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Alexandra Sapoznikow, bióloga: “El principal desafío de cualquier ambiente para su conservación tiene que ver con la gobernanza” Sustentabilidad

Alexandra Sapoznikow, bióloga: “El principal desafío de cualquier ambiente para su conservación tiene que ver con la gobernanza”

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La bióloga es la coordinadora del Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia, que reúne a 24 organizaciones ambientales de Chile, Argentina, Uruguay y Brasil. En la entrevista que dio a El Mostrador explicó las principales amenazas y desafíos para la conservación de las aguas del cono sur.


Alexandra Sapoznikow (47) es una bióloga argentina que en el primer lustro de los 2000 formaba parte de ONGs ambientalistas como Fundación Patagonia Natural, Wildlife Conservation Society (WCS) y Fundación Vida Silvestre Argentina. El 2006 ingresó al Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia y una década después pasó a ser su coordinadora.

Ella habló con El Mostrador sobre la conformación del Foro, los desafíos para la conservación del Mar Patagónico y el impacto ambiental de la salmonicultura en las aguas de la región.

El Foro

El Foro para la Conservación del Mar Patagónico se fundó en el año 2004 por iniciativa de Claudio Campagna, del programa marino de WCS Argentina. Él, junto a otras organizaciones decidieron formar este Foro debido al mal estado de la conservación marina regional.

“La región no estaba trabajando en forma articulada y no lograba incidir en forma eficiente en lo gobiernos para que se tomen medidas efectivas de conservación marina”, mencionó Sapoznikow. El Foro fue una posibilidad para aglutinar a las principales organizaciones de conservación marina de Argentina, Chile, Uruguay y el sur de Brasil, y así poder organizar iniciativas en bloque para resguardar las aguas del cono sur. En la actualidad la conforman 24 agrupaciones activas.

La coordinadora señaló que “las principales iniciativas del Foro tienen que ver con la creación y el fortalecimiento de áreas marinas protegidas”. De ahí emanan publicaciones de carácter regional sobre el estado de conservación del Mar Patagónico y documentos que destacan los sitios prioritarios para la conservación de este mar.

Hace dos años crearon una escuela de gestión de áreas marinas protegidas dirigida a personal de la administración pública de Chile, Argentina y Uruguay a cargo de áreas costero-marinas protegidas

El Foro tiene también una fuerte oposición a la salmonicultura en el canal de Beagle. El carácter binacional del canal y de las movilizaciones atinge directamente a las organizaciones agrupadas.

Mar Patagónico

El Mar Patagónico, según Sapoznikow, se extiende desde el sur de Brasil, desde el estado de Río Grande del Sur, toda la superficie marina uruguaya y argentina y por el Pacífico hasta la isla de Chiloé. Incluso comprende aguas internacionales que van más allá de las plataformas de cada país. Hay procesos oceanográficos y procesos migratorios de las especies que definen a esta región como un único ecosistema.

¿Cuál es el valor ambiental de este mar?

Es uno de los mares templados más productivos del mundo. Tiene pesquerías importantes. En cuanto a las especies más carismáticas y que son importantes como recurso turístico, tenemos la ballena franca austral, lobos marinos, elefantes marinos. En la península Valdés tenemos la única colonia continental del lobo marino que está en crecimiento y en Argentina está la colonia más grande de pingüinos de Magallanes.

Crédito: M. Flores – WWF Chile.

En Chile compartimos muchas de estas especies, las que nombré de Argentina, como la ballena, el pingüino: son especies que migran hasta el sur de Brasil y que por eso se ha incorporado a esa región como Área de Influencia del Mar Patagónico, por eso están las organizaciones en el Foro. Los elefantes marinos también utilizan el sur de Chile. El sur de Chile tiene una colonia de albatros de ceja negra muy importante.

En cuanto a invertebrados el cono sur tiene muchísimos endemismos. En la región del Cabo de Hornos, tanto del lado argentino como chileno tenemos corales de agua fría, tenemos regiones oceanográficas únicas como montes submarinos. Hay muchísimos endemismos y ambientes únicos que no hay en otros lados.

¿Cuáles son sus principales amenazas?

Una de las principales amenazas son las prácticas de pesca no sustentables. Por un lado está la sobrepesca y por el otro la captura incidental, es decir, la captura por accidente de especies que no son de interés pesquero y que caen en las redes o que mueren en las diferentes artes de pesca, como aves marinas, mamíferos marinos o incluso muchos invertebrados y peces también.

Como toda región marina también está expuesta a la contaminación, ya sea por actividades que se realizan en la costa, contaminación por residuos sólidos y líquidos, como por derrames de petróleo.

Finalmente no estamos exentos, como en todo el mundo, al cambio climático. Eso es una amenaza muy grande contra la cual es difícil tomar acciones preventivas pero si es una variable que hay que empezar a incluir en las medidas de conservación que se toman.

¿Cuáles son los desafíos para mantener su conservación?

El principal desafío, casi que es el principal desafío de cualquier ambiente para su conservación, tiene que ver con la gobernanza, tiene que ver con que haya articulación entre los distintos actores sociales que usan el mar, que pueda haber una buena planificación espacial-marina, que puedan implementarse medidas de manejo como áreas marinas protegidas, medidas de manejo pesquero, que pueda haber un buen monitoreo y una buena fiscalización.

Lo que se necesita es poder articular las actividades, poder trabajar con los distintos sectores para que todos tomen parte de las decisiones

Salmoneras en el canal Beagle

En marzo del año pasado los reyes de Noruega, Harald V y Sonia, hicieron una visita oficial a Argentina. Durante su estadía en el país, los monarcas firmaron un convenio con el Ministerio de Agroindustria. ¿La razón? Impulsar el Proyecto de Acuicultura Nacional en el sur del país trasandino. Un año después visitaron Chile, donde viajaron a Puerto Williams, cerca del canal Beagle. La manifestación de los magallánicos fue inmediata: no querían más empresas salmonera en la zona.

El canal Beagle se halla en la Patagonia argentina y chilena. Fue lugar de conflicto entre los dos países por la soberanía de un grupo de islas que se encuentran en el cuerpo de agua. Pero ahora las comunidades de Ushuaia (ciudad austral de Argentina y parte oriental del canal) y de Cabo de Hornos (parte occidental) se hermanan por una causa común: frenar la posible llegada de empresas noruegas centradas en la producción salmonera.

¿Qué efecto contaminante tendría la presencia masiva de salmones en el canal Beagle?

La contaminación que genera el cultivo de salmones es de varios tipos. Por un lado, al tener muchos salmones confinados en un solo lugar tenemos todos los residuos de sus heces. Eso es materia orgánica extra que se agrega al sistema y que en cantidades excesivas el mar no llega a desintegrar. Lo que hace es que haya falta de oxígeno en el mar producto de este extra de materia orgánica y que entonces las especies que viven en el fondo marino, invertebrados mayormente, terminen muriendo.

Otro tipo contaminación viene dada por la cantidad de antibióticos que se agregan al mar, que se tiran al mar, para evitar que los salmones adquieran enfermedades ya que están en una situación de hacinamiento. Esos antibióticos también contaminan el agua.

Por otro lado, todo el alimento balanceado que se le da a los peces también se tira al mar en cantidades excesivas. Hay una parte que come los peces y otra parte que es arrastrada por las mareas. Eso también es un extra de materia orgánica en el sistema que en general cae al fondo y no llega a desintegrarse y produce también falta de oxígeno en el sistema y mortandad de las comunidades que allí viven.

El año pasado, en Puerto Montt, casi 700 mil salmones escaparon de las jaulas de la empresa Marine Harvest ¿Qué consecuencias tiene para el medio ambiente la fuga de estos peces?

Estos salmones son grandes predadores, por lo cual entrarían en competencia con predadores naturales del ambiente, como son pingüinos o lobos marinos ya que comparten mucho de su alimento y hay muchos casos en ríos y lagos sobretodo donde estos salmones han desplazado a las especies de peces locales porque se las han comido y no permiten su crecimiento.

Ese es el mayor problema de la salmonicultura, al no ser estas especies propias de Argentina, es decir, son especies exóticas, no tienen competidores naturales ni tienen predadores entonces se expanden muy rápidamente y cambian la composición de las especies nativas.

¿Qué otro tipo de contaminación producen las salmoneras?

Hay otro tipo de contaminantes que son, por ejemplo, las grandes bolsas en que viene el alimento de los peces. Muchas veces esas bolsas se tiran directamente al mar o se vuelan y se acumulan en la zona, en la costa, produciendo contaminación visual mayormente.

Otro aspecto es que cuando la zona ya está contaminada por la propia producción, por la materia orgánica, por los antibióticos que se acumulan en un lugar, el sitio ya no es más productivo y entonces la industria empieza a cambiar el lugar donde instala las jaulas. Sin embargo no es que levanta la jaula y se va a otro lado sino que en general deja todo montado e instala jaulas en un lugar nuevo.

Entonces te quedan las jaulas abandonadas. De eso en Chile hay muchísimos ejemplo de lugares que han sido eutrofizados, es decir, que están llenos de materia orgánica y con muy bajo nivel de oxígeno, donde no hay fauna viviendo ahí y donde quedan las estructuras montadas, y eso también es un problema para la navegación, para la pesca artesanal.

¿Cómo se ha vinculado la comunidad de Puerto Williams con la de Ushuaia para enfrentar la llegada de la salmonicultura?

Las dos comunidades están muy conectadas. Hay mucha comunicación entre ellos, desde grupos de Whatsapp, las redes sociales y el pensar una estrategia conjunta. Hay acciones que se planifican entre ambas localidades para poner el tema en agenda.

Recientemente, por ejemplo, se hizo una declaración conjunta entre concejales de Ushuaia, miembros de organizaciones locales, académicos y el gobierno de Cabo de Hornos más algunos otros referentes de ONGs y académicos.

Desde el Foro para la Conservación del Mar Patagónico, donde hay organizaciones chilenas y argentinas trabajando en este tema, también estamos articulando con actores de los dos lados de la frontera para ayudarlos en armar una estrategia.

En este canal de Beagle se ha firmado un tratado de paz y amistad (por Chile y Argentina) cuando casi fuimos a una guerra por las islas del canal de Beagle y ese tratado dice que los países no pueden realizar actividades que afecten a la calidad de vida del otro país.

Este es un caso conjunto, entonces desde el Foro estamos articulando con las comunidades locales para poder incidir de forma más efectiva en el gobierno de Argentina y Chile ante las cancillerías que es el sector de gobierno que articula estas acciones de relaciones internacionales para que puedan declararse en contra de las salmoneras y frenar estos proyectos.

¿Las empresas dedicadas a la salmonicultura tienen una alternativa para reducir la contaminación de su actividad?

Para reducir los efectos contaminantes la cantidad de animales debería ser muy baja y eso no es rentable para ellos. Lo rentable es producir mucho en poco tiempo. También existe la posibilidad de hacer la cría en tierra, pero no lo llevan adelante porque no es rentable, porque necesitan trabajar a gran escala y eso requiere de mucha más inversión que en el mar, pero la manera de disminuir la contaminación es tener muy pocos animales.

Sin embargo con eso no se elimina el riesgo de que las especies se escapen. Es una especie exótica que una vez que ingresa al sistema cambia completamente la presencia de especies en el ambiente, por lo tanto es peligrosísimo trabajar con salmones más allá de los efectos de su contaminación.

¿El gobierno de Macri ha manifestado su opinión frente a las movilizaciones de la comunidad?

No, el gobierno de Macri no ha hecho declaraciones y tampoco hay declaraciones a nivel provincial sobre este tema. Las autoridades se muestran muy reacias a darnos audiencias para discutir el tema. No están receptivas al dialogo sobre este tema, salvo los concejales de la ciudad de Ushuaia, que han sido los únicos receptivos y que se han declarado en contra de la salmonicultura en Argentina y han apoyado estas movilizaciones.

Lo que sí ha hecho el gobierno de Ushuaia es una encuesta telefónica donde intentan plantear una dicotomía entre ambiente y trabajo, poniendo a la gente a elegir si prefiere un canal de Beagle conservado o si prefiere una fuente de trabajo, básicamente. No es así la pregunta que les hacen, pero los ponen en esa dicotomía, y no hay pregunta sobre si preferiría otros tipos de desarrollo que les puedan dar trabajo y que permitan vivir en armonía con el ambiente.

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