Salud
Dormir es tan esencial como el agua y la comida para la salud y la vida. Se sabe que durante las horas de sueño se recupera la energía, músculos y huesos se reparan, se produce la hormona del crecimiento, el cerebro almacena lo aprendido durante el día, entre otras actividades importantes.
Desde hace unos años el dormir se ha convertido en un campo de estudio científico. No es casualidad, pues se sabe que el no dormir afecta de forma importante la salud de una persona.
Mal humor, alucinaciones, ansiedad, fallas del sistema inmune son algunos de los síntomas que genera el no conciliar el sueño de forma normal. Chile, no está exento de este problema, pues según la última versión de la Encuesta Nacional de Salud, 5,6%, por lo menos unos 823 mil adultos declararon padecer de insomnio. También, hay cifras importantes de niños que padecen de problemas del sueño.
Lo que hoy nos quita el sueño, es diferente a lo que sucedía hace años, pues la tecnología ha invadido cada rincón de nuestras vidas. Hoy en día, estamos expuestos a más pantallas a lo largo del día, el TV, la computadora en el trabajo, tablets para leer, entre otras.
Cada vez más son más las personas que padecen de insomnio y en los niños cada día es más común por las largas horas que se exponen a un smartphones. Se podría afirmar que actualmente, los celulares desplazaron a la TV a la hora de producir insomnio.
De igual manera, se ha visto un aumento en el consumo de medicamentos sin receta para dormir, lo que puede generar consecuencias negativas en la salud si se toma por largo plazo. Es importante conocer que al utilizar los medicamentos tradicionales se tiene más posibilidades de padecer efectos secundarios tales como disminución de la capacidad psicomotora durante el día, que puede afectar a las personas que manejan vehículos por períodos largos, pues sus reflejos pueden disminuir en agilidad y claridad.
Al utilizar productos con principios naturales estos riesgos no aparecen, pues por su efecto modulado y su tiempo de acción más corto, logran las 8 horas de sueño, que son las que aseguran un buen estado de salud en los adultos.
María Elena Rudolphi comenta que “la valeriana es una planta muy estudiada con mucho respaldo en su efecto hipnótico, es decir, útil en acortar el tiempo de inicio del sueño y, además, efectiva para los problemas de insomnio, pues ayuda para permanecer dormido. Este sedante natural es uno de los más empleados en adultos, ya que no produce embotamiento ni cansancio matinal”.
Por su efectividad y popularidad, ha sido utilizada desde hace siglos como planta terapéutica. Es por ello que existen diversas presentaciones y formas de consumirla en el mercado, sin embargo, lo más común es consumirla en cápsulas. Al respecto la especialista indica que “para conciliar el sueño se debe consumir 30 minutos antes de acostarse”.
Existen cápsulas con fórmulas compuestas de varios ingredientes naturales que junto con la Valeriana, la Passiflora son efectivos y benignos para tratar de conseguir el sueño profundo. La pasiflora y el Humulus Lupulus también presentan efecto hipnótico pero hay que aclarar que no son empleados en niños.
Para los niños es el pediatra quien debe definir el diagnóstico y la terapia medicamentosa adecuada a cada paciente.
La recomendación natural para niños pasa por cambiar hábitos, apagar la luz, desconectar pantallas al menos 3 horas antes de su horario de dormir, no administrar en su ultima comida bebidas azucaradas ni golosina. También se puede optar por la Aromaterapia y colocar un difusor en su habitación con esencias de mandarina o lavanda e, igualmente, se puede utilizar aceite de caléndula y agregar una o dos gotas de aceite de mandarina y realizar un masaje en los pies para ayudarles a relajarse, mientras se consulta al especialista.
Si el motivo por el cual no duermen, es el temor y sólo se queda dormido con luz prendida y acompañado tal vez pueda buscar ayuda en la terapia floral, algunos neuropsiquiatras infantiles como Amanda Céspedes señalan en su libro cómo ha ocupado esta terapia con mucho éxito.
Para conciliar un rápido y profundo sueño también se recomienda: evitar consumir comidas muy pesadas antes de acostarse, practicar ejercicio físico durante el día para drenar energía, mantener un horario fijo para dormir, adaptar la habitación de descanso con una temperatura fresca, sin iluminación ni ruidos al momento de dormir.
