Publicidad
“Atando Cabos”: reciclando los residuos plásticos de la industria pesquera Sustentabilidad

“Atando Cabos”: reciclando los residuos plásticos de la industria pesquera

Publicidad

La iniciativa impulsada por Michel Compagnon -reconocido como “Chileno del Año 2018”- recicla cabos, redes y boyas usadas en la pesca. A partir de ese material, arman productos como basureros, pallets o cajas para la fruta que se reintegran al mercado. Con tres años de antigüedad, el proyecto lleva cerca de 2.500 toneladas de cabos reciclados.


El 24 de agosto se celebraron en Ecuador los Premios Latinoamérica Verde 2019, más conocidos como los “Óscar” del medioambiente. Entre los 10 proyectos galardonados de la región, despuntaba uno de relación directa con un agente contaminante en el sur de Chile: la industria salmonera. La iniciativa, llamada “Atando Cabos”, busca reciclar y hacerse cargo del rastro plástico de la industria.

Además de la contaminación orgánica que produce la salmonicultura en el mar, como pueden ser fecas y alimentos no consumidos por los peces, también existe una de residuos inorgánicos. Estos son cabos, redes o boyas que deja la industria en los sectores en que ya dejan de producir.

Hace tres años el gerente comercial de Comberplast y responsable de la iniciativa, Michel Compagnon, fue de vacaciones al sur del país. En búsqueda de los icónicos parajes sureños, Compagnon se topó con los residuos de la industria pesquera en la costa. Allí brotó la idea de Atando Cabos. “Me traje unos cabos en la maleta y empezamos a trabajar”, recuerda Michel.

Compagnon -quién también fue elegido como “Chileno del Año 2018” gracias a Atando Cabos- explica que recolectan los residuos de la industria salmonera, de la miticultura y de la pesca, asentadas desde Puerto Montt hasta toda la Patagonia.

“Tomamos todos estos residuos. Todas las cuerdas, todos los cabos, los tomamos y los traemos acá a Santiago. Estos son plásticos. Los molemos, los transformamos en pellet y después en productos”, mencionó Compagnon a El Mostrador. Entre los productos que hacen a partir del material reciclado están basureros, objetos para el hogar, pallets y cajas para la fruta. Todos estos se venden en el mercado.

Para recolectar el material, Michel y su grupo están coordinados con sindicatos de pescadores y con empresas salmoneras. Además, tienen toda una red logística con recicladores locales. “Ellos nos van ayudando a armar toda esta economía circular”, indica el gerente comercial de Comberplast.

Hasta el momento, el proyecto lleva cerca de 2.500 toneladas de cabos reciclados. Ahora están incursionando con boyas, y pretenden extender sus áreas de recolección al norte. Eso sí, todavía les quedan dificultades que sortear.

dav

La dificultad: cerrar el ciclo

El bache latente de Atando Cabos va en cerrar el ciclo de la economía circular. Tienen el material, tienen la gestión y tienen los métodos de reciclaje. Lo que les falta escapa de su diligencia: la integración total de los productos reciclados en el mercado.

“Todavía en Chile está la percepción que si algo es de material reciclado, es de peor calidad”, dice Compagnon. “Eso se terminó hace mucho tiempo. Hoy día un producto hecho por material reciclado tiene la misma calidad que un producto hecho con material virgen. Entonces falta tracción de demanda, falta hacernos cargo del ciclo completo”.

“Ya no basta hoy día que una empresa o que una persona compre algo y lo vaya a dejar al punto limpio, y diga “ya, me deshice del problema”. No, eso se va a reciclar, se va a transformar en algo y hay que comprar ese algo para que sigan funcionando los círculos, sino se caen. Falta que sintamos una corresponsabilidad.

El cuidado del medioambiente no es responsabilidad del Estado, no es de las empresas, no es de las personas; es responsabilidad de todos”, concluye Michel.

Publicidad

Tendencias