Estudio de la U. Andrés Bello establece que el medioambiente está inserto entre las principales preocupaciones de los chilenos. Los residuos y el cambio climático serían las mayores preocupaciones, desplazando la contaminación atmosférica.
El Centro de Investigación para la Sustentabilidad (CIS) de la Universidad Andrés Bello, junto a la empresa de investigación de mercado y opinión pública Ipsos Chile, presentó la VIII Encuesta sobre Actitudes hacia el Medio Ambiente, realizada anualmente en Santiago, Concepción y Valparaíso. En esta oportunidad, la primera parte del estudio ahondó en problemáticas como cambio climático, contaminación, reciclaje, recurso hídrico y transporte.
El trabajo de campo se llevó a cabo entre los meses de agosto y septiembre de este año, por lo que también se consultó a los ciudadanos respecto a la realización de la COP25 en Santiago, evento posteriormente trasladado a la ciudad de Madrid.
A nivel general, los encuestados identifican la sequía como la principal consecuencia del cambio climático que afecta a Chile (85%), seguido en menciones por el derretimiento de glaciares (67%). A nivel social, señalan que un mayor costo de la vida (33%) y hambruna (23%) serían los mayores conflictos asociados al cambio en el clima.
En tanto, reciclar (69%) es la acción personal que según los encuestados tendría mayor impacto en la lucha contra este fenómeno y que “las personas” (27%) es el sector que debe hacer el mayor esfuerzo para enfrentarlo, 10 puntos por encima de la “industria” (17%).
Claudio Soto-Azat, director del CIS, señala que “si bien se evidencia una creciente preocupación de los chilenos por el cambio climático, las acciones a nivel personal más eficientes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como tener menos hijos, disminuir viajes en avión o tener una dieta basada en vegetales, sólo alcanzan una fracción reducida en las respuestas. Esto indica que aún falta mucho por avanzar en la educación en torno al cambio climático”.
Respecto a la realización de la COP25 en Santiago, sólo un 42% de los entrevistados sabía que la cumbre sería en Chile, destacando también un amplio desconocimiento de la temática que ésta abordaría (47%). Cabe mencionar que entre los beneficios que traería la COP al país, los encuestados señalaron mayormente una “Ley de Cambio Climático” (38%) y “menor contaminación” (30%).
En cuanto a la preocupación por el medioambiente, destaca que esta problemática ocupa el 4° lugar en orden de importancia (15%) luego de Trabajo (31%), Salud (19%) y Educación (17%) a nivel general, todos ellos temas presentes en el debate y movilización social que atraviesa el país.
Observando las temáticas específicas, el principal problema medioambiental son los residuos (30%) seguido del cambio climático (20%), rompiendo la tendencia de las mediciones anteriores donde la contaminación del aire era el problema principal. A pesar de esto, el 68% de los entrevistados consideran que los planes y acciones del Estado no han reducido la contaminación atmosférica. Con respecto al recurso hídrico, a nivel general el principal problema es la escasez de agua (33%) seguido por los derechos de agua (29%), cifra que en Valparaíso alcanza el 40%.
“Estos resultados indican que en la actual crisis social el medioambiente cumple un rol central. Nuestro modelo económico fuertemente basado en la extracción de recursos naturales es un generador de desigualdad, razón por la cual ya varios expertos la han denominado una crisis socioambiental», sostiene Soto-Azat.
«Además, por primera vez en 8 años la contaminación del aire ya no es la principal preocupación ambiental de los chilenos. Si bien esto podría ser visto como un avance, la basura (por ejemplo, los plásticos), el cambio climático y la prolongada sequía que afecta a gran parte del país, se han ido instalando con fuerza en la agenda ambiental”, añade.
Iván Franchi, investigador del CIS, agrega que “es llamativo cómo se han territorializado los problemas ambientales, que es fundamentalmente lo que sucede con la gestión de residuos (basura) y cambio climático, dos fenómenos que se instalan en la percepción ambiental nacional, probablemente a partir del reconocimiento del impacto que ellos generan a escala local y global”.
Por otro lado, consistentemente con las mediciones anteriores y siguiendo un leve incremento, los entrevistados señalan que el responsable de realizar acciones en favor del medioambiente es el Estado (64%), y en menor medida la sociedad civil (21%) y el sector privado (14%). Ahora bien, sobre los sectores económicos e industrias que más dañan el medio ambiente, la minería obtuvo la mayor parte de las menciones (25%) seguido por la industria forestal (19%), los hábitos de la población (18%) y el transporte (16%).
“Parece una buena noticia que la población reconozca la responsabilidad del Estado en materia ambiental, entregando un rol activo a la regulación y la planificación, que ha sido tan escasa en la gestión medio ambiental y territorial”, comenta el Dr. Franchi.
Cabe señalar que los sectores indicados como responsables del daño medioambiental varían significativamente en las distintas regiones, destacando la industria forestal en Concepción (33%) y la minería en Valparaíso (37%).
Consultados sobre las etiquetas que toman en cuenta al adquirir productos, los encuestados señalan mayormente el símbolo de “reciclable” (47%), seguido por “eficiencia energética” (21%) y “biodegradable” (17%).
Respecto a la Ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), destaca un bajo nivel de conocimiento (23%) sostenido desde su promulgación en 2016 y similar en las tres regiones. No obstante, entre quienes declaran conocer la Ley, un 79% señala que tiene un impacto positivo subiendo 9 puntos respecto al 2018.
Sobre los hábitos de reciclaje de los chilenos, un 39% dice haber reciclado en los últimos tres días, frente a un 31% que señala reciclar con cierta frecuencia en el último mes y un 22% que admite no reciclar. Dentro de este ítem, los elementos que más se reciclan son los envases plásticos (63%), botellas de vidrio (61%), y papeles y cartones (56%), en tanto que los menos reciclados son pilas y baterías (29%) y electrodomésticos (20%). En general, el método que mayoritariamente utilizan los encuestados es llevar los residuos a un punto de reciclaje.
Edmundo Muñoz, investigador del CIS y académico de Ingeniería Ambiental UNAB, indica que los resultados respecto a reciclaje contrastan fuertemente con la realidad nacional asociada a la gestión de residuos sólidos domiciliarios.
“En este sentido, de acuerdo a la OCDE, en Chile sólo se recicla el 4% de los residuos sólidos, terminando la fracción restante (96%) en rellenos sanitarios y vertederos. Pese a promulgación de la Ley REP, la ausencia de reglamentos específicos asociados a productos prioritarios ha impedido incrementar las tasas de reciclaje de residuos sólidos, especialmente los de origen domiciliario”, señala.
De acuerdo al estudio, quienes manifiestan no reciclar indican que esto se debe a la carencia de hábitos (35%) y la distancia lejana de los lugares de reciclaje (21%), lo cual es consistente con las condiciones que a juicio de los encuestados debiesen darse para comenzar a reciclar. En este sentido, una mayor cercanía e incremento de lugares o puntos de reciclaje aumentaría la cantidad de residuos reciclados. En Concepción y Valparaíso destaca la falta de conocimiento sobre estos lugares (31% en ambos casos).
“Todo estos antecedentes ponen un desafío adicional a los gestores de residuos y particularmente a los municipios, ya que las cifras de valorización son aún bastante bajas, siendo el mejor de los casos comunas donde sólo se recicla el 8% del total de basura generada. Por tanto, la alta participación o interés declarado resulta, en la práctica, un acto ineficiente desde el punto de vista de los flujos. Es esperable que la Ley de Fomento de Reciclaje venga a reconfigurar ese escenario”, indica Franchi.
Con respecto a los hábitos y opiniones sobre el transporte urbano, y de forma consistente con mediciones anteriores, se observa que el bus o micro es el medio más utilizado (45%), especialmente en regiones. Dadas las distancias y tiempo de trayecto, en Santiago existe mayor uso del metro (31%). En el caso del automóvil particular, cabe destacar que a nivel general se observa una baja considerable entre quienes dicen utilizar el auto como principal medio de transporte: de 28% a 16% con respecto a 2018.
Si bien la calificación de buses, trenes y ciclovías no ha variado significativamente en los últimos años, cabe notar una mala calificación general del sistema de buses especialmente en Santiago, donde la evaluación se mantiene bajo la nota 4,0 en los últimos años.
En general, los trenes tienen una mejor calificación, especialmente en Valparaíso (5,5), mientras que en Santiago la calificación ha ido aumentando hasta llegar a una nota 5,0 en 2019. En tanto, la cobertura de ciclovías en las tres ciudades es considerada mayormente “mala” o “regular”, con la peor nota en Valparaíso (3,3) y la mejor en Concepción (4,5).