Se trata de un implante diseñado a medida para un paciente pediátrico. La pieza cubre 350 cm2 de la cabeza y se personalizó totalmente, para lograr mejores resultados estéticos y funcionales. La operación se realizó en el sistema público de salud, en el Hospital Sótero del Río.
Durante el primer trimestre de este año, un paciente de 10 años recibió de forma exitosa el implante craneal más grande instalado en el país. En la operación se instaló 350 cm2 de hueso artificial desarrollado en Chile, a través de un sistema de modelamiento e impresión 3D. La pieza cubre gran parte de la cabeza del paciente y fue provista por la start up nacional ArcomedLab.
Dada la extensión de la prótesis, se optó por esta tecnología de última generación, que responde muy bien y se comporta similar al hueso natural. “Trabajamos con modelos diseñados sobre la base de polímeros biocompatibles que no generan ningún tipo de efecto sobre el cuerpo humano”, explica Ilan Rosenberg, general manager de la start up. La técnica de impresión que utilizan para crear los implantes, al no esculpir, permite todo tipo de tamaños y geometrías.
La instalación de un implante de esta extensión también fue posible ya que los huesos sintéticos de impresión 3D permiten que todos los tornillos y placas que unieron el implante a la cabeza del paciente fueron diseñados dentro del mismo. “Con esta solución no se generan relieves, para que el niño no sienta escalones o molestias al pasarse los dedos por el cuero cabelludo, permitiendo recuperar la forma exacta del cráneo original”, detalla Rosenberg.
El material usado –PEEK (Poliéter éter cetona)—gracias al desarrollo de tecnología patentada replica porosidades a la perfección, no genera distorsión en exámenes radiográficos y tiene mejor comportamiento en niños. Además es bioinerte, tiene una biomécanica similar al hueso humano, y en caso de complicaciones el PEEK puede ser retirado fácilmente.
El experto agrega que esta solución también tiene la capacidad de unir los músculos temporales al implante para lograr una anatomía lo más normal posible. “El implante da la opción de interactuar con el tejido blando que circunda el implante, como musculatura y piel, lo que lo hace totalmente innovador. No hay reportes en el mundo que personalice implantes de esta manera”.
Gracias a esta intervención estética, realizada en el sistema público en el Hospital Sótero del Río, y liderada por el cirujano maxilofacial Roberto Requena, se logró dar exitosamente con una simetría anatómica a la cabeza del menor, quien sufría las secuelas de una craneosinostosis o deformación craneal.