Resguardar la salud mental de los niños, impulsar la innovación en el aula y el trabajo colaborativo, y volver a priorizar los objetivos del plan de estudios, fueron algunas de las recomendaciones que plantearon expertos.
El seminario virtual “Marco de respuestas educativas al COVID-19” reunió a diversos especialistas que entregaron recomendaciones para enfrentar este proceso de pandemia. Especialistas de Harvard y ONGs, el Subsecretario de Educación y una profesora de Ciencias de Angol, entre otros, dieron su visión de cómo enfrentar la situación actual originada por el coronavirus.
El gran expositor de este webinar fue Fernando Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación Educativa y del Programa de Política Educativa Internacional de la Universidad de Harvard. Él recalcó que “esta pandemia no son vacaciones de verano, sino un periodo importante de perdida de aprendizajes en los sectores más vulnerables”.
Para enfrentar esta crisis, Reimers distinguió 25 recomendaciones para impulsar el proceso educativo ante la pandemia –que forman parte de un texto publicado en marzo–, especificando que es necesario volver a priorizar los objetivos del plan de estudios; establecer un grupo de trabajo o comité directivo para generar una respuesta; desarrollar un cronograma y medios para la comunicación frecuente entre los distintos actores que conforman el sistema educativo; entre otras medidas.
Desde una óptica gubernamental, el subsecretario de Educación, Jorge Poblete respondió a la pregunta cómo mantener el foco del aprendizaje en el contexto actual, entendiendo que los efectos de la pandemia no solo han afectado al sistema educativo.
“Para este desafío no existe una respuesta técnica conocida. Los pilares para enfrentar este contexto son dos principios fundamentales; primero, resguardar la salud de los niños y niñas; y segundo, asegurar que los aprendizajes no se vean impactados”, aseguró el subsecretario.
“El desafío de adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje y dar apoyo socioemocional remotamente es enorme y depende de muchos actores; no sólo de los y las docentes. Hoy, se evidencia la necesidad del apoyo y trabajo colaborativo entre distintos niveles del Estado, sostenedores, directivos, apoderados y los mismos estudiantes. Por lo anterior, este espacio de reflexión –con distintas miradas y realidades–, es fundamental para identificar prácticas y consejos para avanzar en el mejor proceso educativo posible en este complejo escenario”, expuso Joaquín Walker, director Ejecutivo de Elige Educar.
Desde Angol, la profesora de Ciencias y ganadora del Global Teacher Prize Chile, Nadia Valenzuela, planteó que “para que un aprendizaje se vuelva significativo, el cerebro debe emocionarse y conectarse con la experiencia. Por ello, en este contexto, los profesores nos hemos visto forzados a innovar para seguir promoviendo el aprendizaje”. Junto con implementar la innovación pedagógica en el aula, Nadia Valenzuela destacó la importancia de velar por la educación socioemocional de los alumnos; el trabajo colaborativo entre los profesores y equipos directivos, apoderados y sostenedores; y la necesidad de avanzar en reducir la brecha digital.
“Los alumnos que componen las 3.654 escuelas rurales de nuestro país, deberían tener las mismas oportunidades y acercamiento al mundo digital que los alumnos de ciudad, para así adquirir las mismas habilidades y sentir, simultáneamente, la cercanía con sus profesores”, indicó la profesora.
Del mismo modo, Ana María Raad, directora de EcosiSteam y de la iniciativa #AprendoEnCasa, planteó que “hoy los profesores están pensando cómo van a retomar clases, ideando innovaciones que sean ágiles, acotadas a su medida, las que son necesarias recuperarlas y valorarlas”.
Finalmente, el investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (CIAE), Cristián Bellei hizo un llamado a no solo poner énfasis en los niveles cognitivos, sino que también analizó la necesidad de fortalecer las capacidades de las personas para vivir una vida sana.
“A nivel de las políticas, se debe contribuir a bajar la ansiedad, angustia y estrés que puede provocar el no estar en clases. Todos deberían estar de acuerdo en que este año no se puede aplicar el Simce, creo que bajaría el estrés de muchas personas. Además, se debe analizar el no aplicar la repetición de curso. Debiésemos decirles a las familias que este año no se aplicará la medida. Este tipo de iniciativas ayudarían a mejorar un estado de ánimo más bien excepcional”, expuso Bellei.