Sustentabilidad
En el humedal El Culebrón se llevará a cabo el proyecto de monitoreo que contemplaría en el futuro a otros humedales de la región.
Contar con nuevas tecnologías que permitan robustecer y hacer más eficientes las fiscalizaciones en terreno de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) forma parte del proyecto del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), que se está formulando para monitorear el estado de los humedales de la región de Coquimbo.
El proyecto piloto se inicia con el humedal El Culebrón de Coquimbo, donde están trabajando en conjunto la Armada de Chile, la SMA, la Municipalidad y el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas y Semi Áridas (CEAZA) relacionados a la protección y conservación del ecosistema ubicado en la Avenida Costanera.
La seremi del Medio Ambiente, Claudia Rivera explicó que la iniciativa busca “tener una mejor fiscalización en terreno de las intervenciones y denuncias que estamos recibiendo normalmente por parte de la comunidad”.
Por su parte, el superintendente del Medio Ambiente, Cristóbal de la Maza indicó que estos humedales “son lugares donde la comunidad puede apreciar la naturaleza dentro de la ciudad y hay que cuidarlos con todas las atribuciones que tenemos desde el Estado”.
Tras la publicación del Reglamento de la Ley 21.202 de humedales urbanos en el Diario Oficial, comenzaron a implementarse los procesos de reconocimiento de la calidad de humedales urbanos y se establecieron los criterios mínimos para su sustentabilidad, para luego ser declarados por el Ministerio del Medio Ambiente, de oficio o petición de los municipios.
En ese sentido, el subsecretario del Medio Ambiente, Javier Naranjo, manifestó que “estamos trabajando junto a la Municipalidad de Coquimbo para poder declarar El Culebrón como humedal urbano. Un trabajo colaborativo entre distintos órganos de la administración del Estado que nos permita cuidar nuestros ecosistemas”.
De ser declarado humedal urbano, se convertiría en el primero de la Región de Coquimbo en contar con esa categoría, que busca resguardar los beneficios que estos ecosistemas entregan a las ciudades, al ser áreas verdes ricas en biodiversidad, espacios para la recreación, fuentes de control de inundaciones y mitigación del cambio climático.
Los humedales representan el 2% de la superficie terrestre, pero al mismo tiempo albergan el 20% de la diversidad mundial de flora. Son ambientes ricos en biodiversidad, en los que la urbanización, la extracción de aguas, el ingreso de vehículos y los micro-basurales han puesto en riesgo el hábitat para múltiples especies.
