Expertas plantean cómo la región puede alcanzar objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en materia arquitectónica y cuáles son los principales desafíos de América Latina.
Sólo a través de una intervención integral, que aborde el urbanismo y la arquitectura desde distintas miradas y considerando todos los ecosistemas que conviven en un mismo territorio, América Latina podrá contar con ciudades más seguras, inclusivas y sostenibles. Esta es la conclusión a la que llegaron cuatro reconocidas arquitectas chilenas que reflexionaron sobre la realidad de la región pensando que América Latina es una de las zonas más urbanizadas del planeta, con el 82% de las personas viviendo en ciudades.
Se trata de Ana María Dávila, gerenta general de la oficina de Arquitectura Archiplan; Andrea Boudeguer, directora de BAU Accesibilidad; Patricia Durán, socia fundadora de DMAS Arquitectos; y Paulina Villalobos, directora de DIAV iluminación, quienes fueron convocadas por un proyecto de CORFO para elaborar propuestas hacia el resto del continente desde sus respectivas especialidades, permitiéndoles aportar al cumplimiento de uno de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en lo relativo a mejorar la calidad de vida en las ciudades, las que en el caso de Latinoamérica se encuentran en una encrucijada por la falta de planificación.
“La planificación urbana es el gran déficit de nuestras ciudades. Se regula mucho, pero se planifica poco y con escasa coordinación estratégica e integrada para hacer ciudad”, explica Ana María Dávila.
Agrega que revertir esto requiere “encontrar la vocación de cada territorio y sus habitantes para llevar adelante una planificación con visión a largo plazo que evite y reduzca la segregación y la inequidad en materia urbanística”.
Andrea Boudeguer, por su parte, advierte que existe una necesidad creciente de actualizar las legislaciones y normativas de los distintos países de Latinoamérica en términos de accesibilidad universal. “Actualmente son varios los países de Centro y Sudamérica que cuentan con normas de accesibilidad, pero no aseguran a las personas con discapacidad el acceso a espacios e infraestructura pública en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía. Entonces, si no incorporamos la accesibilidad universal desde la base de los proyectos, estamos dejando de lado al 15% de la población mundial. Por eso la importancia de establecer que ningún proyecto puede ser sustentable si no es accesible”.
Por su parte, Patricia Durán considera que América Latina también debe reducir la brecha digital en materia de construcción. “La arquitectura digital avanzada permite reducir hasta en 30 por ciento el costo de un proyecto ya sea un edificio o una obra vial. ¿Qué tiene que ver esto con los Objetivos de Desarrollo Sustentable? Mucho, porque incorpora eficiencia al desarrollo de una obra, en términos de recursos, tiempos de ejecución e incluso su vida útil, cumpliendo un rol cada vez más preponderante a la hora de planificar”.
Finalmente, Paulina Villalobos, sostiene que dentro de la planificación integral que requieren las ciudades de América Latina debe incorporarse el diseño de iluminación arquitectónica. “En pleno siglo XXI la iluminación de las ciudades continúa realizándose generalmente más para los automóviles que para la gente y han proliferado sin control sistemas de iluminación led capaces de dañar la vista y de impactar negativamente a especies vegetales y animales”.
“Por eso el diseño de la iluminación desde la arquitectura debe estar en armonía con el medio ambiente, debe ser energéticamente eficiente, respetando la noche como parte de nuestro ciclo natural, y también generar belleza para contribuir al bienestar de las personas”, afirma, concluyendo que “son grandes los desafíos que se vienen para el futuro, en un continente donde el 82% de la población vive en grandes centros urbanos y donde muchas veces se olvida que las ciudades deben ser para las personas y en sintonía con el medio ambiente”.
Cabe mencionar que uno de los grandes desafíos que tiene Chile a futuro es crear ciudades que sean más inclusivas y pensadas en todos los actores sociales que componen a la sociedad.