Salud
En la década de los 80, tres de cada 100 personas tuvieron cálculos renales y para el 2022 se espera que 1 de cada 10 personas tenga esta enfermedad.
Con preocupación ven los especialistas el aumento sostenido de la cantidad de personas portadoras de cálculos renales en los últimos 30 años.
Si en la década de los 80, tres de cada 100 personas presentaron cálculos renales, para el 2022 se espera que 1 de cada 10 personas tenga esta patología, explica Juan Fulla, urólogo de Clínica Las Condes y profesor asistente de Urología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Por esta razón, el especialista hace un llamado a la prevención porque los cálculos, además de generar un cuadro clínico muy doloroso y altos gastos para el sistema de salud, en el largo plazo pueden producir obstrucción de la vía urinaria llevando a los pacientes a la insuficiencia renal.
Los cálculos renales corresponden a pequeños depósitos endurecidos que se forman en los riñones (también conocida como litiasis renal). Se producen debido a un trastorno metabólico multifactorial y su aparición depende de diversos factores. Las principales causas se relacionan con la herencia (genéticos), la presencia de malformaciones anatómicas de la vía urinaria, llevar un estilo de vida sedentario y seguir una mala alimentación.
“Entre las causas de que se haya triplicado el número de pacientes en los últimos 30 años, está el aumento del sobrepeso y la obesidad a nivel mundial. Según los últimos datos publicados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el 74% de la población adulta en Chile sufre de sobrepeso u obesidad. Por ello, es importante mantener un adecuado estado nutricional. Se ha evidenciado que el exceso de peso está relacionado con una mayor probabilidad de generar cálculos renales, condición conocida como síndrome metabólico”, afirma Fulla.
Los cálculos renales principalmente se diagnostican cuando un paciente presenta dolor al ser éstos expulsados desde el riñón y conducidos hacia la vejiga a través de una estructura anatómica tubular llamada uréter. “Se ha descrito que es el dolor más intenso que puede sentir una persona”, agrega.
Para evitar la formación de este tipo de cálculos, el especialista explica que existen productos farmacológicos que, al ser ingeridos vía oral, son capaces de alcalinizar el pH de la orina previniendo la formación de cálculos de ácido úrico y oxalato de calcio.
También, una adecuada hidratación y cultivar estilos de vida saludables, pueden prevenir la aparición y la recurrencia de los cálculos renales.
“La alimentación saludable es clave para evitar que se produzcan cristales en la orina, que al precipitar produzcan un cálculo. Las frutas y verduras, por otro lado, aportan con una sustancia llamada citrato que es capaz de prevenir la formación de los cálculos renales”, comenta.
El doctor Fulla junto a su equipo encabezado por la nutricionista Giselle Muñoz, desarrollaron el sitio web www.nutricionylitiasis.cl con el objetivo principal de “poder educar a la población y dar a conocer que los cálculos renales son prevenibles”.
En este portal digital se entregan consejos para lograr prevenir esta enfermedad y mejorar el estilo de vida de las personas. A modo de ejemplo, en el sitio se describen los seis pilares de la alimentación saludable como son mejorar la hidratación; mantener una adecuada ingesta de calcio; reducir el consumo de sodio; moderar la ingesta de proteínas de origen animal; aumentar el consumo de frutas y verduras, y controlar su peso corporal, junto a otras recomendaciones que pueden ser revisadas en la página web.
Los cálculos renales pueden diagnosticarse a través de exámenes de imágenes como una ecografía o un scanner. Consultado por el impacto de esta patología en la salud pública afirma que “es una patología de alto costo ya que es una enfermedad recurrente. Por otro lado, los tratamientos quirúrgicos son extremadamente caros, generando un alto gasto para la salud pública”.
Debido a la pandemia de Covid-19, el especialista manifiesta que el consumo de algunos suplementos que podrían resultar beneficiosos en el tratamiento y prevención de esta enfermedad han aumentado, aunque su consumo en exceso puede ocasionar problemas como la vitamina C.
Otro factor importante para considerar es el mayor grado de deshidratación al que se está expuesto en estos tiempos. En ese sentido, dice que el uso de mascarillas contribuye de manera importante a esta situación, debido a que son utilizadas durante largos periodos de tiempo, lo que evita que las personas se hidraten correctamente.
Los cálculos renales son hereditarios. Verdadero. Existe un componente hereditario importante que da cuenta alrededor del 50%. El otro 50% tiene que ver con factores ambientales, de los cuales la alimentación es el más importante.
El dolor provocado por un cálculo renal es de los más intenso que se puede sufrir. Verdadero. El síntoma más común es el dolor agudo, generalmente en el lateral del abdomen, que suele estar acompañado de náuseas.
Los pacientes son formadores de cálculos toda la vida. Verdadero. Dado el componente genético, los pacientes siempre van a tener una tendencia a producir cálculos renales. Esto no significa que no se pueda prevenir su formación mediante el cambio de ciertos estilos de vida, principalmente la alimentación.
Los cálculos renales son mucho más frecuentes en los hombres. Falso. Hace 30 años, tres hombres se veían afectados, por cada mujer. Hoy en día la relación es casi 1:1.
En los pacientes con cálculos renales es importante evitar el consumo de calcio. Falso.El calcio es muy importante para una buena salud ósea, muscular y tisular. Recomendamos al menos 2-3 porciones de alimentos ricos en calcio al día. No se recomienda restringir el calcio, especialmente para pacientes con cálculos renales.
Si consumo piña puedo disolver los cálculos renales. Falso. A pesar de que la piña es considerada un súper alimento, no existen estudios que hayan demostrado que sirvan para disolver los cálculos.
Solamente los adultos se ven afectados por los cálculos renales. Falso. Los niños también se ven afectados por esta enfermedad, y los cambios de alimentación han llevado a que aumente la cantidad de niños con cálculos renales.
