Unos investigadores observaron durante 10 años el rápido desarrollo que han tenido las únicas dos plantas que crecen en el continente blanco. El fenómeno podría generar una alteración en los ecosistemas locales.
Las únicas dos especies de plantas nativas que crecen en la Antártida han estado experimentando un crecimiento acelerado durante los últimos años debido al cambio climático, lo que podría alterar el ecosistema local según evidencia un estudio publicado el lunes (14.02.2022) en la revista especializada Current Biology.
El trabajo de investigación estuvo a cargo de un grupo de científicos internacionales que analizó entre 2009 y 2019 la rápida expansión de las plantas llamadas científicamente Deschampsia antarctica y Colobanthus quitensis, que crecen en la isla Signy a pesar del clima hostil.
En comparación con otros antecedentes e investigaciones realizadas en los últimos 50 años, los científicos se dieron cuenta de que a medida que la temperatura iba aumentando cada año, las plantas crecían más rápido.
Por un lado, D. antarctica creció en esos 10 años de estudio tanto o más que como lo había hecho entre 1960 y 2009. C. quitensis, por otro lado, aumentó hasta cinco veces más durante los mismos periodos.
«Nuestros análisis muestran que ahora la Antártida está respondiendo rápido y esto se debe al aumento de la tendencia al calentamiento», dijo a Insider Nicoletta Cannone, principal autora del estudio.
Aunque existen otros factores que también podrían haber promovido el rápido crecimiento de la flora antártica, como por ejemplo, la disminución de las colonias de lobos marinos, los expertos están seguros de que existe un vínculo con el aumento de las temperaturas.
Sin embargo, el principal problema no es la velocidad con la que las plantas crecen, sino que el impacto que podría tener su expansión para los ecosistemas de la zona: «Creemos que estamos empezando a ver lo que es casi como un cambio radical o un punto de inflexión», explicó a New Scientist el coautor del estudio, Peter Convey.
«Si extrapolamos lo que observamos en la isla Signy a otros lugares de la Antártida, también puede producirse un proceso similar. Esto significa que el paisaje antártico y la biodiversidad podrían cambiar rápidamente», agregó Cannone.