Si bien la Ley de Tránsito fue modificada en 2003, con el fin de establecer ciertos estacionamientos exclusivos para personas con discapacidad, muchas veces estos son utilizados por un público que no es el objetivo.
Una de las medidas que se han tomado en los últimos años para disminuir las complicaciones diarias que viven las personas con discapacidad, ha sido la modificación realizada a la Ley de Tránsito, con la cual se pretendía incorporar estacionamientos especiales y más cercanos para las personas en dicha situación.
Sin embargo, a pesar de que la modificación a la ley fue promulgada ya en el 2003, son pocas las veces que los usuarios con discapacidad llegan a usar los lugares para estacionar destinados para ellos, pues estos son comúnmente ocupados por personas que no lo necesitan.
Así, en lugar de posibilitar un acceso más fácil, este se puede tornar aún más complicado. “Los estacionamientos para personas en situación de discapacidad son escasos, menos de los establecidos por la norma”, explicó la diputada RN y miembro de la Bancada Transversal de la Discapacidad, Catalina del Real, refiriéndose así a lo dificultoso que puede ser para un individuo en este estado encontrar un estacionamiento.
“Sumado a esto, los aparcamientos destinados a personas con alguna discapacidad no están acondicionados con el espacio suficiente para realizar el traslado del asiento del auto a la silla de ruedas, por ejemplo. Además, en muchos casos estos estacionamientos son protegidos con conos, lo cual un sujeto en situación de discapacidad no podría bajarse a retirarlos”, complementó la parlamentaria oficialista.
La legisladora se encuentra elaborando un estudio para verificar el alcance de las multas y si es necesario plantear cambios a la normativa para ejercer un rol más efectivo de esta. Además, llamó a los ediles a intensificar la fiscalización y el riguroso cumplimiento de las sanciones a los infractores.
“Es muy importante que la ciudadanía no olvide que los discapacitados necesitan de nuestro apoyo y conciencia, en todo lo que implique la integración social”, recalcó.
Por su lado, Matías Poblete, presidente de la Fundación Chilena para la Discapacidad, coincidió con el diagnóstico de este problema. “Toda norma, para que tenga éxito, debe ser acompañada de un buen plan de fiscalización. Eso es lo que hace falta en este caso. La supervisión que existe es muy escasa, lo que disminuye los riesgos de que los conductores puedan ser multados”, afirmó.
Según Poblete, para lograr frenar esta situación, es clave “realizar una campaña de concientización, en la que se explique a los usuarios que los estacionamientos son de uso exclusivo, que un conductor que no se encuentra en situación de discapacidad no puede aparcar su vehículo en esos lugares”, concluyó.