Una de las autoras asegura que solo tres horas menos de sueño son suficientes para reducir la efectividad de importantes células inmunitarias.
Científicos de las universidades de Tubinga y Lüben han investigado en un estudio un nuevo mecanismo que muestra cómo el sueño influye en determinadas funciones inmunitarias.
Los resultados de su investigación arrojan que solo tres noches sin dormir son suficientes para afectar a los llamados linfocitos T o células T que produce la médula ósea y cuyas funciones son parte importante del sistema inmunitario para luchar contra los agentes infecciosos. Su estudio fue publicado en el Journal of Experimental Medicine
En el experimento, los científicos observaron sobre todo la capacidad de unión de las células T con una determinada moléculas, una función que les posibilita adherirse a otras células y que es precisamente su finalidad dentro del sistema inmunológico.
Así lo explica el autor Stoyan Dimitrov: «La adhesión a otras células les permite moverse por el cuerpo y acoplarse por ejemplo en células infectadas con el fin de eliminar la infección».
La falta de sueño merma no solo la capacidad de las células T, sino también el plasma sanguíneo, así como moléculas solubles como la adrenalina y la prostaglandina y también el neurotransmisor adenosina.
Los investigadores sugieren que estos resultados tienen relevancia clínica al margen del área de investigación relacionada con los trastornos del sueño, ya que los valores correspondientes a estas sustancias pueden verse alterados en determinadas situaciones, como el estrés crónico y el cáncer.
Otra de las autoras, Luciana Besedovsky, asegura que «ya solo tres horas menos de sueño son suficientes para reducir la efectividad de importantes células inmunitarias».