Reciente estudio de Linkedin arrojó que los cambios tecnológicos, la modalidad híbrida y la sobrecarga digital han repercutido en el bienestar de los trabajadores.
La pandemia del coronavirus ha tenido grandes consecuencias y una de ellas es, sin duda, una completa reconfiguración del escenario laboral. Si bien las organizaciones han podido adaptarse, los colaboradores han sentido el impacto en su salud emocional. Así lo reveló una encuesta de Linkedin que abarcó 5 mil casos concluyendo que el 74% de las mujeres y el 61% de las mujeres declara sentirse estresado por razones relacionadas con el trabajo.
Estos datos son coherentes con la realidad en Chile, donde la salud mental de los trabajadores ha sido tema de preocupación y debate. De hecho, del total de licencias médicas electrónicas emitidas en los primeros 8 meses del año, «Trastornos mentales y del comportamiento» alcanza casi el 30%.
En este escenario, la pregunta es, ¿qué deben hacer las compañías para contener este escenario de agotamiento, nuevos paradigmas e incertidumbre? Desde Mandomedio, empresa chilena referente en la gestión de personas, entregan cuatro pilares que toda organización debería tener en cuenta:
Fidelizar a los equipos, generar en ellos sentido de pertenencia y hacerlos parte de los objetivos son la primera prioridad, pues de eso depende directamente su bienestar emocional y el desempeño que entreguen en la compañía. Se trata de una materia que parece evidente, sin embargo, una investigación de la consultora Gallup arrojó que solo el 15 % de los colaboradores manifiesta entusiasmo por el futuro de su compañía, lo cual refleja la carencia de motivación. Para esto, es clave que los líderes de equipo mantengan una permanente conexión, instauren actividades de feedback y comuniquen de manera permanente objetivos y avances en los mismos, reconociendo abiertamente a los integrantes destacados.
De acuerdo a la última edición del Workmonitor casi el 30% de los empleados espera que se establezca un programa de apoyo para mejorar sus habilidades y el 26% aseguró querer más formación en tecnología y oportunidades de reskilling, es decir, de aprender nuevos conocimientos fuera de sus actuales competencias. Frente a esto, no cabe duda que uno de los retos a nivel de empresas es generar instancias de aprendizaje, ya sean presenciales o a través de un sistema online learning que es más rápido, efectivo y simple, y además entrega la flexibilidad de cursarlo en cualquier momento.
La reciente versión del “Termómetro de la salud mental en Chile” fue reveladora en cuanto al impactos de la crisis sanitaria en la salud mental de los trabajadores: un 46% de personas afirmó que sus preocupaciones le han hecho perder mucho sueño, el mismo porcentaje declaró sentirse agobiado y tenso y un 30% declaró estar poco feliz o deprimido. Esto refuerza la necesidad de que los empleadores estén constantemente atentos al estado de sus equipos y, para ello, la tecnología también juega a favor.
Una muestra de ello es el programa Emotiv, que permite medir el bienestar físico y mental de los integrantes de las organizaciones por medio de un cuestionario online autoaplicado de seis preguntas, que arroja datos, calificando a los encuestados dentro del nivel bajo (rojo), medio (naranjo) o alto (verde) de energía, permitiendo así anticipar crisis y tomar medidas correctivas.
Un reciente análisis determinó que el 51% de los chilenos señala que se siente seguro de volver a la oficina en los próximos seis meses, mientras 49% se siente inseguro.
Más allá de esas cifras, lo cierto es que trabajar de manera remota, o bien en un formato híbrido, son una oportunidad siempre y cuando las personas cuenten con la infraestructura y las competencias necesarias, a la vez que los empleadores establezcan dinámicas compatibles con la rutina personal.
En ese sentido, es clave que se revisen dichas condiciones y se cubran las falencias detectadas, tanto en términos de habilidades como de logística, para que cada uno trabaje en las mejores condiciones, optimizando rendimiento y calidad de vida.
