Otra de las causas que están presentes son pérdida o aumento del apetito, desmotivación, irritabilidad y dificultades para dormir. Detectar este tipo de alteraciones a tiempo disminuye el riesgo de convertirse en trastornos a largo plazo.
Muchos son los problemas de salud asociados a la pandemia y unos de los grupos etarios más afectados, pero menos tomados en cuenta, son la población infanto-juvenil. Según un estudio realizado por la Universidad de Chile durante la llegada del Covid-19 el 29,5% de los niños dice sentirse desanimado en hacer cosas que incluso son de su interés, el 26,4% presenta dificultades para dormir mientras el 24,6% de los menores dice “estar triste”.
Según la psicóloga infanto-juvenil Michelle Leyton Muñoz, “las principales causas de consultas se han generado debido a que los niños y adolescentes han sufrido un aumento de síntomas asociados a salud mental, donde destacan, desmotivación, irritabilidad, cambios de humor y dificultad para dormir, entre otros”.
Aunque el porcentaje de tristeza en los niños es bajo, sigue siendo preocupante, ya que la mayoría asegura tener miedo a morir o algún miembro de su familia. Por otra parte, el cambio de rutinas, la disminución de interacciones sociales y la falta de habilidades parentales producidas por el teletrabajo han jugado un rol fundamental en el ánimo de los infantes y adolescentes.
“Cuando un niño o adolescente presenta algún síntoma asociado al deterioro de su salud mental, es de gran relevancia comenzar con un tratamiento de psicoterapia de manera temprana, para poder realizar un plan adecuado a sus necesidades particulares, con el objetivo de disminuir las sensaciones y comprender cuál es el origen de su malestar emocional”, enfatizó Leyton.
Por el contrario, si estos síntomas son ignorados, no desaparecen, y la mayor parte del tiempo van escalando su gravedad, es decir, si un niño presenta un terror nocturno asociado a la ansiedad que le producen los múltiples cambios que ha sufrido este último tiempo, es posible que esto avance si no recibe el apoyo adecuado.
“Esto, podría generar un problema de insomnio y seguir escalando hasta convertirse en un trastorno, por lo cual, sería necesario contar con mayor tiempo de tratamiento en el futuro, por ser más complejo de trabajar”, sostuvo la profesional.
En tanto, desde Mediclic, sistema de teleconsulta certificado para pacientes de Isapres y Fonasa, aseguran que de 2019 a 2020 el aumento de citas psicológicas en la plataforma creció exponencialmente y para el 2021 cuadruplicaron el total del año pasado en estos primeros seis meses.
Sobre esto, la psicóloga Leyton, quien ha trabajado en diversos programas del Servicio Nacional de Menores, entre ellos, Oficina de Protección de Derechos (OPD), Programa de Prevención Focalizada (PPF) y Programa de Intervención Especializada (PIE), señaló que este crecimiento se debió “al autoanálisis que han realizado las madres, padres o tutores dando cuenta, de nuestra propia salud mental, y como esta puede estar afectando los vínculos con nuestra familia”.