Mientras en Chile la legislación que regula los cigarrillos electrónicos aún está pendiente, las autoridades sanitarias de Estados Unidos están investigando una serie de casos de enfermedades pulmonares que afecta a usuarios de vapeadores. El senador Guido Girardi recuerda que existen estudios que afirman que estos dispositivos son dañinos y por eso cree que deberían tener la misma regulación que el tabaco y los cigarrillos convencionales.
«Estamos tramitando una ley donde los cigarrillos electrónicos tengan cero publicidad, cero promoción y las mismas restricciones que tiene el cigarrillo convencional, porque estos cigarrillos igual generan daño a la salud y hay una evidencia muy sólida demostrada a nivel internacional», sostiene el senador Guido Girardi.
La «inocuidad» de los vareadores vuelve a estallar en el mundo luego de que el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) está investigando con los departamentos de salud de varios estados un «grupo de enfermedades pulmonares» relacionadas con el uso de cigarrillos electrónicos.
Entre el 28 de junio y el 15 de agosto, se informaron 94 casos posibles de enfermedad pulmonar grave asociada con vapeo en 14 estados, según la agencia en un comunicado en su sitio web. Las enfermedades afectaron principalmente a adolescentes y adultos jóvenes.
Ya son 16 estados los que han alertado sobre posibles casos. Los médicos aseguran que las dolencias de los pacientes son similares a una lesión por inhalación, con los pulmones aparentemente reaccionando a una sustancia química. Por su parte, la agencia de protección de la salud afirma que no aún no hay evidencia concluyente. «Si bien algunos casos en cada uno de los estados son similares y parecen estar relacionados con el uso de productos de cigarrillos electrónicos, se necesita más información para determinar qué está causando las enfermedades», sostuvo el CDC.
Sin embargo, no son los únicos que tienen en la mira a los e-cigarettes. A principios de este mes, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) dijo que había recibido nuevos informes de usuarios de estos dispositivos que experimentaban convulsiones. Por eso están investigando un posible vínculo entre vapear y síntomas neurológicos.
Se habla que el vapeo en EE.UU. se ha transformado en una «epidemia«. Según la encuesta anual del CDC, los estudiantes que usaron estos dispositivos en 2018 aumentaron un 38%. La principal responsabilidad se le adjudica a Juul, pues este aumento coincide que el crecimiento de sus ventas.
«El crecimiento vertiginoso del uso de cigarrillos electrónicos durante el año pasado amenaza con borrar el progreso logrado en la reducción del consumo de tabaco entre los jóvenes», dijo a través de un comunicado el director del CDC, Robert Redfield. «Está poniendo en riesgo a una nueva generación de adicción a la nicotina», sostuvo.
El Congreso de ese país también decidió investigar a las principales compañías de vapeadores sobre los impactos en la salud pública y sus prácticas de comercialización.
Philip Morris es una unidad de Altria Group Inc., que recientemente compró una participación del 35% en Juul por 12.8 mil millones de dólares. Las otras empresas cuestionadas son Fontem Ventures, la división estadounidense de Japan Tobacco y Reynolds American Inc.
A su vez, el director de British American Tobacco para el Cono Sur, Jorge Irribarra Pastene, explicó a El Mostrador que los compuestos -con o sin nicotina- eran absolutamente más saludables que el alquitrán y el arsénico de los cigarros tradicionales, y por lo tanto, una alternativa más saludable para los fumadores habituales.
«En Chile los sistemas electrónicos de liberación de nicotina, llamados comúnmente cigarrillos electrónicos, están clasificados por el Instituto de Salud Pública (ISP) como productos farmacéuticos. Por lo tanto, los que se venden en Chile con nicotina, si es que no cuentan con el registro del ISP, serían ilegales y su consumo estaría prohibido, dijo.
Pero el senador Girardi es tajante. «Están diciendo que esto no genera daño la salud, no solamente para que la gente que fuma cigarrillos convencionales se cambie a los electrónicos sino para que personas que no fuman se hagan adictas a la nicotina al hacer creer que son inocuos», sostiene.
Por eso pone énfasis en el proyecto de ley que busca regular la venta de estos dispositivos en nuestro país. «En Chile no se puede hacer publicidad y promoción al cigarrillo pero si están haciendo publicidad al cigarro electrónico y lo venden en todas partes. Entonces el proyecto plantea que, al igual que los cigarrillos convencionales, ni siquiera tengan publicidad en la estantería, cero promoción, y prohibición de fumar en lugares públicos abiertos», plantea.
Juul y Philip Morris ya recibieron demandas por vender dispositivos de suministro de nicotina a menores y engañar a los consumidores sobre los riesgos de vapear. Christian Foss, de 19 años, aseguró que se volvió adicto a la nicotina y sufrió un empeoramiento de los síntomas de asma después de que comenzó a usar el dispositivo de Juul a los 16 años. En su demanda alega que las tabacaleras violaron la ley con sus atractivas campañas publicitarias dirigidas a menores.
«Imitando las prácticas de marketing pasadas de Big Tobacco, los acusados se aprovechan de los jóvenes para obtener ganancias financieras», dice el escrito presentado en Chicago.
Antes, el fiscal general de Carolina del Norte presentó una demanda contra Juul por «minimizar engañosamente la potencia y el peligro de la nicotina» y por emplear campañas que estaban dirigidas a persona que todavía no ha cumplido la edad para fumar de manera legal.
También una mujer presentó una demanda federal en Charleston, West Virginia, en nombre de su hijo por un historial de consumo de cigarrillos electrónicos y su comercialización en niños.
Juul se defiende y dice en su sitio web que está «comprometido a mejorar la vida de los mil millones de fumadores adultos del mundo mediante la eliminación de cigarrillos». Además asegura que no buscan que gente que no fume use sus productos y «ciertamente no quiere que los jóvenes usen el producto».
El presidente del Comité de Energía y Comercio, Frank Pallone, envió una carta a Juul para preguntar si habían realizado o financiado estudios sobre las implicaciones para la salud del uso de sus productos. «Me preocupa que los productos como Juul, continúen siendo difundidos, comercializados y utilizados, mientras que los consumidores carecen de información adecuada para evaluar las implicaciones que tienen en su salud», escribió Pallone.
Para Girardi, el cuestionamiento a estudios financiados por las tabacaleras no es nuevo. «Existen antecedentes de que las tabacaleras siguen desarrollando estudios falsos. De hecho cuando yo era presidente de la Comisión de Salud hace tres años, nos visitó la British American Tobacco (BAT) y nos presentó estudios falsos. Por eso yo los expulsé de la comisión y les dije que eran una mafia», afirma.
El senador recuerda que la empresa presentó un estudio sobre los efectos que estaba teniendo en Australia la cajetilla plana y que establecía que el tabaco no había disminuido sino que había aumentado con la medida. «Pero después Paloma Cucci, representante de la OMS-OPS Chile presentó un estudio original que decía todo lo contrario», asegura Girardi.
«Esta empresa incluso ha sido sancionada internacionalmente por presentar estudios falsos, por lo tanto sus estudios tiene cero credibilidad para nosotros», agrega.