La exvicepresidenta de Costa Rica y actual secretaria general iberoamericana habló sobre empoderamiento femenino y las iniciativas iberoamericanas contra el cambio climático. Una entrevista de Judit Alonso desde San Sebastián.
Una de las más buscadas y solicitadas. La encargada de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan, fue una de las ponentes estrella de la primera conferencia internacional sobre cambio climático que terminó este viernes en la ciudad española de San Sebastián.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, todas las ponentes fueron mujeres y aunque Grynspan intervino el día anterior, recordó que forma parte del movimiento «Ningún panel sin mujeres», una iniciativa que pretende asegurar el rol femenino como expertas en conferencias y en el que su organización se niega a participar si no se respeta ese principio.
La Segib está involucrada en diversas acciones centradas en el empoderamiento económico de la mujer y para ello está trabajando junto con ONU Mujeres. «Hay muchas normas en América Latina y el Caribe, también en España y Portugal, que impiden que las mujeres tengan las mismas oportunidades laborales que los hombres», explicó.
Grynspan, que también es presidenta del Consejo de Administración del Instituto Internacional para el Medio Ambiente, recordó en San Sebastián que el cambio climático está afectando la economía, sociedad y política de la región: «Nuestra adaptación es mala, nuestra planificación urbana es deficiente. Los sectores más pobres de la sociedad están sumamente afectados por los desastres naturales, que en realidad no son naturales, son sociales. Los desastres naturales, lo que hacen es presentarnos el mapa de la desigualdad en la región».
La experta recalcó el fuerte «compromiso de la región con los Objetivos de Desarrollo Sostenible» con la matriz energética de la que actualmente cuenta con el 53% de su energía procedente de fuentes renovables. «En Costa Rica, en los últimos tres años el 98% de la energía eléctrica se está produciendo con fuentes renovables. Así que, a pesar de ser países en desarrollo, tenemos muchas cosas para enseñar a los países desarrollados en términos de avanzar hacia la sostenibilidad y buenas prácticas que tenemos en la región», señaló.
La exvicepresidenta de Costa Rica se mostró orgullosa del recién plan de descarbonización del país centroamericano que le permitirá ser carbono neutral en 2050. Sin embargo, reconoció que «uno de los problemas principales para llegar a esa meta es el transporte: muchas de las emisiones vienen por la ineficiencia, mala infraestructura, falta uso de transporte público y del transporte con mucha menos emisión como los coches eléctricos».
Por otro lado, destacó el potencial que tiene América Latina en el campo de la biodiversidad y recordó la puesta en marcha de un Observatorio que presentará los resultados de investigaciones existentes sobre cambio climático en los países de Iberoamérica y recabar experiencias que se están llevando a cabo en la región.
Grynspan avanzó algunos datos como la alta vulnerabilidad al aumento de temperatura prevista del 6,7% en 2100, y los efectos de la sequía y la desertificación. «Entre 80 y 180 millones de personas, el 25% de la población, podrían verse afectadas para 2050», alertó recordando el carácter costero de la región y el impacto que puede producir el aumento del nivel del mar. «La mitad de las capitales iberoamericanas están a menos de 100 kilómetros del mar», recordó.
Para la costarricense la importancia del informe reside en el seguimiento del mismo, «que la gente vea cómo le está afectando el día a día» y abogó por crear espacios de participación y debate ciudadano. «Debemos convocar a la sociedad para buscar respuestas juntos», dijo llamando al mundo académico a sumarse a esta convocatoria.
A pesar de que «la región está comprometida con esta agenda, se enfrenta a grandes retos impuestos por el cambio climático y, aunque ha avanzado en esa dirección, si no acelera el paso, si no mejora sus coherencias de políticas y su diseño de políticas, va a sufrir grandes consecuencias», alertó.
Por ello, la Segib ha puesto en marcha laboratorios de innovación ciudadana en la región con el objetivo de mapear todas las iniciativas ciudadanas que existen de manera espontánea. «Estamos convencidos que hay muchas ideas que tienen los ciudadanos que no llegan al sector público que resuelven problemas climáticos y de ambiente de las comunidades», dijo anunciando la organización de uno de ellos el próximo mes octubre en Costa Rica.