una de ellas.
Con 4.200 habitantes, Empedrado es una pequeña localidad rural en la región del Maule, cuya actividad económica insigne ha sido por generaciones la recolección de hongos silvestres comestibles, especialmente las callampas de Pinus radiata, árbol de las plantaciones forestales que rodean el sector. Al menos 300 personas se dedican exclusivamente a esta actividad tan especial para el lugar, que todos los años celebran su propio “Día del Recolector de Callampas”, donde se realizan concursos y competencias relacionadas con esta tradición.
Sin embargo, esta tradicional rutina se vio acabada cuando 53 mil hectáreas y más de cien casas fueron arrasadas por los fatídicos incendios forestales del 2017, lo que equivalía a un 95% de la comuna en total. Para familias enteras se perdió el sustento principal y la fuente de trabajo.
Sin bosques, no había hongos, y sin hongos, Empedrado no sobreviviría. Así lo explica José Chamorro, recolector de toda la vida: “Tenía 15 años cuando empecé y ahora 72. Antes había callampa en abundancia, daba gusto, ahora ya no queda nada, por los incendios”.
No obstante, las esperanzas no se extinguieron. A partir del 2016, nació el llamado “Proyecto Empedrado”, una iniciativa que se enfocó en la recuperación productiva y la creación de empleos, impulsados por un conjunto de entidades para lograr este cometido, entre ellas el propio Municipio, Arauco, la Fundación AcercaRedes y la Fundación Fungi, ONG sin fines de lucro dedicada a la investigación, difusión y conservación del reino de los hongos de Chile. La institución realiza a lo largo del país exposiciones, levantamiento de la biodiversidad fúngica, charlas en museos y universidades, talleres en colegios y capacitaciones a gente que trabaje con hongos, buscando preservar el equilibrio que éstos mantienen en el ecosistema y así concientizar sobre su valor tanto social como ecológico.
Empedrado entonces, se transformó en uno de sus mayores desafíos. Con respecto a la situación en general, la especialista de Fungi, Daniela Torres, sostiene: “La buena noticia es que hay hongos que sobreviven a catástrofes como los incendios forestales. Estamos viendo qué hongos resistieron y qué hongos están saliendo. Hay micelio, entonces hay algo vivo bajo el suelo”.
El vínculo de Fungi y AcercaRedes con los lugareños se ha estrechado por el trabajo comunitario que han realizado con los bosques y los recolectores, y así lograr una reforestación sustentable y una reactivación económica. “Esta alianza con Fungi ha sido fundamental para instalar capacidades en los recolectores y la comunidad”, agrega Alejandro Hormazábal, director del HUB Empedrado de AcercaRedes.
El primer paso
La devastación causado por los incendios puede tomar años en enmendarse, tanto en lo material como en los ánimos de la gente, pero el primer paso se está dado. Veinticuatro vecinos de la comuna -en su mayoría mujeres- han formado una Cooperativa de Recolectores, cuyo objetivo es agregar nuevas capacitaciones para que se le agregue valor a sus productos y, por ende, aumenten los ingresos de los trabajadores.
El Proyecto Empedrado no solo busca una restauración económica, también busca que las personas se unan en esta fase más difícil y encuentren nuevas formas de reencantarse con su labor, redescubrirla y sacarle más provecho que antes. “Ha sido una buena instancia haber formado la Cooperativa con las Fundaciones, en el tema de poder reinventarnos, de poder hacer cosas que antes no hacíamos, aparte de recolectar”, comenta Marcela Riquelme, presidenta de la Cooperativa.
Su primer evento como cooperativa consistió en el 1° Concurso Gastronómico de Empedrado realizado el 21 de Julio. La jornada comenzó con una excursión en el que se enseñó sobre el oficio de la recolección sustentable a los asistentes. Después los participantes compitieron frente a un jurado de chefs invitados, donde todas las preparaciones fueron hechas a base de hongos: sopas, empanadas, pasteles y una gama de platillos que demostraron la exquisita versatilidad de este recurso.
Willy Valdés, docente de Gastronomía del liceo de Empedrado y parte del jurado, expresó: “Para mí es enriquecedor. Con que haya cuatro o cinco personas con el bichito de querer cambiar la historia ya se puede, y yo me sumo. Hay que empujar el carro entre todos. Espero que este grupo no se disuelva, que esta alma que ellos generaron no se disuelva, están logrando cosas”.
Finalmente, a modo de conclusión de la jornada hubo una entrega de premios y reconocimientos a los recolectores emblemáticos por sus destacadas trayectorias. “Esto permite que la Cooperativa siga fortaleciéndose y abriéndose espacio, es un gran impulso y como municipio estaremos siempre apoyándolos”, comentó Manuel Báez, alcalde de la comuna.
“Estamos muy contentos porque hay un avance considerable; a un año ellos ya están hablando de recolección sustentable. Ahora estamos a punto de empezar la construcción de una planta de procesamiento donde podrán darle valor agregado al hongo y venderlo mejor, que es el objetivo de este proyecto. Y esto aparte de instalar la cultura gastronómica del hongo, que ha costado un mundo. Acá la gente recolecta pero no consume, todo lo vende. Con esto apuntamos a que la gente pueda considerar el hongo como un alimento más”, resalta Hormazábal.
Aún queda mucho trabajo por delante; los incendios de verano volverán a ser una amenaza, pero los esfuerzos que han dedicado cada uno de los actores de este proyecto ya están dando sus primeros frutos. La gente de Empedrado ha recobrado las esperanzas de salir adelante a costa del trabajo en equipo y una mano amiga, y el resto de Chile volverá a redescubrir y encantarse con los sabores de su propia tierra.