La enfermedad tiene un altísimo costo en medicamentos, que puede variar entre el millón y los tres millones de pesos mensuales, por lo que 55 mil pacientes chilenos esperan incorporarla a la Ley Ricarte Soto.
En estado de alerta se encuentra la Corporación de Psoriasis de Chile, esperando que esta vez y antes del 20 de diciembre, los más de 55 mil pacientes que sufren de artritis psoriática y artritis reumatoide en nuestro país, sean incluidos finalmente a la Ley Ricarte Soto, hecho que han esperado por casi un año, cuando, por temas burocráticos, quedaron fuera del listado de enfermedades que se incorporaron a la Ley mediante el Decreto N°3.
Fabio González Castro, director ejecutivo de Corporación Psoriasis Chile (Corpso), señala que luego de saber que la enfermedad autoinmune no fue incorporada en el decreto de diciembre del 2017, iniciaron las gestiones para poder reunirse con la autoridad competente, hecho que no ocurrió hasta después del cambio de gobierno en marzo de este año. Fue entonces cuando se enteraron que por interés del ministerio de ampliar la canasta de medicamentos y el aumentar la cantidad de pacientes beneficiados, el trámite se dejó para diciembre con el objetivo de ser incorporado en el Decreto N° 4 que debe ser publicado antes del 31 de diciembre.
González agrega que “si bien estamos muy esperanzados que esta vez seamos incorporados a la Ley Ricarte Soto y con mejores condiciones, con una cobertura de medicamentos que se amplió de 5 a casi 12 y con beneficio al doble de pacientes de los que originalmente se pensó, igual nos queda algo de incertidumbre y temor porque desde mediados de año nunca más se comunicaron con nosotros”.
¿Qué es la Artritis Psoriática?
La artritis psoriática es una patología que causa dolor e inflamación en las articulaciones y ocurre con mayor frecuencia en personas con psoriasis. Ésta última, es una enfermedad autoinmune y crónica que afecta a la piel de diferentes partes del cuerpo; se caracteriza por la presencia de un sarpullido reseco en la piel, en forma de escamas, que provoca picazón y que se produce debido a una especie de cambio de piel que cada 3 días aproximadamente afecta a estos pacientes, con lo que no le entrega el tiempo necesario al organismo para que pueda regenerarla, causándole llagas y heridas muy dolorosas.
Hasta ahora, los únicos medicamentos que han resultado exitosos en el tratamiento de ambas enfermedades son los llamados “biológicos” que deben su nombre a que la producción se realiza a partir de organismos vivos (una cepa bacteriana o un cultivo de hongos, por ejemplo), los que son modificados genéticamente para acelerar el cultivo y así obtener fármacos con pureza, enzimas y procedimientos de aislamiento. Cuando un paciente recibe un medicamento biológico, este funciona como una proteína natural, que resuelve los síntomas y previene o retarda la progresión de la enfermedad.
Sin embargo, estos tienen un altísimo costo que puede variar entre el millón y los tres millones de pesos mensuales, lo que hace urgente que la artritis psoriática, la artritis reumatoide y el Crohn, puedan ser incorporada a la Ley Ricarte Soto para brindarle a los más de 55 mil pacientes que la padecen el Chile una mejor calidad de vida.