La renovada Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) de Chile contiene diferencias sustanciales con la iteración presentada en el 2015: adelanto del peak de emisiones, mayor protección de humedales y la recuperación parcial del bosque nativo están entre las metas que han aumentado su ambición. Sin embargo, para algunas organizaciones ambientales el documento presenta escollos que lo impiden compatibilizar con el objetivo principal del Acuerdo de París.
Peak de emisiones en 2025 y neutralidad de carbono para el 2050. Estas son unas de las grandes metas de la nueva Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) que presentó la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, flanqueada por los ministros de Ciencia y Energía, Andrés Couve y Juan Carlos Jobet respectivamente, en una transmisión en vivo.
Pero, ¿qué son los NDC? Son las contribuciones de los distintos países firmantes del Acuerdo de París, cuya principal meta es limitar el aumento de temperatura a 2°C de acuerdo a los niveles preindustriales, y a 1,5°C con esfuerzos. El objetivo de los NDC, entonces, es contribuir a lograr el propósito del acuerdo. Las primeras contribuciones se presentaron en el 2015, en ese entonces llamadas INDC. El Acuerdo de Paris estipula que los NDC se renuevan cada cinco años, por eso Chile presentó sus remozadas contribuciones, siendo además el primer país latinoamericano en hacerlo.
El desarrollo del nuevo NDC involucró la participación de actores de la sociedad civil, comunidad científica y del mundo público y privado, además del Ministerio del Medio Ambiente. De esta colaboración surgió una primera propuesta, de la que se publicó un borrador. Luego, se inició un proceso de participación ciudadana, donde se recibieron 1.573 observaciones.
El NDC de este año contiene diferencias sustanciales con el borrador y, sobre todo, con las contribuciones del 2015.
Carbono: Como se mencionaba al principio, el peak de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la neutralidad de carbono para el 2050 son una de las grandes metas del renovado NDC, y también suponen unas de las grandes diferencias respecto a los anteriores. En el borrador, por ejemplo, el peak se alcanzaba en el 2027, mientras que la contribución del 2015 solo contemplaba una reducción de emisiones del 30% para el 2030, teniendo como base el 2007.
El actual NDC también propone llegar a emisiones absolutas de 95 MtCO2eq (Millones de Toneladas de CO2 equivalente) y a un presupuesto de carbono (periodo 2020 a 2030) de 1.100 MtCO2eq. El borrador, en cambio, estipulaba 97 y 1.175 MtCO2eq para la primera y segunda categoría respectivamente. En el 2015 ni siquiera estaba incluido.
La remozada contribución igualmente incluye una reducción de al menos el 25% en la emisión del carbono negro para el 2030, con base en emisiones del 2016. La propuesta del año pasado pretendía reducir estas emisiones entre un 10% y 25%; en el 2015 no se contemplaba esta opción.
Océanos: Los océanos también están incluidos. El NDC presentado el 9 de abril plantea la creación de nuevas áreas marinas protegidas y la protección del 10% de la Zona Económica Exclusiva Marina (ZEEM) en eco-regiones sub- representadas. En el año pasado no se proponía la protección del 10% y en el 2015 no había rastro de la iniciativa.
Al 2030, todas las áreas marinas protegidas (AMP) creadas desde el 2020, tendrán planes de manejo de para AMP. Hace cinco años esto no se incluía.
Otro aspecto nuevo es la creación y protección, para el 2030, de 30 humedales costeros. En el año pasado se vislumbraba parcialmente, mientras que en el 2015 no se consideraba.
Turberas: Las turberas no se incluían en las versiones anteriores de las contribuciones. Al 2025, se contará con un inventario nacional y al 2030 habrán indicadores para la evaluación de la capacidad de adaptación y mitigación de las turberas.
Bosques: En la propuesta del 2019, se planteaba el manejo sustentable y recuperación de 200 mil hectáreas de bosque nativo al 2030. Esto se mantiene en el actual NDC, con la suma de una planificación a largo plazo y el cumplimiento con parámetros de rendimiento (corta que garantice crecimiento).
En el borrador, Chile también se comprometía a forestar 200 mil hectáreas con al menos 70 mil hectáreas de bosque nativo. Esto igualmente se mantiene, agregando aspectos como que la forestación se realice en suelos sin vegetación y aptitud forestal, promoción de uso de especies nativas, entre otros.
Pilar social: Este es un cambio estructural del NDC que no estuvo presente en las iteraciones anteriores. Lo que hace el Pilar social es, según la ministra Smith, permear los otros tres pilares del documento (Mitigación, Adaptación, Integración).
“Le da un foco a la NDC en las personas, en sus territorios. Este Pilar social establece un proceso de transición justa para la descarbonización, así como el aporte de cada compromiso adquirido a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con especial foco en género, superación de la pobreza, agua y saneamiento, energías limpias y no contaminantes, entre otros”, dice la titular de Medio Ambiente.
Estas son algunas de las principales metas y cambios que aparecen en el nuevo NDC. El documento completo se puede encontrar en este link.
Las metas e implementaciones del nuevo NDC han suscitado variadas discrepancias en la sociedad civil y organizaciones ambientales.
Para la directora ejecutiva de The Corporate Leaders Group for Climate Change (CLG) Chile, Marina Hermosilla, quien también participó de la discusión del documento, este es un “súper buen NDC”, destacando el liderazgo del país y la carbono neutralidad para el 2050.
“Respecto a Latinoamérica, este NDC nos pone en un posición de liderazgo porque ningún otro país latinoamericano ha entregado su NDC, y este está ligado con la carbono neutralidad para el 2050, que es la meta que Europa se ha puesto también”, dice la directora de CLG Chile a El Mostrador.
“Para lograr el peak de emisiones al 2025 lo más importante que hay hoy día en carpeta es el proceso de descarbonización que acordó el gobierno con las compañías eléctricas y esa es una tremenda contribución al país porque va a permitir ir limpiando la matriz energética y eso posibilita que se electrifica una enorme cantidad de otras actividades”, agrega.
La organización de conservación WWF valoró la incorporación de mecanismos de finanzas verdes, que podrían sentar las bases para una reactivación económica sustentable, post crisis sanitaria.
“Este mensaje es claro para todas aquellas naciones que podrían pretender usar la crisis sanitaria y económica actual como excusa para postergar decisiones y acciones de responsabilidad climática”, dijo Manuel Pulgar-Vidal, líder de Clima y Energía de WWF Internacional.
El activista de Fridays For Future (FFF) y joven campeón de Escazú, Sebastián Benfeld, valora que Chile haya sido el primer país de Latinoamérica en presentar su NDC, pero no se muestra tan optimista como Hermosilla. “Resultan decepcionantes los compromisos que se ha fijado este gobierno para hacerle frente a la crisis climática y ecológica que hoy estamos viviendo no solamente en el mundo sino en muchas de nuestras ciudades y territorios”, sostiene.
Benfeld apunta a la insistencia del gobierno en “abordar esta crisis repitiendo los mismos patrones que nos hicieron estar como estamos”.
“En las NDC el gobierno propone reforestar 200 mil hectáreas. 130 mil con pino y eucaliptus y solo 70 mil con bosque nativo. ¿Es eso lógico viviendo una de las mayores sequías de nuestra historia y sabiendo que el pino y el eucaliptus además de consumir inmensas cantidades de agua, es muchísimo más ineficiente para combatir el cambio climático que nuestro propio bosque nativo?”, dice el activista de FFF.
En la misma línea, Isabella Villanueva, de CEUS Chile, fustiga el manejo hídrico del documento. “Uno de los puntos que vemos como definitivamente deficiente, es todo lo relacionado con agua. Lo planes para manejos de cuencas se dan recién a partir del 2030, hay muy pocos humedales protegidos, solo 20. Lo mismo sucede para turberas, las cuales son solo cinco protegidas en un plan piloto al 2030, y no se mencionan para nada la situación de los salares altoandinos que actualmente están fuertemente amenazados por la extracción de litio”, argumenta.
“Lo que se reafirma con esta propuesta del gobierno es que el agua no está garantizada como un derecho elemental de las personas y que la prioridad debiese ser el consumo humano. Es un tema de enorme importancia que queda como materia pendiente, más aun cuando en la situación de pandemia como la que vivimos queda en evidencia la necesidad de acceso igualitario al agua como método básico de defensa de la población”, complementa la coordinadora de campañas de Greenpeace, Estefanía González.
Otra de las grandes críticas de Benfeld es que las metas de Chile no están alineadas con el Acuerdo de París, manteniendo un aumento de temperatura cercano a los 2°C. “Un aumento en 2°C significaría un alarmante aumento del nivel del mar que expondría a 69 millones de personas a catástrofes como inundaciones en las zonas de costa, pérdidas tremendas de biodiversidad y un insostenible aumento de la sequía”, asegura el joven activista.
Por último, el joven campeón de Escazú acusa que el nuevo NDC “no contempló un mecanismo de participación y consulta indígena”.