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Fortaleciendo las habilidades parentales como soporte del aprendizaje en niños, niñas y adolescentes Niñez

Fortaleciendo las habilidades parentales como soporte del aprendizaje en niños, niñas y adolescentes

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El programa Generation PMTO (Parentalidad que Motiva con Ternura y Optimismo) es una iniciativa que promueve las habilidades sociales en la crianza y previene, reduce y revierte el desarrollo de problemas de conducta en niñas, niños y jóvenes.


La crianza en la actualidad tiene importantes desafíos, que incluyen nuevas tecnologías como redes sociales, largas jornadas laborales y altas exigencias académicas, entre otros factores. Pero a eso se ha sumado la pandemia que ha llevado a prolongados confinamientos y poca sociabilización, afectando la salud mental tanto de adultos como de de niños niñas y adolescentes (NNA).

La investigación empírica sobre habilidades parentales ha demostrado que prácticas de crianza efectivas y un ambiente estimulante dentro de la familia constituyen un sobresaliente factor protector en la vida de los hijos e hijas.

En contraste, una crianza con aspectos negligentes y punitivos se relaciona con posibles conductas problemáticas en niñas, niños y adolescentes, tanto a nivel emocional como de comportamiento.

Además, aumenta el riesgo de que como futuros padres y madres continúen repitiendo patrones de relaciones familiares negativos, lo que puede llevar a maltrato, negligencia o abuso con su descendencia.

Es por esto que la teoría del aprendizaje de interacción social en la cual se basa el Programa Generation PMTO (Parentalidad que Motiva con Ternura y Optimismo) especifica que las habilidades parentales son la clave para mediar y amortiguar los factores de riesgo asociados al contexto familiar.

¿En qué consiste el Programa Generation PMTO?

El enfoque principal del programa PMTO es potenciar -a través del entrenamiento en habilidades parentales positivas en los padres y cuidadores- un desarrollo positivo en los niños, niñas y adolescentes, incluyendo los distintos ámbitos en los cuáles estos se desarrollan: familia, pares, escuela y otros.

La estimulación de habilidades positivas en los NNA favorece la regulación emocional, el manejo adecuado de los límites y la disciplina,  lo que disminuye las probabilidades de problemas de conducta y aumentan el desarrollo positivo, entre otros factores.

Se ha demostrado así grandes efectos en la futura conducta, ya que las habilidades quedan instaladas en la familia: es la misma familia la que se transforma en agente de cambio de sus niños y niñas.

Según la psicóloga clínica y coordinadora del Programa PMTO de Fundación San Carlos, Luz Cantizano Rioseco, los padres pueden apoyar, por ejemplo, los procesos educativos a sus hijos.

«Lo primero es centrarnos en sus fortalezas y diciéndoles explícitamente lo que están haciendo bien con frases como: ‘¡Qué bien te quedó esa tarea!’, ‘Ví que te esforzaste mucho en esto’, ‘Qué bien que te mantuviste atento atenta toda la clase’ o ‘¡Eres muy inteligente!’”, explica la experta.

Este tipo de frases «ayudará a que los niños aumenten su autoestima y percepción de autoeficacia, que se sientan capaces y quieran continuar repitiendo esas buenas acciones por las que los adultos los están felicitando y favorecerán el proceso educativo».

Los resultados de trabajar y entrenar a las familias en habilidades parentales positivas de presentan en distintos niveles, tanto en los cuidadores, como en los niños, niñas y adolescentes.

Dentro de los resultados en madres, padres y cuidadores destacan que se han entrenado en esto lleva a un aumento en las prácticas parentales positivas, mejora en el estándar y calidad de vida, satisfacción marital, disminución de síntomas depresivos, disminución de parentalidad coercitiva y disminución de la tasa de arrestos y pobreza a largo plazo.

Por lado, dentro de los resultados en niños, niñas y adolescentes, se encuentran una mejora en resultados académicos, aumento de habilidades sociales, una disminución de sintomatología depresiva y/o ansiosa, abuso de sustancias, desobediencia, conductas delictivas, asociación con pares antisociales (“mala influencia”), disminución de tasas de arrestos o severidad del crimen, y disminución de abandono del hogar.

GENERATIONPMTO

Equipo de la primera generación de facilitadoras, supervisoras y entrenadoras de PMTO en Chile.

El efecto de la pandemia en la educación

La coordinadora del Programa PMTO de Fundación San Carlos reconoce los desafíos que ha implicado la educación online producto de la crisis sanitaria.

Por eso recomienda como estrategia “adaptar el espacio de estudio dentro de las posibilidades de cada hogar. No necesitamos grandes espacios, pero sí ajustarlos para que los niños y niñas tengan un espacio de aprendizaje que favorezca su atención y concentración”, señala Luz Cantizano.

Por ejemplo, sugiere apagar la televisión al momento de estudiar, dejar lejos los celulares, disminuir elementos distractores y contar con buena iluminación en el lugar.

También se debe considerar «que los adultos muestren interés en los procesos educativos de los niños. Incluso cuando no conozcamos o manejemos la materia que los niños están trabajando en clases podemos acompañarlos, ayudarlos e interesarnos en lo que están aprendiendo, ellos también nos pueden contar».

Otro de los factores que influye es el aburrimiento o pérdida de interés en las clases online. La psicóloga clínica apunta que se debe “normalizar y empatizar el aburrimiento que los niños manifiestan. Para los niños es importante que como adultos entendamos que estar tanto tiempo frente a las pantallas -cuando se trata de clases- es fome y aburrido, además de ser cerebralmente agotador».

Una segunda estrategia tiene que ver con el seguimiento y acompañamiento de las actividades escolares. «No es necesario que estemos todo el tiempo al lado de ellos, pero sí buscar un momento en el día para que niños y niñas nos cuenten qué trabajaron en clases y si le dejaron alguna tarea», explica Cantizano.

La idea es que si «los niños se sienten escuchados sobre las emociones asociadas al proceso educativo virtual, canalizará que estas tengan un espacio con los adultos, atenuando la manifestación de emociones negativas durante las clases».

Otra importante estrategia es utilizar un sistema de recompensas con los niños, buscando incentivos sin costo que ayuden a motivarlos. «A todos, incluidos adultos, nos ayuda tener una meta, algo que nos motive a seguir en el camino en todo lo que hacemos. Cuando algo nos desmotiva o perdemos el interés, los incentivos para adultos y niños resultan fundamentales porque nos alientan a continuar, nos enseñan a ser perseverantes. La invitación es a pensar ¿qué incentivos de bajo costo serían interesantes para tu hijo o hija?», destaca la experta.

Los incentivos pueden ser elegir la cena u once de ese día, pasar tiempo con su madre/padre, cocinar algo juntos, ver una película juntos, entre otros. «En definitiva, ofrecer algo que sea valioso para los niños y posible para los padres o madres de entregar cada día. Son las mismas familias quienes mejor conocen a sus hijos e hijas y pueden elegir los mejores incentivos para ellos, para mantenerlos motivados. Cuidado aquí: no buscamos ‘comprar’ a los niños, queremos enseñarles que cuando uno toma buenas decisiones las consecuencias son positivas», manifiesta Cantizano.

Es importante centrarse en las fortalezas de los NNA y mostrarles que hay confianza en que responderán de manera positiva a lo que se les está pidiendo. Por eso es importante -dentro de lo posible- evitar recriminar y retar, ya que «estas opciones solo nos conducen a una escalada de respuestas y discusiones, que nos podrían desviar de la situación que queremos resolver».

La importancia de la sociabilización

La pandemia ha afectado la vida de todas las personas, cambiando rutinas cotidianas, dinámicas sociales y familiares, alterando espacios físicos e incluso la salud mental.

La niñez también ha visto cómo las clases han cambiado, además de la falta de espacios de encuentro con amigos, amigas y compañeros. «Los espacios de sociabilización a lo largo de las distintas etapas son muy relevantes para su desarrollo positivo. Sin duda la pandemia impone múltiples desafíos y este es otro de ellos», dice Luz Cantizano

«Nada va a reemplazar los espacios de encuentro con amigos y amigas como los vivíamos antes de que todo esto comenzara, sin embargo, hay formas de favorecer esas relaciones incluso en contexto de pandemia», agrega.

La experta recomienda así que las familias pueden fomentar y facilitar videollamadas con amigos o amigas, así como los adultos mantengan contacto con otros apoderados para hacer más fluido ese contacto, según la realidad familiar.

Otra estrategia es la comunicación activa, de los adultos hacia los niños y niñas lo que implica conversar sobre sus amigas u amigos, hacerles preguntas de manera paulatina que no se transformen en interrogatorios), como quiénes son mejores amigos, cuánto los extraña y cómo se siente sin verlos, que le gustaría hacer con él o ella.

Lo importante es mostrar empatía y comprensión, además de ponerse en el lugar de los niños, y evitar frases como “esto ya va a pasar no te preocupes” y sumar frases como “te entiendo”, “también me sentiría como tú”. A veces los niños y niñas necesitan solo que los escuchemos y comprendamos, no dar consejos que no han pedido o imponer nuestro pensamiento.

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