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Estudio de Harvard proyecta aumento de más de 3 mil muertes por cáncer en Chile entre 2022 y 2023 Salud

Estudio de Harvard proyecta aumento de más de 3 mil muertes por cáncer en Chile entre 2022 y 2023

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El trabajo fue realizado por un equipo experto encabezado por el académico Rifat Atun, integrante de la junta directiva del Movimiento 2030, una alianza regional que en Chile lidera  el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS).  Según el reporte, el retraso en la confirmación de diagnósticos para cánceres de mamas, cuello uterino, colorrectal, de próstata y de estómago causará 3 mil 500 decesos al final de la década, aunque el 95% estos se concentrará durante los próximos tres años.


Un estudio elaborado por la Universidad de Harvard, acerca del impacto del covid-19 sobre los sistemas sanitarios, proyectó un exceso de al menos 3 mil 500 fallecimientos en cinco tipos de cánceres en Chile, entre 2022 y 2030.

La cifra se alcanzará principalmente como consecuencia del retraso en la conformación de diagnósticos y el acceso oportuno a tratamientos, estimó el equipo encabezado por Rifat Atun, investigador principal del reporte.

El Dr. Atun, director de sistemas de salud global de la Universidad de Harvard, es integrante del directorio del Movimiento 2030, una alianza regional conformada durante este año y que en Chile es liderada por el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS).

En su encuentro anual de cierre, los integrantes de esta instancia abordaron los retos que se desprenden de los hallazgos del estudio.

“Con una buena gestión podemos impactar esa cifra tan tremenda que nos muestra esta investigación, pero necesitamos sin duda una buena calidad de información”, emplazó May Chomali, directora ejecutiva de CENS, un centro tecnológico de CORFO impulsado por cinco universidades y que también convoca a actores de la industria.

“El estudio deja en evidencia de manera dramática la urgencia de tener una buena caracterización de las personas que no se han hecho el diagnóstico todavía o que se van a hacer el diagnóstico y muy probablemente estarán esperando por una atención”, dijo la facultativa, especialista en salud pública.

Tras conocer los resultados de la investigación, los integrantes del Movimiento 2030 firmaron un Manifiesto para promover la interoperabilidad de la salud, destinado a dar cuenta a las autoridades del próximo gobierno acerca de la importancia de contar con un sistema sanitario con mejor acceso y calidad en datos que permita hacer frente al desafío.

Publicado recientemente por la revista científica The Lancet, el estudio –titulado “Estimación del impacto de la pandemia Covid-19 en el diagnóstico y supervivencia de cinco cánceres en Chile de 2020 a 2030: un análisis basado en simulación”– proyecta un incremento del 15% en el total de casos respecto a un escenario sin pandemia.

De acuerdo al reporte, la mayoría de los decesos (95%) por tumores de mamas, cuello uterino, colorrectal, de próstata y de estómago se concentrará antes de 2025.

El Movimiento 2030, iniciado por el Copenhagen Institute for Future Studies, la consultora Board of Innovation y la farmacéutica Roche, está presente en nueve países, donde espera contribuir a resolver brechas de calidad y fomentar el acceso equitativo a la salud por medio de soluciones de alto impacto. Su capítulo chileno es coordinado por CENS, que desde 2017 busca impulsar y sentar las bases para la transformación digital de la salud en nuestro país.

Pandemia retrasó el diagnóstico del cáncer

Según el estudio, la presión de la pandemia de la covid-19 sobre los sistemas de salud de todo el mundo ocasionó una demora en el retraso y tratamiento de numerosas enfermedades crónicas no transmisibles. El cáncer ha sido una de las más golpeadas en este escenario. La modelación estimó que solo en 2021 se registró un incremento del 15% en comparación a un escenario sin la emergencia global, esto es, 3198 casos.

Para 2022, en tanto, el alza se calcula en un 10% más de diagnósticos.

“Si el 2020 tuvimos un 32% menos de casos, el efecto rebote para 2021 y 2022 es que vamos a tener un 14% más de diagnóstico en el 2021”, expuso Manuel Inostroza, académico de la Universidad Andrés Bello (no involucrado en el estudio), quien comentó los hallazgos a los más de 30 organismos y líderes del sector salud representados en el Movimiento 2030.

La investigación cifró que el retraso en los diagnósticos para estas cinco enfermedades durante 2020 y 2021 causará 3542 muertes en el transcurso de la década. El 95% de estas (3299) se registrarán entre 2022 y 2025, período en que el sistema se verá más afectado por el impacto inicial de la pandemia. Tras ese año, el sistema comenzará paulatinamente a normalizar su capacidad previa a la pandemia.

La investigación consideró cinco tipos de cánceres que contaban con datos confiables para simular su incidencia y progresión en el largo plazo, en una población virtual representativa de la realidad país. El modelo, denominado de micro simulación, tomó como referencia los datos de pacientes reales pesquisados mensualmente en Chile, el estado de avance de la enfermedad al momento del diagnóstico y la supervivencia en un período de cinco años.

Estas cifras también fueron comparadas con una simulación de un escenario donde la pandemia no existía. “Lo que hace el grupo es proyectar hasta el 2030, con estas bases estadística propias del país, lo que podría haber sido el comportamiento de cáncer en un escenario no covid para de alguna manera modelar y comparar eso con un escenario covid”, precisó Inostroza.

Las cifras, advierte el equipo de Harvard, mostraron una fuerte disminución en el número de casos de cáncer diagnosticados durante la pandemia, con un gran aumento proyectado a corto plazo en los casos diagnosticados en el futuro. Y no solo eso: el estado en el cual los casos serán pesquisados será en fases de mayor avance, lo que incidirá directamente en la efectividad de los tratamientos.

El reporte alerta que los resultados representan una señal de alerta para que los responsables de las políticas en salud puedan “planificar y estimar las necesidades que se avecinan” y “reforzar la importancia de garantizar la capacidad de atención para la detección del creciente número de casos de cáncer estimados para los próximos años”. Al mismo tiempo, advierten que la estimación podría ser incluso conservadora.

«Presupone que nuestra capacidad de atención, diagnóstica, cuidados paliativos y esfuerzos por mantener la calidad de atención se mantienen constantes y en niveles prepandémico. Con las mutaciones y expresiones de variantes, que no sabemos cómo se comportarán con las vacunas, no podemos suponer que vamos a estar recuperando nuestra capacidad de atención”, afirmó Inostroza.

El desafío de la salud conectada

Para contribuir a enfrentar el crítico escenario para las enfermedades crónicas no transmisibles en el país, los integrantes del Movimiento 2030 firmaron un Manifiesto que establece siete propuestas y cuatro requisitos para la resolución estructural de las listas de espera. La Dra. Chomalí remarcó que se trata de un problema multifactorial, de difícil comprensión, que requiere de sistemas de información para la toma de decisiones a la altura de la urgencia.

“En Chile, los tiempos de espera y por ende de prestaciones retrasadas en el sector salud  son responsables de un número desproporcionado de muertes prevenibles”, señaló la directora ejecutiva de CENS, quien destacó que las propuestas del Manifiesto serán compartidas en las próximas semanas con las autoridades del nuevo gobierno y el Movimiento 2030 se pondrá a disposición de ellas “para avanzar de manera más ágil en la transformación digital de la salud”.

Entre las propuestas, el Manifiesto –a la fecha suscrito por 20 representantes– advierte la necesidad de contar con sistemas de información en salud interoperables, entre centros de salud, y/o prestadores de servicios de especialidad, repositorio de datos clínicos centralizados y robustos, que podrían ser factores determinantes para la resolución de estos problemas. Se espera que esto permita, entre otros avances, con información en línea de cada paciente y dimensiones de manera más precisa los flujos de ingreso y salida.

“De este modo, se fortalecería la comunicación y el intercambio de datos de salud entre centros de salud y hospitales, así como la eficiencia en los procesos de referencia y contrarreferencia, junto con posibilidad para los pacientes, de tomar sus propias decisiones de manera informada, Esto permitirá la creación de mecanismos de priorización eficaces, para una respuesta más rápida al ciudadano y entregarles mayores libertades para manejar su condición, y reducir los desgastes que esto conlleva”, señala el documento.

Según el Manifiesto, la pandemia ha demostrado que el sistema de salud chileno no es sostenible ni capaz de soportar una crisis sanitaria sin sufrir desbordamientos de capacidades instaladas que afectan a los más vulnerables. “Dado el daño humano ya causado por el Covid-19, es imperativo aprender de las lecciones resultantes, y avanzar en la digitalización e interoperabilidad de la salud”, puntualizan los firmantes.

Entre los requisitos para la implementación de una solución estructural, el Movimiento expone la urgencia de avanzar en la formación de trabajadores del sector en los ámbitos de salud digital y sistemas de información; establecer mecanismos para la interoperabilidad de los sistemas con garantías de seguridad; definir una gobernanza, el manejo en tiempo real de los tiempos de espera e incluir al paciente en un rol activo en el proceso.

En Chile, el Movimiento 2030 está integrado por más de 30 especialistas del sector, quienes se reunieron durante este año en mesas bimestrales para reflexionar, planificar acciones y generar proyectos colaborativos en la comunidad. Su objetivo es transferir este conocimiento a la discusión sobre políticas públicas, incentivando la consolidación de un modelo de atención basado en la innovación y las nuevas tecnologías de la información

La visión del Movimiento apunta a que a 2025, al menos un 50% de los hospitales públicos en Chile pueda contar con herramientas de interoperabilidad, incentivando además la formación del capital humano avanzado para su gestión. Para la alianza, el tránsito hacia sistemas sanitarios interoperables será clave para mejorar el acceso y la calidad de las atenciones en un escenario post covid-19, en el que además se prevé una compleja contracción de las economías de la región

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