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¿Y la accesibilidad universal? Cuestionan propuesta sobre nueva definición de veredas del Minvu Inclusión

¿Y la accesibilidad universal? Cuestionan propuesta sobre nueva definición de veredas del Minvu

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Tatiana Hernández Chacón
Por : Tatiana Hernández Chacón Estudiante de Periodismo Universidad Central.
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La propuesta de modificación a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones incluye dos puntos fundamentales que implicaría un retroceso en términos de perder espacio de vereda y su uso definido como exclusivo para peatones.


Polémica ha causado la propuesta de modificación a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), del Ministerio de Vivienda (Minvu) que incluye dos puntos que implicarían un retroceso en términos de perder espacio de vereda y su uso definido como exclusivo para peatones, incluidos los de movilidad reducida.

Son las actuales definiciones de “ciclovía” y “vereda”que  técnicamente aluden al tránsito de peatones. Sin embargo, en la propuesta se mantiene la regla general respecto a que las ciclovías deben emplazar en la calzada de una vía. No obstante, se flexibilizan los criterios de excepción bajo los cuales ésta podría ir ubicada en aceras o de uso público tales como parques, plazas y áreas verdes aduciendo a razones de seguridad o continuidad.

Pero en términos de movilidad y de jerarquización de prioridades de distribución del espacio público donde los peatones, en especial aquellos con discapacidad y adultos mayores requieren de veredas de uso exclusivo, esto es, espacios protegidos, despejados de obstáculos y barreras.

Desde Ciudad Accesible, la defensa de los espacios destinados a la movilidad segura, accesible y confortable de los peatones es una prioridad en la medida que dichos espacios, sobre todo que las veredas sean espacios libres de obstáculos, con dimensiones y superficies adecuadas para personas tanto con discapacidad como quienes tienen la facultad de transitar.

Pamela Prett Weber, directora de Corporación Ciudad Accesible, explica que la definición propuesta para “vereda” agrega peligrosamente el concepto de uso destinada preferentemente al tránsito de peatones. “Así como la ley de tránsito y la propuesta de Minvu definen una ciclovía como un espacio destinado al uso ‘exclusivo’ de bicicletas y triciclos la vereda debe, con mayor razón, ser definida como un espacio exclusivo para el uso de peatones. Preferente es muy diferente a exclusivo y da pie para muchas interpretaciones y excepciones”, explica.

En cuanto a la calidad de las veredas de Santiago, de acuerdo con la directora de Ciudad Accesible, las personas con discapacidad al igual que el resto de peatones han sido históricamente postergados respecto a la calidad del espacio destinado a su circulación.

“Nuestras veredas están subdimensionadas respecto a su ancho, llenas de postes y obstáculos. Su continuidad a través de los cruces peatonales tampoco dan seguridad. Si una modificación incorpora criterios de excepción bajo los cuales las ciclovías podrían ir emplazadas en aceras es abrir una ventana para disminuir aún más el espacio de circulación y uso peatonal”, cuenta Prett.

Personas con movilidad reducida que necesitan de veredas de calidad

En Chile viven cerca de 3 millones de personas con alguna condición de discapacidad (16,7% de la población). “El número de personas que se ven afectadas por la mala calidad de nuestras veredas es mucho mayor ya que incide directamente en la seguridad de todos los peatones”, alude la directora de Corporación Ciudad Accesible.

De acuerdo con Pamela Prett, las veredas corresponde a las vías peatonales y deben cumplir por ley con ciertos estándares de accesibilidad, por lo que debe contener una “ruta accesible” definida con requisitos de alto, ancho y materialidad para que sirva sin conflictos físicos o de percepción a las personas con discapacidad.

“Nuestras veredas no son seguras ni responden a los estándares de movilidad y uso que se necesitan (…) Hay una tremenda sensación de inseguridad en las personas mayores y con discapacidad al circular por la ciudad. Las baldosas sueltas, pequeños desniveles, scooters o bicicletas que insisten en usar la vereda, postes, señalizaciones, etc. dejan al peatón, en especial a los más vulnerables, sujetos a un espacio poco seguro e inaccesible”, puntualiza la experta.

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