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Meta de un millón de hectáreas fija Chile en Plan Nacional de Restauración de Paisajes Sustentabilidad

Meta de un millón de hectáreas fija Chile en Plan Nacional de Restauración de Paisajes

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La iniciativa considera tanto ecosistemas terrestres, como de aguas continentales y marino costeros y prioriza la vulnerabilidad social, económica y ambiental en el país, para recuperar la funcionalidad ecológica de paisajes y así mejorar la calidad de vida de las personas.


Una meta ambiciosa de un millón de hectáreas a restaurar a lo largo del país se propuso Chile en el contexto del Plan Nacional de Restauración de Paisajes, oficializado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, y que coordinan los ministerios de Agricultura (con la participación de la Corporación Nacional Forestal – CONAF) y Medio Ambiente.

El propósito es recuperar los bienes y servicios ecosistémicos y la biodiversidad; reducir las amenazas y presiones sobre distintos ecosistemas; y aumentar los beneficios ambientales, económicos y sociales, favoreciendo una economía de la restauración basada en alianzas público-privada sustentables, como un compromiso a nivel país.

El plan es, además, uno de los elementos incorporados por el país para cumplir el compromiso de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero al 2030, como meta establecida en nuestra Contribución Determinada a Nivel Nacional actualizada (NDC 2020), aprobada durante la Presidencia de la COP25 de Cambio Climático e integrada a la Estrategia Climática de Largo Plazo (2021). Por ello el objetivo precisa: “incorporar al proceso de restauración 1 millón de hectáreas de paisajes estratégicos, priorizando aquellos con mayor vulnerabilidad social, económica y ambiental, propiciando la recuperación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos para el fortalecimiento de comunidades y haciendo que éstas sean económicamente resilientes al cambio climático al año 2030”.

Cabe destacar que esta meta contribuye no solo con los objetivos nacionales sino también con iniciativas globales como la década de la restauración de Naciones Unidas, el desafío de Bonn de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la iniciativa 20×20.

Esta iniciativa se enmarca dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, enfocados en adoptar medidas urgentes para combatir el Cambio Climático y sus efectos, y gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y la pérdida de biodiversidad, respectivamente.

Algunos avances ya se han comenzado a desarrollar, buscando potenciar e intencionar sinergias en favor de los objetivos de restauración del Plan Nacional, en aquellas acciones territoriales ya existentes afines o potencialmente afines con los esfuerzos de restauración. Éstas se enmarcan en el levantamiento de prioridades estratégicas regionales que se efectuaron en la formulación del plan, donde si bien el concepto es restaurar y recuperar ecosistemas, el impacto real va en directo beneficio de las comunidades de las zonas en que se trabaja y trabajará, lográndose progresos significativos en el resguardo de la biodiversidad.

Así lo resaltó la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, quien comentó que “con este plan el país restaura, protege y conserva sus paisajes y ecosistemas, incrementando su resiliencia y el de las poblaciones y territorios frente al cambio climático y frente a otros factores de degradación. De este modo, podremos recuperar los bienes y servicios ecosistémicos y la biodiversidad, al tiempo de reducir las amenazas y presiones y de aumentar los beneficios ambientales, económicos y sociales para la comunidad nacional y local”.

Por su parte, Marcelo Fernández, subsecretario del Ministerio del Medio Ambiente, afirmó que “con este plan, iniciaremos procesos de restauración ecológica, rehabilitación de suelos erosionados y ciclos hidrológicos, recuperaremos paisajes y ecosistemas afectados por incendios forestales, catástrofes u otros factores y reforzaremos la conservación y protección de áreas naturales claves para las comunidades de nuestro país, objetivos que ya han comenzado a abordarse en distintas iniciativas junto al Ministerio de Agricultura y CONAF”.

En esta misma línea, el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, puntualizó: “Nuestro compromiso es la restauración a través de la forestación, especialmente de suelos degradados o que han sido afectados por los incendios forestales. El fuego es un elemento muy importante de los riesgos que aceleran el proceso de degradación, por lo cual hemos reforzado el trabajo en prevención y combate de estos siniestros. Los incendios constituyen uno de los factores que influyen en la tasa de pérdida de bosques y deterioro de nuestros paisajes”.

El Plan Nacional de Restauración de Paisajes pondrá en marcha en estos territorios un conjunto de herramientas para promover la restauración, apuntando a reforzar las economías locales basadas en la restauración y los encadenamientos virtuosos que se desarrollen en torno a ella, apoyado por las Soluciones Basadas en la Naturaleza, y en el mecanismo de Impuesto Verde.

Es así que a través de un Comité presidido por los ministraos del Medio Ambiente y Agricultura, junto con un Comité Técnico Nacional, compuesto por el MMA, CONAF, INFOR, WWF (World Wildlife Fund) y el WRI (World Resources Institute); de la mano del  Comité Nacional Asesor de Restauración, instancia público-privada compuesta por 28 instituciones, se buscará impulsar más iniciativas para alcanzar las metas del plan.

Proyectos de restauración y conservación

Actualmente existen varios proyectos encaminados y que comienzan a dar resultados o establecer líneas de trabajo futuro en cuanto a restauración y conservación, entre los que se encuentran diversos proyectos GEF (Global Environment Facility, GEF, en inglés), que coordina el Ministerio de Medio Ambiente con varios organismos públicos.

Algunos son el Proyecto GEF Humedales Costeros, enfocado en esfuerzos para restaurar estos ecosistemas en cinco regiones entre Coquimbo y La Araucanía, en las que se desarrollan gestión sustentable de humedales; el Proyecto GEF de Instrumentos económicos para la conservación de la biodiversidad, ad portas de iniciar su implementación, que promoverá instrumentos como el pago por servicios ecosistémicos y compensaciones por biodiversidad; las lecciones aprendidas del Proyecto GEF Corredores Biológicos de Montaña (GEF Montaña) en su fase de cierre, que entregó herramientas a 36 municipios de la Región Metropolitana y de Valparaíso en cuanto a conservación y restauración; el Proyecto GEF Castor Fortalecimiento y desarrollo de instrumentos para el manejo, prevención y control del castor (Castor canadensis), que busca implementar acciones que ayuden a evitar el avance de la especie y preservar los bosques y otros ecosistemas nativos que hoy se ven afectados en el sur del país; entre otras iniciativas, como el Proyecto PRELA (Programa de Recuperación de los Servicios Ambientales de los Ecosistemas de la Provincia de Arauco), que nace a partir de la preocupación e inquietud de habitantes locales por el Lago Lanalhue, su mantención y recuperación.

Prontamente comenzará a implementarse en la misma línea el Proyecto GEF MMA-CONAF/FAO “Restauración a escala de paisaje de la biodiversidad y servicios ecosistémicos de zonas agroforestales y su entorno natural”, presentado ante el GEF en diciembre de 2021. Esta será una iniciativa fundamental para dar coherencia a las diferentes acciones de restauración, pues está diseñado en estrecho correlato con los objetivos del Plan Nacional de Restauración de Paisajes. Tendrá áreas pilotos en siete paisajes, en seis regiones (Coquimbo, Valparaíso, O´Higgins, Maule, Ñuble y Biobío) de la ecorregión mediterránea, sumando más de 600.000 hectáreas, que se deberán abordar gradualmente, generando los acuerdos con los actores y sus intereses, todo ello en el marco de planes de restauración de paisaje de corto, mediano y largo plazo.

Con respecto a los programas que ya se encuentran en ejecución por parte de CONAF, están la gestión forestal sostenible y las soluciones basadas en la naturaleza, puesto que el establecimiento de nuevos bosques y el mejoramiento de los bosques existentes contribuirán directamente a la mitigación del cambio climático y a la adaptación de sus efectos.

En este contexto, el programa de reactivación económica para pequeños y pequeñas y medianos y medianas propietarios forestales consideró una superficie de 19.304 hectáreas a ejecutar para el año 2021 (24.130 para el período 2021-2022), entre las regiones de Coquimbo hasta Magallanes.

Las actividades corresponden al manejo de bosque nativo, preventivo y sanitario, forestación y recuperación de bosques afectados por incendios forestales o el cambio climático, priorizando la recuperación de bosque nativo, la reconversión de plantaciones exóticas a nativas, forestación con especies nativas en zonas de conservación y protección de suelos, humedales, cabeceras de cuenca y cuerpos de agua.

Además, el Proyecto de Pagos Basados en Resultados de Chile bajo el enfoque REDD+ para el periodo 2014-2016, también conocido como +Bosques, financiado por el Fondo Verde del Clima (FVC), apunta a la reducción de emisiones por deforestación, degradación forestal, aumento de existencias de carbono, manejo sustentable y conservación de los bosques, donde uno de los ejes es la restauración de paisajes, tanto degradados o que han sido afectados por incendios forestales.

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