Según el último Censo, en nuestro país existen un poco más de 2 millones de personas mayores. De ellas un 6,28% se encuentra realizando alguna actividad laboral, pues a medida que las personas se acercan a los 60 años les es mucho más complejo acceder a un trabajo formal.
Es por ello, que se hace sumamente relevante hablar sobre la valorización del talento senior y la diversidad generacional que aporta tanto en las organizaciones, pues podemos ver una problemática desde diversas miradas y aportar desde el ingenio, la experiencia y la innovación.
A su vez si miramos cómo es ser mayor en Chile, también debemos preguntarnos, ¿por qué las personas deben seguir trabajando hasta avanzada edad en nuestro país? Esto claramente se debe a políticas deficientes en cuanto a los derechos y el bienestar de las personas mayores y la situación cada vez se está haciendo más insostenible.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el 2035, este segmento de la población bordeará los 4 millones de personas en Chile, es por ello que se hace urgente asegurar pensiones dignas, un sistema que retribuya a la población, todo lo que han contribuido en la sociedad.
Además, como ocurre con cada segmento de la población que no aporta fuertemente al sistema y a la fuerza laboral, las personas mayores y sus opiniones dejan de ser tomadas muchas veces en cuenta, es por ello que debemos comenzar a escuchar lo que necesitan, más que determinarlo por ellos.
Es momento de abrirnos a la inclusión efectiva, en la que actos como ceder el asiento, rebajar los pasajes de la locomoción colectiva o contar con horarios preferenciales para la atención de personas mayores sean solo gestos que acompañen a políticas publicas robustas que protejan la calidad de vida que merece la población más longeva de nuestro país.