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Cuatro investigadores de la Universidad Autónoma están entre los científicos más influyentes del mundo Social

Cuatro investigadores de la Universidad Autónoma están entre los científicos más influyentes del mundo

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Estudio anual realizado por Stanford University y publicado Plos Biology desarrolla un ranking que evalúa a los científicos por el impacto y aporte de sus publicaciones.


De los 6,8 millones de investigadores de todas las áreas que hay en el mundo, este estudio selecciona los top 2%, en base a distintos indicadores que incluyen el número de publicaciones, citas, entre otros.

El ranking, que se publicó por primera vez el 2019, considera métricas de citas estandarizadas de todos los autores y disciplinas científicas en las distintas áreas del conocimiento, tanto a lo largo de su carrera como en el último año.

«Mi primera impresión fue de sorpresa y alegría porque significa que las líneas de investigación en que desarrollo mi trabajo -principalmente producción de energías limpias, sustentabilidad y remediación del medio ambiente- son de mayor importancia y en consecuencia genera atención a nivel mundial», comenta Juan Matos Lale, investigador y director del Doctorado en Ciencias Aplicadas de la Universidad Autónoma de Chile que aparece en la publicación.

Álvaro Muñoz-Castro, otro investigador mencionado en el artículo, agrega que esto es un  «gran logro tomando en cuenta que la comparación es a nivel mundial, entrando en competencia con otras instituciones, dando reconocimiento al quehacer científico y capacidad de reinventarse de mi grupo de investigación».

La revista destacada a poco más de 180 mil científicos, investigadores que han publicado cinco o más artículos científicos divididos en 22 campos del saber y estos a su vez en 176 subdisciplinas.

¿Por qué se realizan este tipo de mediciones? Para Álvaro Muñoz-Castro, «es necesario evaluar y comparar las capacidades de todas las instituciones, ya que permite incentivar la mejora continua y demuestra que cualquier persona interesada en generar conocimiento de frontera, pueda contribuir, independiente de su origen y género».

En este sentido, Chile reporta 248 investigadores en el top mundial, según datos ANID, representarían el 2,5% del universo local, «es de resaltar y es una prueba que en el país se hace investigación de altísimo nivel. A la par con los países más importantes de la región como Brasil, Argentina y México, que en mi criterio son los más fuertes» señala el director del doctorado.

Análisis que comparte Muñoz. «Chile es un país privilegiado en contar con grandes capacidades humanas, dados por nuestra resiliencia para poder levantarnos y del gran cariño a nuestro país. Gran capacidad a la par del resto del mundo, señala.

Son décadas de trabajo, en el caso de Álvaro Muñoz, sobre el origen de la formación de moléculas inorgánicas y cómo se comportan.

«¿Por qué se forma un compuesto?, ¿Por qué se obtienen un determinado color?, ¿Por qué se une un átomo de oro con un átomo de carbono en el enlace químico Au-C?, son preguntas muy profundas, que conllevan una gran responsabilidad de entregar respuestas concretas, donde destaca nuestro aporte, y que tiene directa implicancia en aplicaciones y avances tecnológicos de frontera», complementa.

Mientras que Juan Matos es pionero en el diseño y producción de materiales híbridos fotoactivos empleando nanoestructuras de carbono en combinación con semiconductores.

«He concentrado mi investigación en la producción de materiales espumosos de carbono empleando residuos de biomasa. Este trabajo está íntimamente ligado con la producción de óxido de grafeno y de puntos cuánticos de carbono, que hoy día se utilizan como elementos fotosensibilizadores discretos en materiales fotoactivos empleados para la construcción de celdas fotovoltaicas. Desarrollos que conllevan al diseño de prototipos a escala y generación de patentes asociadas», indica Juan Matos Lale.

Sumado a lo anterior, el investigador habla sobre el rol que tiene esta profesión. «El científico tiene muchas responsabilidades: con su entorno, sus estudiantes, su universidad y sobre todo, con la humanidad, y por lo tanto su mejor recompensa, si no tal vez la única, es ver que su trabajo es respetado por la comunidad científica».

Y agrega que «la ciencia es meritocrática y siempre lo será, pero para lograr méritos, y tener estos índices de impacto no es sólo la consecuencia de hacer buena ciencia sino también de tener carácter crítico, trabajar por largos periodos de tiempo y hacerlo siempre».

Para el experto, actualmente «estamos capacitados para resolver los problemas graves de la humanidad, aquellos que nos aquejan en cuanto a energía, medio ambiente, desarrollo sustentable, medicina, telecomunicaciones, y obviamente, en el grave problema del aseguramiento alimentario».

Debemos por lo tanto fomentar la ciencia como actividad humana es algo fundamental para el futuro de nuestra sociedad. «La curiosidad es una gran motivación para entender y compartir el conocimiento, donde todos la experimentamos. Entonces, mientras más fomentemos la curiosidad, más fomentaremos la formación de científicos, y una sociedad altamente critica con ganas de respuestas, y si no las hay, de generarlas», finaliza el investigador del Instituto de Ciencias Químicas.

Además de Juan Matos Lale y Álvaro Muñoz-Castro, David Ramírez, académico del Doctorado en Ciencias Biomédicas y Pedro Olivares, investigador en actividad física y salud, también son reconocidos y mencionados en el informe.

 

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