En los últimos años se ha incentivado el uso de la bicicleta por salud y cuidado medioambiental, considerando la contaminación que producen otros medios de transporte. Sin embargo, la nueva Ley de Convivencia Vial puede afectar la utilización de medios con menos emisiones de carbono.
El pasado domingo 11 de noviembre entró en vigencia la Ley de Convivencia Vial que pretende regular el comportamiento de vehículos motorizados y no motorizados junto con los peatones. Sin embargo, se han levantado voces de críticas por la falta de información de la nueva normativa y cómo puede retroceder el incentivo del uso de la bicicleta para bajar los niveles de polución en el ambiente.
Según el Informe Final de la Encuesta Nacional de Medio Ambiente 2018, el automóvil es el medio de transporte más utilizado en Chile, dejando en sexto lugar a la bicicleta con un 7%. El mismo informe arroja que la población no utiliza este tipo de transporte por diversas razones, entre las que destacan la lejanía del lugar de trabajo y la casa, el no poseer bicicleta, tener algún tipo de impedimento físico, la peligrosidad asociada y la no existencia de ciclovías o infraestructura necesaria.
Conforme a un estudio de la cartera Medio Ambiental de Chile, un automóvil produce en promedio 0,4 kg de CO2 por kilómetro, mientras que la bicicleta sólo produce 0,013 kg de CO2 por la misma longitud. Es decir que el automóvil contamina casi 32 veces más por kilómetro que una bicicleta.
¿Qué dice la ley?
Esta norma tiene en su marco una designación para aquellos transportes no motorizados y los cataloga como ciclos, que son vehículos con una o más ruedas manejados por una o más personas. En esta definición entran triciclos, bicicletas, patines, scooters, monociclos, entre otros.
Este tipo de medio de transporte debe circular exclusivamente por ciclovías y en caso de que esta no exista, deberá hacerlo por la calzada derecha de la calle. Sólo las y los menores de 14 años y las y los adultos mayores podrán seguir utilizando las veredas sin ser sancionados por multas que van desde 0,2 y 0,5 UTM.
Además aquellas personas que utilicen alguno de estos vehículos deberán usar medidas de seguridad tales como casco y chaleco reflectante.
Para los vehículos motorizados, si quieren adelantar a un o una ciclista podrán hacerlo tomando una distancia de 1,5 metros para prevenir accidentes, y en caso de que la vía no sea lo suficiente ancha, el o la conductora deberá bajar la velocidad y con suma precaución adelantar. Además estos no podrán estacionarse sobre las ciclovías, ya que de ser pillado in fraganti, será multado desde 0,5 a 1 UTM.
¿La ley incentiva a abandonar el automóvil?
Los beneficios de andar en bicicleta son múltiples. Este ejercicio contribuye no tan sólo al bienestar del cuerpo y la salud, sino que también es un medio sustentable y económico, sin embargo, Phillipo Correa, representante del Movimiento Furiosos Ciclistas (MFC) destaca que la gente que utiliza este medio de transporte lo hace principalmente “porque es el medio más rápido que tienen para desplazarse de su punto de origen a su punto de destino”.
Según Correa esta ley “ha permitido difundir las ventajas de desplazarse en bici, por lo que podría generar un aumento de ciclistas”, pero además ha mostrado el miedo existente entre los ciclistas por el hecho de circular por las calles. Por lo que “podría provocar la postergación de la decisión en otros”.
Conforme al representante de MFC, si bien esta nueva normativa ayuda a la convivencia vial, “la solución definitiva es la Educación Vial, que debería comenzar y ser continua desde la etapa escolar”. Por parte del movimiento, están dispuestos a ayudar a todas las personas que se estén iniciando en este mundo, ya que “nuestro sueño es que cada vez más personas usen la bicicleta como su medio de transporte” dice Correa.
Holanda un referente de las dos ruedas
Uno de los países que es pionero y referente en el uso de la bicicleta es Holanda, que tras un fuerte movimiento social que abogaba por la alta tasa de muerte de niños en accidentes automovilísticos a inicio de los 70’s y que se tomaba las calles para que ellos pudiesen jugar. Sumado con la crisis del petróleo del año 1973, gatilló con que el gobierno holandés motivara a sus habitantes a utilizar otros medios de transporte que no utilizaran tanta energía como lo hacían los automóviles.
En el país Neerlandés se estima que el 63% de sus habitantes se moviliza a través de este medio de transporte, incluso en ciudades como Amsterdam, hay más bicicletas que habitantes.
Ese país año a año invierte casi 400 millones de euros en materia de infraestructura para este tipo de transporte, además cuentan con más 35 mil kilómetros de ciclovías en todo el territorio, incluso hay calles exclusivas para bicicletas y donde los carriles de estas poseen sus propias señalizaciones y semáforos, independientes a la de los automovilistas.
Las razones por las que los vehículos motorizados son relegados en Holanda, son diversas, pero una de ellas es lo costoso que resulta manejar un automóvil en ese país, donde la licencia de conducir llega a los mil euros (más de 770 mil pesos chilenos), el estacionamiento por 10 horas sobrepasa los 26 euros (16 mil pesos chilenos), semanal 130 euros (más de 100 mil pesos chilenos), agregando además el precio del combustible.
Chile se encuentra muy distante de llegar a la realidad holandesa, si bien el ala construcción de ciclovías ha ido en aumento en los últimos años, la mayoría de estas se encuentran en Santiago y se concentran principalmente en comunas como Providencia, Santiago Centro y Las Condes.
Desigualdad en la ley
Esta ley compromete a los distintos municipios de todo el país a construir ciclovías dentro de sus territorios, sin embargo, no todos los ayuntamientos tienen el dinero suficiente en sus arcas fiscales para poder estar dentro de la nueva ley.
Según consigna La Tercera, dentro de la Región Metropolitana existe una diferencia de hasta 8 veces en el presupuesto municipal per cápita. Un ejemplo claro es el cálculo de una persona en Puente Alto que tiene 128.726 pesos versus una persona de Vitacura que posee en sus arcas un cálculo estimado de 1.046.933 pesos.
Por lo tanto la construcción de la infraestructura necesaria para aquellas personas que utilizan vehículos no motorizados, queda arraigada a la cantidad de dinero que contenga cada municipio, lo que no garantiza un buen resultado.