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Cuban Food Stories, la isla contada a través de sus sabores Gastronomía

Cuban Food Stories, la isla contada a través de sus sabores

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La cinta muestra platos autóctonos de cada región, pero extrañamente poco extendidos fuera de ellas, como la harina de maíz con cangrejos y los mariscos en leche de coco, todo sin olvidar al sempiterno cerdo asado, la joya de la corona en las festividades isleñas.


Un país rico en tradiciones culinarias y diverso en sabores, aún frente a la escasez y el desabastecimiento, es la sorpresa que revela estos días en La Habana «Cuban Food Stories», un documental que traza el mapa de la isla a través del estómago y la nostalgia de un cineasta cubano.

Comer antes de ir al cine es casi un requisito obligatorio para ver esta película, que debuta en las pantallas cubanas dentro del 40 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, fruto de una «deuda» de su director, Asori Soto, un expatriado que ha usado la comida como pretexto para redescubrir su país.

«Algunos me preguntaban ¿por qué vas a hacer una película en Cuba, si en Cuba no hay comida?, y yo me dije, incluso si esto fuese realidad, en la ausencia de comida también hay una historia. Pero lo que descubrimos fue algo totalmente diferente», explicó Soto a Efe.

La seria crisis económica de la década de 1990 sumió al país en uno de sus peores momentos, desesperado por subsistir ante la escasez de comida y olvidado de su rico patrimonio culinario, en un letargo que parece llegar hasta hoy, cuando todavía persiste el desabastecimiento como freno a la creatividad en la cocina.

Tras 45 días de viaje por la isla -y 10 kilos de más- el cineasta comprobó que «si bien hay escasez», en Cuba existe un mundo de sabores que van más allá del tradicional dúo de arroz congrí y carne de cerdo.

«La cocina cubana es extremadamente rica, lo que nosotros no hemos sabido en los últimos años es representarla en pantalla. Si algo no está representado, no existe», señaló Soto, que demoró cerca de dos días en filmar cada historia del filme.

En casi una investigación antropológica sobre lo que compone la identidad culinaria cubana, el documental lleva al espectador por mar y tierra, desde las ciudades hasta parajes tan remotos como las márgenes del río Toa o la casi aislada Baracoa, la primera villa española en Cuba, ambos en la porción oriental de la isla.

«Cuban Food Stories» no es una «película sobre comida, sino sobre la gente», que todavía guarda con celo platos heredados de sus mayores, que en su mayoría no tienen nada que ver con la idea que muchos se han hecho de la cocina de la isla, «en la que existe un lugar como Baracoa (este) donde se cocina con leche de coco».

De paso, el espectador también puede captar un destello del folclor cubano, más allá de la gula, y conocer sobre una de las tradiciones mejor guardadas del país, en la cena de Nochebuena filmada en las famosas parrandas de Remedios, declaradas en noviembre pasado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

«En la cinta solo se visita un restaurante, el resto son personas en sus casas. ¿Hay algo mejor que comer un camarón de río, atrapado a 30 metros, cocinado con leche de coco que acaban de extraer frente a ti?», insistió Soto.

Sin embargo, más allá de representar sabores heredados y poco conocidos de la cocina cubana, «Cuban Food Stories» se ha convertido en una iniciativa que quiere promover la práctica de la «cocina de aprovechamiento», sostenible, actual y muy necesaria.

«Cuba es un país con problemas económicos y sin embargo, se desperdicia comida. (…) Los platos tienen más de una vida. No porque el pan se ponga duro hay que botarlo. Nuestra misión es tratar de cambiar esa mentalidad, entender mejor nuestra cultura culinaria y que empecemos a crear tomándola como base», adelantó.

Intercambios con cocineros de países como Vietnam, que tiene una «cocina extremadamente rica y marcada por la hambruna», varias iniciativas sociales y de promoción, son algunos de los proyectos que Soto tiene en mente, y sobre los que trabaja aún «uno por uno» antes de ponerlos en marcha.

«Nos encantaría que la gente trate. Es complicado cocinar cuando a veces uno no tiene los elementos, pero si uno se siente orgulloso de lo que esta haciendo y sigue tratando, lo va a lograr», insistió.

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