Salud
El avance tecnológico no sólo no ha traído mejoras en el ámbito de la comunicación, sino que también ha conseguido desarrollar nuevas formas de tratar a pacientes en el área de salud, ayudando y agilizando su recuperación.
Nuestro país, al igual que gran parte de los países de Latinoamérica, cuenta con un déficit de profesionales de la salud y, los existentes, se concentran en la capital, dificultando a muchas personas al no tener accesibilidad un buen servicio médico.
Pero con la llegada de la 4ta revolución industrial, se ha comenzado a crear diferentes métodos y dispositivos tecnológicos que van en ayuda de la población.
Ejemplo de esto es la Telemedicina, técnica que define la OMS como la prestación de servicios de atención de salud cuando la distancia es un factor crítico, usando tecnologías de la información y la comunicación por parte de los médicos.
Gracias a ésta, las largas distancias ya no son un problema, repercutiendo también en una baja de atochamiento en centros médicos.
Siguiendo en la misma línea, se ha probado en diversos países desarrollados la Telecirugía, donde un médico opera desde lejos, enviando instrucciones a un robot, quien hace las acciones con una precisión inigualable, eliminando posibles temblores que podría tener un cirujano.
Otra innovación médica es la electroestimulación funcional, la que consiste en generar impulsos eléctricos al nivel neuronal a través de los músculos con el fin de generar movilidad. Esta tecnología se está utilizando para la rehabilitación de parálisis y que en Chile ya funciona a través de la conexión de un dispositivo a una aplicación móvil.
Por ejemplo, TrainFES es un dispositivo portátil, creado y desarrollado por emprendedores chilenos, que se vale del uso de la electricidad para ayudar a personas que viven con parálisis a recuperar el movimiento de su cuerpo.
Se utiliza a través de una aplicación gratuita para celulares y, es apto para terapias de personas que han sufrido lesiones de médula espinal, accidentes cerebro vascular, traumatismo encéfalo craneal, enfermedades neurodegenerativas, entre otras.
“Queremos otorgar oportunidades de rehabilitación a las personas, para ayudarlas a recuperar la movilidad, autonomía y prevenir enfermedades secundarias. Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de estas personas y darles acceso a esta rehabilitación, que no solo implica un bajo costo, sino un uso fácil y simple”, comenta Matías Hosiasson, gerente de operaciones de TrainFES.
En Chile, cerca de 300 mil personas deben recurrir a diversos tipos de terapias para recuperar movilidad en su cuerpo. Junto con esto, existe una tendencia al abandono de los tratamientos kinesiológicos por diferentes circunstancias, como lo es el tiempo invertido, los costos y la motivación de los pacientes.
Con este dispositivo, que se conecta de manera fácil a un smartphone, las labores cotidianas siguen su curso a la par del tratamiento.
Además, gracias a su innovación, incluye un sensor de movimiento que puede ser manipulado por el mismo paciente y su familia, permitiéndole coordinar los movimientos de cada grupo de músculos, ayudándole a tomar consciencia de la sensación que produce en su cuerpo para que pueda aprenderlo nuevamente a nivel cerebral.
Para que el tratamiento sea efectivo, el paciente debe someterse primero a una evaluación que le indicará cuál es la solución óptima para su caso. Al comenzar el tratamiento, seguirá con asesoría médica una vez por semana, mientras que el resto de los días será él quien realice los ejercicios en casa.
Como el aparato es controlado desde una aplicación de celular, permite que los terapeutas guarden rutinas y asistan remotamente a los usuarios.
“Hemos visto casos increíbles de personas que estaban en silla de ruedas y que habían perdido las esperanzas de caminar, y que tras un tratamiento progresivo han logrado recuperar la movilidad paulatinamente”, explica Hosiasson.
