Salud
Expertos señalan cómo reconocer los trastornos del sueño y llaman a la ciudadanía a acudir al médico si se presentan síntomas para obtener el tratamiento indicado según los síntomas.
Recientemente, la Universidad Católica del Norte realizó el estudio denominado “El sueño y sus alteraciones durante el periodo de pandemia en Chile: estudio transversal con instrumentos validados” , el cual reveló que 50% de la población chilena sufrió de trastornos del sueño durante la pandemia y aún en post pandemia presentan síntomas.
Así lo informó Fernando Molt, médico neurólogo y especialista en trastornos del sueño del Hospital San Pablo de Coquimbo y miembro de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño (Sochimes). “Las alteraciones del sueño son frecuentes en la población general y todos podemos sufrirlas alguna vez; sin embargo, durante la pandemia se observaron alteraciones importantes, como la somnolencia diurna o el insomnio prolongado”, señaló el especialista.
Molt también indicó que “existen distintas alteraciones del sueño, muy variadas, según la edad de las personas y tipo de trastorno; no obstante, para que estas alteraciones sean realmente un trastorno, deben existir por un tiempo significativo y producir afectación en las actividades de la vida diaria”.
Según la última Encuesta Nacional de Salud en Chile, 63.2% de las personas sospecha presentar trastorno del sueño de algún tipo, siendo los más comunes el insomnio y la apnea. Frente a ello, Evelyn Benavides, médica neurólogo especialista en medicina del sueño, quien también es miembro de Sochimes y actualmente dirige el grupo de Trastornos del Sueño de la Clínica Universidad de los Andes, afirmó que “el tema de la falta de actividad física, el estrés, el teletrabajo en el dormitorio, la falta de exposición a la luz del sol y la automedicación con hipnóticos han sido factores determinantes en el aumento de personas con trastornos del sueño”.
Fernando Molt se refirió a las alarmas a las que se debe estar atento para identificar este trastorno. “El síntoma más significativo es que se vean impactadas las actividades de la vida diaria y que esto repercuta de forma negativa. Por ejemplo, los síntomas más frecuentes son el insomnio (incapacidad de conciliar o mantener el sueño), hipersomnia (excesivo o mucho sueño durante el día), sueño fraccionado o poco reparador y, por supuesto, dificultades en el ánimo, memoria, concentración y mayor irritabilidad”, expresó.
Igualmente, agregó que “para recuperarse de este trastorno, es importante que se trate con el médico especialista y, además, idealmente llevar una vida sana dividida de esta forma: 1/3 de trabajo, 1/3 de ocio y actividad familiar y 1/3 de sueño. Un sueño suficiente y reparador es la base de un buen vivir”.
En este sentido, Benavides informó que para mejorar la calidad de vida “lo ideal es mantener hábitos saludables del sueño, evitando la automedicación de hipnóticos, prefiriendo el horario matinal para las actividades más pesadas del día, con actividad física asociada, idealmente no realizarla de noche; evitar el consumo de alcohol nocturno y la exposición a pantallas al menos dos horas antes de dormir”.
Ambos expertost coincidieron en que el trastorno del sueño puede ser diagnosticado por un médico especialista, pero la primera atención la realizan médicos generales a lo que instan a la ciudadanía a que, si presentan síntomas como insomnio recurrente, somnolencia diurna o apnea, asistan a una consulta médica para poder determinar la presencia o avance del trastorno, así como su tratamiento.
