Una propuesta de pasarela metropolitana para toda la ciudadanía, más segura y sustentable, es la que la Dirección de Asesoría Urbana de Vitacura, en conjunto con el equipo del Mapocho 42k de la Pontificia Universidad Católica, en respuesta a lo que está construyendo el Ministerio de Obras Públicas a través del contrato con Concesionaria Américo Vespucio Oriente.
Actualmente, la Concesión Américo Vespucio Oriente (AVO) se extiende a lo largo de aproximadamente 9 kilómetros y pasa por las comunas de Huechuraba, Recoleta, Vitacura, Las Condes, La Reina y Ñuñoa.
La autopista, que irá desde El Salto hasta Príncipe de Gales y entrará en servicio en abril de 2022, supone una inversión de 900 millones de dólares y «se hace cargo de parte de la anhelada aspiración de cerrar el anillo Américo Vespucio», afirman en la concesionaria.
El proyecto promete descongestionar una zona altamente saturada de la ciudad, reducirá los tiempos de desplazamiento, la contaminación -tanto atmosférica como acústica-, y el consumo de combustible, soterrando la mayor parte del tránsito que actualmente se mueve en superficie.
Durante el desarrollo de las obras, las áreas verdes serán tratadas de acuerdo a las condiciones establecidas en el Proyecto de Paisajismo y, como parte de su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), contempla la construcción de una pasarela similar a la que hoy existe sobre el Puente Centenario.
Es ése el lugar el que ha generado una discusión importante en cuanto a urbanismo, sostenibilidad y seguridad vial. El puente Centenario , ubicado en la comuna de Vitacura, conecta las riberas norte y sur del río Mapocho a través del eje Américo Vespucio. Tiene 195 metros de largo y pasa, además, sobre la Avenida Escrivá de Balaguer y la Autopista Costanera Norte.
De acuerdo a la Dirección General de Concesiones del MOP, la sociedad concesionaria debe construir una pasarela similar a la que existe actualmente sobre el Puente Centenario para separar los flujos de ciclistas y peatones. “Esta pasarela posee una longitud aproximada de 200 metros. La Municipalidad de Vitacura presentó una propuesta para construir una pasarela de 500 metros de longitud, que permitiría unir de manera directa el Parque Metropolitano con el Parque Vespucio, pero ese proyecto excede significativamente el costo de la pasarela contemplada dentro de las obligaciones de la RCA. En este contexto, se ha revisado en conjunto el proyecto y el MOP ha planteado que cualquier diferencia de costos que involucre una pasarela distinta a la aprobada actualmente en el proyecto deberá ser financiada por el Municipio de Vitacura. A la fecha no ha existido una propuesta formal de financiamiento por parte del Municipio”.
Efectivamente, existe una propuesta alternativa de la Municipalidad de Vitacura , en conjunto con el equipo del Mapocho 42k de la Pontificia Universidad Católica, por considerar que la pasarela MOP/Concesiones es insegura para los transeúntes y no es una buena solución desde un punto de vista total para la ciudad ya que presenta poca interconectividad entre importantes parques metropolitanos, de uso cotidiano de todos los habitantes de Santiago.
De acuerdo con datos del Parque Metropolitano, 50 mil peatones y 100 mil ciclistas al mes circulan por el sector, y deben cruzar obligadamente por peligrosos pasos de cebra emplazados en curvas y salidas de túneles diseñados para velocidades vehiculares riesgosas, principales razones por las que se considera arriesgado e inseguro.
Por eso la Dirección de Asesoría Urbana de Vitacura y la Universidad Católica tienen una propuesta urbana de una escala diametralmente distinta: buscan construir un recorrido para peatones y ciclistas, de acceso universal, que una el Parque Metropolitano, los parques de Borderío Mapocho 42K y el Parque Américo Vespucio.
“El objetivo ha sido gestionar ante el MOP el poder incluir en las obras de concesiones una propuesta que aborde de manera integral y segura las necesidades de conectividad y accesibilidad universal de este nudo vial y los parques que en él convergen, generando cruces seguros y accesibles universalmente para peatones y ciclistas. Estos aspectos no son resueltos por la propuesta de pasarela MOP/AVO que, si bien presenta un menor costo, sólo plantea una estructura de pasarela paralela a la ya existente, replicando sus mismas falencias, sin hacerse cargo de los cruces peatonales y ciclistas del entorno y desconectada de los parques adyacentes”, explican desde la Dirección de Asesoría Urbana de Vitacura.
Por su parte, la directora del proyecto e integrante del equipo Mapocho 42K, Sandra Iturriaag, explica que el municipio le ha exigido al MOP hace cuatro años tener una respuesta integral a la zona, catalogada como un nudo que posee una condición neurálgica de cruce en el río Mapocho.
“Nosotros nos involucramos hace dos años en el cual asistimos al municipio elaborando y desarrollando una contrapropuesta a lo que el MOP tenía inicialmente en la RCA, y que en realidad no respondía a esta solución integral. Desarrollamos esta contrapropuesta con conversaciones con el MOP, con cálculo incluso de ingeniería conceptual que permitiera saber sus costos”, afirma Iturriaga.
Darle una condición de respuesta integral para una conectividad peatonal y de movilidad reducida y con accesibilidad universal, “implicaba un parámetro mucho más alto del que hoy día se está presentado como solución MOP/AVO, que es la misma propuesta desde el día inicial”, comenta la experta.
El trazado y diseño planteado en la propuesta del municipio y Mapocho 42K es previo y responde a aspectos funcionales, puntos críticos, condiciones y atributos del sector y sin duda podrá y deberá ser precisado en etapa de desarrollo del proyecto definitivo y debidamente socializado con la comunidad.
“Con respecto al valor, durante los meses de agosto y septiembre de 2020 se realizó una mesa técnica donde participaron los equipos técnicos de la Dirección de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas y el Municipio, en la cual se analizaron ambas propuestas y sus costos. Si bien existe una diferencia entre ellas de 1 a 3, éstas no son comparables pues no responden a las mismas necesidades y tienen largos distintos”, señalan desde la Dirección de Asesoría Urbana de Vitacura.
“A la fecha, el MOP nos ha respondido que está disponible para ejecutar la Pasarela Centenario propuesta por el Municipio si es que éste último obtiene el financiamiento para desarrollar el diseño definitivo y cubrir el costo diferencial entre ambos proyectos. Esto nos parece incorrecto, pues si bien la anterior administración del MOP se comprometió ante el municipio y representantes vecinales a realizar esta iniciativa, hoy echaron pie atrás y no se observa una voluntad ministerial para abordar de manera conjunta el financiamiento necesario, que representa menos del 1% del costo total de las obras de AVO. Estimamos que el Ministerio no puede eludir su compromiso con la ciudad y la conectividad de sus Áreas Verdes de escala metropolitana. Esto no es para Vitacura, es para la ciudad de Santiago y que todas las personas puedan acceder a sus parques”, manifiestan.
En ese sentido se busca aunar esfuerzos en beneficio de la ciudad, con aporte de ambas instituciones, Municipio y Ministerio, para poder sacar adelante esta obra que viene a saldar una deuda en este importante nudo vial, ya que las grandes obras de infraestructura se han abocado principalmente en la conectividad para los vehículos motorizados y no en el acceso de los ciudadanos a parques y equipamientos metropolitanos.
En cuanto a la edificación del proyecto, se busca la viabilidad y accesibilidad para que sirva a toda la ciudadanía, incluso dentro de varios años más .“La contrapropuesta que se está haciendo efectivamente coincide con los parámetros de accesibilidad, seguridad e incluso densidad de uso, es decir, todo lo que significa exponencialmente cómo va a crecer este acceso que ya hoy día tiene mucho uso. El acceso por La Pirámide y el Parque Metropolitano, y todos los cruces de usuarios que hoy día se están dando, se van a quintuplicar o más porque cada vez que se pone infraestructura para el peatón y el ciclista la respuesta es inmediata, se quintuplica en muy poco tiempo”, explica Sandra Iturriaga.
El proyecto busca ser factible tanto para transeúntes, ciclistas y peatones, con el fin de que toda la ciudadanía pueda tener acceso a esta conectividad, incluso con un impacto sustentable y medioambiental. “La idea también de reducir el paso de niños yendo desde la vereda desde la ribera sur hacia la ribera norte a un conjunto de colegios que están allá implica una mejora en los aspectos ambientales, sociales, económicos, en todo. Y eso es tan archi sabido que cuesta entender por qué no son los parámetros para iniciar estas obras, porque en realidad son parámetros que internacionalmente es fácil calcularlos”, agrega la arquitecta.
“Lo que está ocurriendo es que no contamos con los parámetros de hoy día se necesitan y por lo tanto hay que subir el estándar a las obras como MOP, que permitan conciliar toda la vialidad con todos los aspectos que tienen que beneficiar a los usuarios más vulnerables y en este caso son aquellos que no se movilizan en auto”, enfatiza.
Para Iturriaga es fundamental ver cómo se está pensando la ciudad y se desarrollan los proyectos, como se ha hecho en otras oportunidades. “No se puede seguir haciendo proyectos monomateriales, focalizados en un aspecto. Tenemos una super buena experiencia con el Mapocho 42k. Cuando se estaba ejecutando, el principal nudo ciego que tenía era el viaducto que cruzaba todos los parques del oriente con los del poniente en el nudo de Lo Saldes y se hizo bien”, especifica la experta.
Por eso considera que para sacar adelante esta propuesta solo se requiere voluntad política para aunar criterios con respecto a lo que hoy día la ciudad demanda.