La líder de la cartera ministerial conoció cómo funciona una planta de reciclaje electrónico invitada por Paris, que ha incitado el reciclaje y la reutilización de productos mediante su campaña Recicambio.
Chile es el mayor productor de basura en Sudamérica. La generación de basura electrónica no se queda atrás. Al respecto, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, señaló en un evento dedicado reciclaje de este material que “cada chileno produce 11 kilos de basura electrónica al año y solo reciclamos el 3,8% de esa basura”.
La líder de la cartera destacó la normativa de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y el Fomento al Reciclaje (REP). La Ley 20.920 establece una obligación a los productores a gestionar los residuos de ciertos productos prioritarios, fomentando la reutilización y el reciclaje.
Los productos prioritarios que contempla la normativa, en una primera etapa, son: aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, envases y embalajes, neumáticos, pilas, baterías, diarios y revistas.
La ministra Schmidt también hizo énfasis en la labor de empresas como Paris, que se han ajustado adelantadamente a la normativa. “Paris ha tomado una posición de liderazgo, lo que está haciendo es anticipadamente recolectar los productos electrónicos de sus propios usuarios, trayéndolos justamente a las empresas. Hoy se ha creado una industria
del reciclaje que lo que hace es separar los distintos materiales de los productos electrónicos y reciclarlos, reutilizarlos y revenderlos a otras empresas que producen nuevos productos que vuelven a la economía”.
Paris ha estado impulsando desde el 2017 una campaña sustentable llamada Recicambio. “Nuestro consumidores pueden, cuando compran algún artículo, ya sea línea blanca, de computación o de telefonía, pedir que le retiren el producto de su casa, en caso de línea blanca. En el caso de computación o de telefonía lo pueden dejar dentro de nuestra misma tienda y así podemos darle un uso alternativo o un segundo uso a todos nuestros productos y empujar mucho más lo que es la economía circular”, señaló el gerente general de la compañía, Ricardo Bennet.
Este año, Chile será la sede de la COP 25, cumbre que reúne a cerca de 200 países para discutir sobre el cambio climático. El país asume como organizador en medio de críticas al gobierno de Sebastián Piñera por la no firma del Acuerdo de Escazú durante el año pasado, que garantiza a la comunidad de los países integrantes el acceso a información ambiental, a la participación en la toma de decisiones en procesos atingentes al medio ambiente y a la justicia en casos ambientales.
Sin embargo, la ministra de Medio Ambiente asegura que “estamos en un año marcado por el liderazgo de Chile en la transformación, justamente a un modelo de desarrollo sustentable para el mundo, un modelo de desarrollo limpio, donde Chile está liderando esta transformación. Y justamente hoy vemos con esta alianza público-privado que si se puede Chile dar un ejemplo de transformación que nos permita a todos una mejor calidad de vida”.