En el marco de la COP25, Claudio Muñoz expuso las diversas acciones que ha implementado la compañía para enfrentar el cambio climático y contar con una ciudad cada vez más resiliente y preparada ante emergencias climáticas.
El presidente de Aguas Andinas, Claudio Muñoz, anunció en el marco de la COP25 que se celebra en Madrid, bajo la presidencia de Chile, que la fase de marcha blanca del proyecto de mega estanques de Pirque entrará próximamente en operación. Esta instalación permitirá que Santiago pase de 11 a 34 horas de autonomía para enfrentar eventuales emergencias provocadas por el cambio climático, como es la turbiedad extrema del agua que se capta en el río Maipo.
El ejecutivo, que tuvo una activa participación en la tercera jornada de la conferencia, abordó en dos paneles de debate la escasez hídrica por la que atraviesa Chile y que ubica a 2019 como el año más seco desde que se tiene registro. Una problemática que Aguas Andinas viene abordando desde hace varios años, implementado acciones transversales para entregar un abastecimiento de agua potable seguro hacia la comunidad.
Además, se refirió a otros planes de Aguas Andinas para enfrentar los efectos y los nuevos desafíos que ha impuesto el cambio climático. “Hemos tenido que adaptarnos a esta nueva realidad rompiendo paradigmas, planteándonos soluciones innovadoras y novedosas que nos permitan contar con mayor autonomía y dar continuidad al servicio que entregamos, porque estamos conscientes de que nuestro trabajo está al servicio de lo que el país necesita”, expuso Claudio Muñoz en uno de los paneles sobre emergencia climática celebrado en el Pabellón de Chile.
Los mega estanques de Pirque se enmarcan en el plan de Aguas Andinas para aumentar la resiliencia de Santiago ante los fenómenos derivados del cambio climático. Por ello, desde 2018 viene desarrollando un programa que considera tres fases. La primera consistió en la construcción de 7 nuevos pozos de extracción de agua subterránea, 14 estanques de almacenamiento de agua potable y un ducto subterráneo de 5 kilómetros entre el embalse de El Yeso y el acueducto Laguna Negra, lo que permitió duplicar las reservas de agua de 4 a 9 horas de autonomía en Santiago.
Como parte de una fase intermedia, en 2018, se incorporaron nueve estanques y 16 pozos más, incrementando la reserva de agua de 9 a 11 horas de autonomía.
La fase 2, en la que se encuentra actualmente el proyecto y cuya etapa de marcha blanca entrará en operaciones próximamente, contempló la construcción de los mega estanques de Pirque, reservas de agua que equivalen por extensión a 50 canchas de fútbol.
Claudio Muñoz participó, junto con otros ejecutivos de empresas internacionales, en dos paneles de debate sobre el cambio climático. En este contexto, se centró en el quehacer de Aguas Andinas desde la visión de los servicios ambientales que entrega y cómo ello ha beneficiado a los habitantes de Santiago a través de, por ejemplo, las biofactorías, un modelo de economía circular en su máxima expresión.
Del agua que proviene de ellas nace también una opción sostenible para enfrentar la adaptación al cambio climático, específicamente, la escasez hídrica. Ello, porque la compañía busca mediante soluciones innovadoras, aprovechar este recurso de modo de garantizar el abastecimiento de la población en Santiago a futuro.