Inclusión
Obtuvo el sexto lugar en su competencia más fuerte, los 400 metros categoría T47 de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Pero aún le queda una prueba por realizar a esta destacada deportista nacional que desde niña entrenó para llegar lejos.
Amanda Cerna ha logrado hasta ahora un diploma en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. La deportista nacional finalizó en el sexto lugar en la final de los 400 metros categoría T47, es decir, para los corredores con un movimiento limitado en un grado bajo o moderado de un brazo, o la ausencia de extremidades.
Ella volverá a la pista el 3 de septiembre cuando dispute las eliminatorias de los 200 metros T47.
Con 22 años, Cerna corre desde pequeña. Su sueño siempre fue ser atleta y lo cumplió. Oriunda de Chiloé, comenzó su carrera deportiva desde muy pequeña. Su educación la realizó en el Liceo Galvarino Riveros De Castro.
“A los 6 años empecé a hacer deporte y a los 11 comencé a practicar atletismo, hasta el día de hoy”, explicó.
Todo partió como un pasatiempo en el colegio. “Mis padres me inscribieron en atletismo junto a mi hermana melliza, y después de clases nos quedábamos a practicar en el taller”, contó la atleta, que comenzó en el 2015 su carrera deportiva.
Corrió por primera vez a la edad de 11 años. La carrera fue de 600 metros en una provincial de Chiloé. Comenzó a ser paralímpica por consejos de una de sus profesoras, por la resistencia y requisitos que cumplía. En las calles ha corrido 10 kilómetros y en pistas 3000 metros.
Sus padres querían que fuera a la universidad como cualquier joven de su edad, pero se tomó un año, por lo que en el transcurso del tiempo se dedicó al deporte. No descarta estudiar nutrición y especializarse en el área deportiva, aclaró.
En el año 2015 participó en los Juegos Panamericanos en Toronto, en donde hizo las marcas mínimas. De ahí entró a ser parte de Team Chile, convirtiéndose en deportista paralímpica.
Según la deportista, son entre dos y tres competencias internacionales en el año. Amanda cumple con todos los requisitos de la selección, siempre hace las marcas mínimas y logra los financiamientos fuera del país.
En el año 2016 participó en los juegos paralímpicos de Río. “Fui al mundial adulto y joven en los años 2015 y 2017, llegué a ser campeona mundial juvenil”, comentó con orgullo.
El 2017 triunfó contra la atleta india Jayanti Behera en Suiza, ganando medalla de oro. “Fue una gran alegría porque eso me permitió ser campeona mundial. Ella es una rival muy fuerte, tiene mucho aguante para correr, es una atleta con mucha garra, es baja de estatura, pero corre muy bien y demasiado rápido, y al haberla alcanzado me sentí muy contenta y motivada”, cuenta.
En 2018, terminó primera en los 400 metros durante el Gran Prix Berlín Open, y al año siguiente logró una medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos de Lima.
La pandemia la mantuvo con poca actividad, hasta que en febrero de 2021, ganó la medalla de oro de los 400 metros y la medalla de plata de los 200 metros en el Grand Dix de Dubái.
En marzo de 2021, ganó la medalla de oro en los 400 metros del Grand Prix de Túnez y la medalla de plata en los 200 metros.
Cerna nació con una malformación congénita en su brazo izquierdo, pero para ella tal condición nunca fue un impedimento para hacer lo que le gustaba.
“Me di cuenta muy tarde que usaba prótesis (risas), lo veía como algo normal de mí y para entrenar y competir con personas sin discapacidades, no lo vi como una desventaja”, contó con positividad.
Ha logrado llevar bien discapacidad en su vida deportiva, a pesar de ciertas dificultades. “Me cuesta un poco el braceo y en desequilibrio en la salida de tacos, ya que soy velocista”, explicó.
Sus padres la trataron en el instituto de rehabilitación Teletón desde los 6 meses, por lo que le reemplazaron la extremidad que le faltaba. Pero cuando se empezó a dedicar al deporte, los médicos de la institución le hicieron una prótesis de fibra de carbono para que pudiera correr sin ningún problema.
Es una de las deportistas destacadas que han pasado por la institución y representa a nivel mundial a Chile, ya que su condición nunca fue un obstáculo.
Por eso, le dice a jóvenes y niños con discapacidades “que se motiven a salir adelante, no existen impedimentos. Finalmente es querer y al final la única barrera es decirnos que no a nosotros mismos”.
