La medición -en la cual participaron 725 establecimientos educativos- tuvo como resultado que «el 79% de los directores y las directoras perciben un deterioro en la salud mental de sus estudiantes, siendo más pronunciado en los cursos de la enseñanza media (77%)».
La segunda Encuesta Nacional de Monitoreo de Establecimientos Escolares en Pandemia del año 2022, elaborada en conjunto por investigadores de la Escuela de Gobierno UC, el Instituto de Sociología UC y el CIAE de la Universidad de Chile, con el apoyo de la Fundación BHP, encontró que el 84% de los directores y directoras en la muestra afirman que los niveles de lectura y lenguaje de los estudiantes están peores que en 2019. Esto es más marcado en los primeros niveles del ciclo escolar, de primero a cuarto básico, donde el 85% percibe un empeoramiento respecto del año anterior.
Asimismo, el 79% de los directores y las directoras perciben un deterioro en la salud mental de sus estudiantes, siendo más pronunciado en los cursos de la enseñanza media (77%).
En ese sentido, las y los directores también encuentran un aumento de la violencia que se percibe en los establecimientos educacionales. En este sentido, el 47% indicó que la situación de la violencia en estudiantes está peor en este inicio del año escolar en comparación con 2019. Las situaciones de violencia parecieran concentrarse en mayor medida en los cursos de quinto básico a cuarto medio. Entre un 46% y 49% de los establecimientos indican que la violencia está peor en estos niveles y un 38% responde lo mismo para los cursos de primero a cuarto básico.
“Las comunidades educativas están muy desafiadas en este retorno. El impacto de los largos cierres en distintas áreas del desarrollo de los y las estudiantes es un desafío desconocido para el sistema. Necesitamos aprender de cada escuela para acelerar el aprendizaje como sistema, trabajando en red y midiendo con rigurosidad en cada una para entender qué va funcionando”, señala la académica de la Escuela de Gobierno UC, Susana Claro.
Los resultados presentados en este informe representan el funcionamiento del sistema escolar entre el lunes 18 y el viernes 22 de abril de 2022, en el cual participaron 725 establecimientos educativos (8,6% del universo total). De ellos, el 99,7% realizó clases presenciales para todos los estudiantes todos los días de la semana. Además, el 77% fijó la misma jornada diaria que tenía en 2019.
Entre los establecimientos que fijaron una jornada reducida, ésta consistió en 6 horas diarias en promedio, representando un 80% de su jornada antes de la pandemia. Esta cifra es menor entre los establecimientos municipales (72%) y de SLEP (71%), entre los cuales el 21% y 20%, respectivamente, fijó una jornada más corta que las que tenían antes de la pandemia, en 2019. Y más de la mitad de los establecimientos (66%) realizó actividades extracurriculares para todos o algunos de los niveles que imparte.
«Los reportes dan cuenta de que, si bien la asistencia de las o los estudiantes se ha incrementado, el cierre presencial dejó urgentes desafíos. Ante ello, es vital retomar una evaluación continua que permitan el monitoreo del avance en el desarrollo de los estudiantes, que nos entregue información detallada, confiable y comparable en el tiempo, la cual también facilite identificar el cierre de las brechas identificadas, como también buenas prácticas para compartir con el resto del sistema educativo», dice el investigador del CIAE y uno de los autores del informe, Juan Pablo Valenzuela.
En tanto, se reportó una asistencia promedio diaria de 77% de los estudiantes durante la semana analizada, lo que refleja un aumento en la asistencia respecto a la segunda semana de marzo (68%).
Al considerar la semana completa, el 83% de los estudiantes asistió al menos un día, lo que representa un aumento de 5 puntos porcentuales respecto a la segunda semana de marzo. Este porcentaje fue mayor en los establecimientos particulares pagados (96%) y menor en los particulares subvencionados (72%). En el caso de los municipales y de SLEP la asistencia diaria cubrió el 80% y 82% de su matrícula, respectivamente.
El 93% de los establecimientos educativos en la muestra aplicaron el Diagnóstico Integral de Aprendizaje (DIA) en al menos un nivel. Adicionalmente, un 39% aplicó otro instrumento para medir los aprendizajes de los estudiantes, entre los cuales el 80% lo hizo de forma gratuita. Solo un 4% de la muestra no ha aplicado ningún instrumento de medición de aprendizajes, principalmente establecimientos particulares subvencionados (7%) y particulares pagados (14%).