El servicio de videoclips chino fue la aplicación más descargada en 2018, convirtiendo a ByteDance en la empresa emergente más valiosa del mundo. Muchos están preocupados por la violación del derecho a la privacidad.
La aplicación TikTok promete a sus usuarios videos verticales de quince segundos y un sinfín de música. Es una herramienta accionada por inteligencia artificial (AI). Una vez descargada la aplicación e incluso antes de haberse registrado, uno recibe videos cortos. El contenido se muestra automáticamente. Son, sobre todo, videos de personas bailando, cantando y realizando todo tipo de acrobacias.
En promedio, los usuarios pasan 52 minutos al día viendo los videos, aproximadamente 200 diarios. A diferencia del feed de un amigo en Facebook o del de un seguidor en Twitter, la transmisión se genera por un algoritmo, que se basa en tendencias y, en última instancia, en sus preferencias.
Según los datos más recientes disponibles, TikTok contaba con 500 millones de usuarios activos mensuales en junio de 2018. Todavía está muy lejos de los 1.000 millones de usuarios activos de Instagram y los 2.000 millones de Facebook. Pero en septiembre, la aplicación china superó a Facebook, Instagram, Youtube y Snapchat en términos de descargas diarias.
La mayoría de los usuarios de TikTok son jóvenes. Aproximadamente el 41 por ciento tiene entre 16 y 24 años. Dos adolescentes alemanas de Stuttgart, Lisa y Lena, ambas de 16 años, son las superestrellas, con 31,5 millones de seguidores.
Entre los jóvenes, se ha convertido en una herramienta para sobrellevar mejor el aburrimiento. «Es una de las aplicaciones más divertidas y adictivas que puedas tener», comenta un usuario llamado Matt Burns en Google Play.
TikTok es el descubrimiento de la empresa tecnológica china ByteDance. Con sede en Beijing y fundada en 2012, la empresa desarrolla aplicaciones móviles basadas en el aprendizaje automático. Su producto estrella es Jinri Toutiao, que significa «titulares de China». Dicha aplicación es capaz de rastrear los hábitos de lectura de los usuarios. Además, tiene varias versiones para diferentes mercados como Helo, disponible en 14 idiomas regionales de la India, y TopBuzz, para lectores de inglés.
En 2016, ByteDance lanzó una aplicación de video corto llamada Douyin, destinada al mercado chino. En solo un año, fue descargada por 100 millones de usuarios y se convirtió en la precursora de la aplicación TikTok para usuarios internacionales desde septiembre de 2017.
Desde entonces, ByteDance se ha expandido rápidamente al adquirir la aplicación de video Musical.ly, con sede en Shanghai, por 890 millones de euros, en diciembre de 2017, y fusionarse con otras dos nuevas empresas para crear la marca TikTok en agosto de 2018.
Se dice que TikTok se ha convertido en la mayor plataforma de la comunidad de videos en el mundo. Las plataformas de medios sociales con sede en EE. UU. están cada vez más nerviosas por la aceptación de TikTok en el mercado mundial. En noviembre, Facebook lanzó silenciosamente su propia aplicación de video corto llamada Lasso con el fin de contrarrestar el ascenso meteórico de TikTok.
¿Y la seguridad?
El éxito de TikTok, sin embargo, se ha visto eclipsado por una serie de problemas de seguridad y escándalos de filtración de datos. En febrero, la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos multó a la compañía con alrededor de 5,7 millones de dólares por violar la ley de privacidad de menores: TikTok recopiló nombres, direcciones de correo electrónico y otros datos de niños menores de 13 años sin el consentimiento de los padres.
Naman Aggarwal, quien trabaja en una organización de defensa de derechos digitales llamada Access Now, opina que la violación de dicho derecho por parte de TikTok va mucho más allá de Estados Unidos. «Se vuelve aún más preocupante, porque ciertas jurisdicciones no cuentan con un marco de protección de datos adecuado. No hay suficientes garantías cuando se trata de niños», asegura Aggarwal. Quiere que la compañía se asegure de que sus directrices de consentimiento se apliquen independientemente del país en el que operen. Además, teme que la plataforma pueda incluso «incentivar» a los niños a compartir «contenido sexualmente explícito».
Aggarwal enfatiza que TikTok y otras plataformas deben «garantizar la protección de los derechos de los usuarios y brindar un entorno seguro para ellos», especialmente cuando muchos niños y adolescentes las usan.