Una de las soluciones para disminuir el tiempo dedicado a la burocracia escolar es la digitalización. Algunas de las herramientas que ayudan en el proceso son el libro de clases digital y la asistencia digital, ambas con vinculación directa con el Ministerio de Educación.
La cantidad abismal de burocracia en la gestión de establecimientos educacionales abruma a profesores y equipos directivos que buscan mejorar la calidad de la educación dentro de sus aulas. Esto ha sido denunciado por el Colegio de Profesores y también llevó al gobierno a presentar el plan “Todos al Aula” para avanzar en esta línea.
Una de las soluciones para disminuir el tiempo dedicado a estas tareas es la digitalización de la gestión escolar. Algunas de las herramientas son el libro de clases digital, que permite tener datos centralizados, seguros y de simple acceso para toda la comunidad pedagógica, y la asistencia digital, que permite ingresar la asistencia diaria de cada alumno de forma automática a través de una etiqueta instalado en sus mochilas. La información que entregan ambos instrumentos se vinculan directamente con el Ministerio de Educación.
“Lo primero que buscamos al trabajar el tema de digitalización es disminuir las cargas burocráticas y justamente volcar ese tiempo al lado del aprendizaje del estudiante. Es necesario comenzar a incorporarlo en los planes y programas, que esté y que sea algo básico”, explica Javier Beth, egresado del Programa de Liderazgo Colectivo de Enseña Chile y service owner de Papinotas, empresa de tecnología y educación.
La digitalización de la gestión escolar ha avanzado lentamente en Chile pero varios establecimientos ya usan esta tecnología. “Entre beneficios y costos nosotros consideramos que es más alto el beneficio. El profesor se descomprime de las actividades administrativas fuera del contexto de clase. El directivo tiene la posibilidad de monitorear el trabajo de los profesores de manera mucho más eficiente. Solo mirando la plataforma se puede tener información de calidad”, opina Oliver Urbina, director del Colegio Sembradores de Coyhaique.
Uno de los desafíos de esta digitalización es que los equipos docentes muchas veces no conocen las herramientas. “La evidencia muestra que en el mediano plazo la digitalización de las tareas de la gestión libera tiempo de directivos y docentes que puede ser reenfocado en las tareas más pedagógicas. En un primer momento, la digitalización puede ser abrumadora y requiere más tiempo, pero a poco andar se reduce el tiempo dedicado a dichas tareas”, explica Ignacio Jara, director del Centro de Desarrollo Profesional Docente de la Universidad Diego Portales.
Para que la digitalización escolar genere un impacto en los procesos burocráticos debe llegar a la mayor cantidad de establecimientos posibles. Esto requiere un trabajo mancomunado que mueva a equipos directivos, profesores y recursos hacia esta solución, que en el caso de establecimientos con aporte estatal puede ser financiado a través de la ley SEP.
“Lo primero que yo digo a los profesores es que no hay que tenerle miedo a la tecnología, hay que atrevernos. También creo que es muy importante sociabilizar estas experiencias, que otros profesores cuenten que esto les sirve. Los más jóvenes llevan esa batuta”, concluye Javier Beth.