La VI versión del Informe de Sustentabilidad realizado por el gremio salmonicultor contó con datos de las diez empresas asociadas al gremio y dio cuenta de una disminución de 15% en el uso de antibióticos al cierre de la producción de los centros respecto a 2019, siendo 2020 el año con la mayor baja desde que se hace el reporte.
Recientemente, se lanzó el VI Informe de Sustentabilidad de SalmonChile, dando a conocer indicadores sociales, sanitarios y ambientales que reflejan el desempeño de la actividad en materias como uso de antibióticos y productos químicos, productividad y certificaciones. Asimismo, en su última versión se integraron nuevos datos, como el indicador de colaboradores por género.
Este informe lleva 6 años siendo publicado de manera ininterrumpida como parte de la política de transparencia y buenas prácticas que está impulsando el gremio salmonicultor.
“Es un ejercicio de transparencia y buenas prácticas, que muestra los avances, desafíos y brechas del sector. Es destacable el esfuerzo por avanzar en índices más sustentables, lo que es una muestra del real compromiso de las empresas con el cuidado ambiental y la vinculación con el entorno”, destacó el presidente de SalmonChile, Arturo Clément.
En esta versión, el documento muestra cómo la salmonicultura ha avanzado en sus indicadores ambientales y trabajado en la vinculación con las comunidades. Solo en 2020, se generaron 1.187 acciones en conjunto con actores sociales locales, lo que muestra un aumento de 5% respecto a 2019. De igual manera, este documento deja en evidencia la labor llevada a cabo en términos de gestión de reciclaje, logrando reducir 72.000 toneladas de residuos durante 2020.
El nuevo informe reveló que 2020 fue el año en que se utilizaron menos antibióticos, llegando a 298 gramos por tonelada cosechada, lo que pone a la industria en muy buen pie para llegar a su meta de reducir en un 50% el uso de los mismos a 2025. Para ese objetivo, en 2018, SalmonChile e Intesal lideraron un acuerdo con la ONG internacional Monterey Bay Aquarium, entre otras acciones, por lo cual ya se observan exitosos resultados producto del trabajo en conjunto.
Solo en 2020, las empresas asociadas al gremio disminuyeron en 15% la utilización de antibióticos respecto a 2019 a ciclo cerrado (cierre de la producción de los centros). Para el gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), Esteban Ramírez, el resultado es el reflejo del trabajo que ha hecho el sector por mejorar su interacción con el medioambiente.
“La salmonicultura viene trabajando hace varios años en la disminución del uso de antibióticos y 2020 ha demostrado que el trabajo ha tenido frutos. Asimismo, esta forma de trabajo, utilizando ciencia, tecnología e innovación, aplicada en todos los ámbitos, permite resultados en otras áreas, como la disminución en accidentabilidad en los últimos años y en la tasa de mortalidad de salmones”, puntualizó.
Intesal es el brazo técnico y científico de SalmonChile, por lo que Esteban Ramírez también se refirió a la realidad en torno al uso de antibióticos en el país. “Los antibióticos son necesarios para combatir enfermedades en personas, en la agricultura y en la producción de cualquier proteína animal, y en Chile, a diferencia de otros países que cultivan salmón, su uso responde al tratamiento de enfermedades que solo existen aquí. Sin embargo, estamos avanzando mucho en su disminución a través de ciencia, tecnología e innovación”, resaltó.
Ante la pregunta sobre el impacto que puede tener el uso de antibióticos en las personas, el ejecutivo enfatizó que estos son administrados bajo un estricto protocolo.
“El uso de antibióticos se realiza bajo vigilancia veterinaria y del Sernapesca. Asimismo, el sector está sujeto a normas muy estrictas de inocuidad y, por lo mismo, no existe riesgo alguno para el consumo del producto. Así lo da cuenta el que más del 95% sea exportado a países desarrollados, superando los controles más estrictos que existen”, puntualizó el gerente general de Intesal.
La inocuidad es un asunto muy importante para el sector, ya que el salmón, para ser exportado a más de 100 mercados -en cualquiera de sus presentaciones- es sometido a exhaustivos y rigurosos análisis microbiológicos y químicos que aseguran que es un producto completamente seguro para el consumo humano.
Además, las prácticas productivas son auditadas y certificadas. Durante el año pasado, se certificó internacionalmente (BAP – ASC – GAP) el 94% de la biomasa cosechada, lo que representa un aumento de 11% respecto a 2019. Estas certificaciones internacionales indagan en un amplio conjunto de indicadores, buscando asegurar que la producción se efectúe bajo los mejores estándares sociales y ambientales.
“Los mercados extranjeros son cada vez más exigentes y es necesario que la gran mayoría de los productos de nuestro país estén certificados por las diferentes normas internacionales. Desde 2013, no se mostraban porcentajes de certificación tan altos como los de 2020”, concluyó el presidente de SalmonChile, Arturo Clément.