El proyecto, único en Chile y liderado por un equipo multidisciplinario de la Universidad Austral de Chile, permite identificar personas infectadas por Coronavirus con un costo hasta diez veces menor que el utilizado actualmente y replicable a nivel regional y nacional. Uno de los objetivos del proyecto fue validar un método de testeos grupales o en “pool”. De esta manera, se logra testar a la población general, como los asintomáticos, pre-sintomáticos, y personas en alto riesgo de infectarse.
En marzo de este año, aún cuando en Valdivia no habían casos diagnosticados de Covid-19 y con solo los primeros infectados en Chile, un equipo de investigadores de las Facultades de Ciencias Veterinarias, Medicina, Ciencias y del Centro de Genómica y Biotecnología de la Universidad Austral de Chile, decidieron reunirse para aportar y buscar alguna solución a esta pandemia. Fue así como empezaron a trabajar en proponer una iniciativa que no solo innova en su forma de testeo, sino que además permite generar un modelo de vigilancia de de la enfermedad, replicable en cualquier parte de Chile.
El proyecto ya finalizó sus tres etapas: la primera fue validar la técnica de muestreo, individual y grupalmente; la segunda aplicarla en un plan piloto, en el que testearon a 450 personas, y la tercera generar un “modelo de flujo de trabajo”, para entender los requerimientos para lograr un modelo de vigilancia masivo de Coronavirus que se pueda replicar en cualquier otro lugar.
“Esto implica también saber los costos asociados a este programa, y los volúmenes de muestras con el equipamiento disponible, que en nuestro caso podemos llegar a analizar 17.500 personas mensualmente”, contó Claudio Verdugo, director del Laboratorio de Ecología de Enfermedades de la U. Austral de Chile y líder del proyecto.
Analizando la prueba que actualmente se utiliza como oficial (qPCR – TaqMan), los investigadores evaluaron que en términos de costo y eficiencia «debido a la alta demanda, en el mediano plazo se prevé escasez de los insumos necesarios, por lo que hemos validado una forma de detección viral alternativa», destacó Verdugo. Sin embargo, el virus del Covid-19 puede detectarse a través de la prueba oficial, que utiliza sonda fluorescente, pero también que existe otra opción usando tinciones fluorescentes.
Fue así como validaron esta técnica de detección en muestras individuales comprobando que, en términos de sensibilidad, ambos métodos son muy similares, con la diferencia del precio. «La tinción fluorescente, que estamos probando, es reconocida por ser una técnica económica y que se ha utilizado por muchos años», afirma. Por otra parte, recalcó que este tipo de técnicas, ambas por sonda fluorescente y por tinción fluorescente, es algo que los epidemiólogos conocen muy bien, saben las ventajas y desventajas de cada una y es algo que utilizan de manera usual en la búsqueda de enfermedades de poblaciones en animales.
Lo que hicieron fue utilizar estas mismas técnicas, pero en una pandemia humana, obteniendo los resultados positivos «la sensibilidad clínica y analítica de la prueba por tinción fluorescente hasta ahora es similar, a la sensibilidad de TaqMan (prueba oficial por sonda fluorescente), es decir, que si nosotros correlacionamos los resultados de ambas pruebas, son 100% iguales».
Las razones que llevaron al equipo UACh a buscar una técnica alternativa de testeo masivo fue que actualmente el testeo es individual y, por lo tanto, caro. Uno de los objetivos de su proyecto fue validar un método de testeos grupales o en “pool”. De esta manera, se logra testar a la población general, como los asintomáticos, pre-sintomáticos, y personas en alto riesgo de infectarse. Fue así como en la fase dos de la iniciativa, luego de validar dos distintas técnicas de detección, validaron con ambas técnicas un método de testeos masivos en grupos de 5, 10 y 20 muestras.
“Si nuestro foco son los asintomáticos y presintomáticos, la mayoría de las muestras saldrán negativo, por lo que analizar de manera individual es poco eficiente en costos y tiempo”, explicó el epidemiólogo de la U. Austral.
Asimismo, Verdugo explicó que el pool significa que tú puedes analizar cinco o 10 individuos en una sola reacción, “reduciendo considerablemente los costos y el tiempo. Hemos calculado que puede llegar a ser hasta 10 veces mas barato que el muestreo de manera individual. Solo si un pool es positivo, analizas individualmente aquellas muestras de ese grupo por separado», explica Verdugo.
Para validar la muestra fuera del laboratorio, los científicos pusieron a prueba la técnica en un plan piloto. “Usamos ambas técnicas, la oficial y la alternativa, primero individualmente y luego en pool, previa aprobación del comité ético científico. Luego muestreamos a personal del Ejercito de Chile y de personal de Salud de todos los hospitales de la Región de Los Ríos, que al menos tuvieran un caso de Covid-19 confirmado. En total fueron 450 personas en riesgo a la infección por el alto grado de exposición y por las funciones criticas que desempeñan”, contó el líder del equipo de investigación.
El financiamiento para el proyecto lo obtuvieron a través del Gobierno Regional de la región de Los Ríos y de la Universidad Austral de Chile a través de la Vicerrectoría de Investigación, innovación y Creación Artística (VIDCA) y la Facultad de Ciencias Veterinarias.
Hay que destacar que las tres etapas de esta iniciativa fueron ejecutadas en un tiempo muy breve, desde que se recibieron los aportes financieros hasta la finalización del piloto, que fue entre el 16 de abril y 12 de mayo.
El tercer objetivo y el más relevante es que el plan piloto permitió validar y optimizar las técnicas y decidir por la más costo-efectiva, para generar un modelo de flujo de vigilancia del Covid-19.
“En este plan quiero destacar que la idea no es reemplazar la técnica actual de los sintomáticos enfermos, sino que es salir del eje hospital-enfermo y monitorear a personas en riesgo, pero de forma masiva, esto con el objetivo de controlar el virus primero, y luego, en una etapa post-peak o desescalamiento de crisis, lograr establecer zonas libres de contagio”, explicó Verdugo.
“Más del 50% de las personas son asintomáticas por lo que es necesario una herramienta efectiva, barata, rápida y masiva que permita detectar y aislar a los enfermos y en este sentido nuestra propuesta, de trabajar con esta técnica alternativa y en pool es una muy buena solución”, agregó.
Al mismo tiempo Verdugo dijo que en este sistema de vigilancia establecimos los criterios de a quienes hay que testear y monitorear de manera prioritaria para evitar la saturación de los sistemas de salud. “Es muy distinto el riesgo de los niños, a los de un centro de adulto mayor, o una cárcel o de los familiares del personal de la salud. Y por ello establecimos criterios, y cual es la presión de muestreo necesaria en cada uno para que este modelo pueda ser replicable en cualquier otro lugar”.
“Sabemos qué equipos e insumos de laboratorio se necesitan, cuánto personal, a quienes hay que testar y cuanto cuesta”, finalizó.
La seremi de Ciencias, Tecnología y Conocimiento, de la Región de Los Ríos, Dra. Olga Barbosa, destacó el proyecto. “Los investigadores usaban estas técnicas, pero en ecología de enfermedades en animales y lograron adaptarla para humanos para diagnosticar del COVID-19 y eso es innovación. Además de que lo hicieron en un tiempo récord”, indicó
Así también destacó el bajo costo y la importancia del diagnóstico masivo que proponen indicando que, “esto permite lograr llegar a más personas, algo que en Chile aún no se ha podido hacer. Si bien el Gobierno ha expandido a quienes debe diagnosticar no se está haciendo de manera masiva, y eso es algo que en otros países se está probando y realmente funciona”.
Por su parte, el vicerrector Hans Richter, de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística, señaló que se trata de “un proyecto que nos permite independizarnos de la cadena internacional de suministros de diagnóstico, mostrando que a nivel país somos capaces de lograr innovar en soluciones concretas de primer nivel y que beneficiaría no solo a la región si no que a todo Chile ya que el programa de vigilancia que plantean permite que sea replicable y escalable”.
Recientemente la investigación se publicó un paper científico con los resultados el que se encuentra en el siguiente link.