La nueva variante británica -que ya llegó a Chile- es más contagiosa por lo que diversos países están estudiando medidas más restrictivas.
La asociación española Nofumadores.org pidió este lunes al Gobierno de su país «que se ponga serio y no permita fumar en calles y terrazas» ya que la nueva variante del covid-19 es «hasta un 70 por ciento más contagiosa».
En una nota de prensa, la organización aseguró que los dos metros de distancia en restaurantes y aceras no se cumplen, por lo que apelaron a la prohibición «cuando no se pueda respetar una distancia interpersonal de al menos 10 metros».
La asociación también solicitó que se extienda la prohibición a fumar caminando por la calle y lamentó que en este momento los fumadores tengan concedido un «salvoconducto» para realizar una actividad «peligrosa» cuando al resto de la población se le requiere el uso de la mascarilla.
La presidenta de la organización, Raquel Fernández, también advertió de que los aerosoles de los cigarrillos electrónicos también están en el punto de mira y «varias investigaciones apuntan que el riesgo de contagio es hasta un 500 por ciento mayor».
Existe preocupación en Europa por las nuevas variantes británica y sudafricana del virus junto a la mayor actividad social debido a las celebraciones navideñas.
La cepa británica ya llegó a Chile y se extienden por varios países, entre ellos Finlandia (uno de los Estados europeos con menor incidencia de la covid-19), Alemania, Australia, Canadá, Singapur, Japón, Corea del Sur, España, Francia, Dinamarca, entre otros.
Ante la cepa descubierta el 20 de diciembre en el Reino Unido, aunque se piensa que ya existía en septiembre, otro de los países donde se han detectado, Bélgica, estudia modificar su estrategia de vacunación de forma que se administraría la primera dosis a más gente y se dejaría la segunda para más adelante.
La variante británica conlleva que los hospitales en el sureste inglés estén bajo una creciente presión por el fuerte incremento de los contagios de la covid-19, debido a la rápida propagación de la nueva cepa del coronavirus.
Pese a la esperanza que supone la vacuna, varios países europeos están estudiando nuevas restricciones que incluyen cierre de fronteras, comercios no esenciales, el ocio nocturno, la vida cultural y la gastronomía, además de un nuevo confinamiento.