La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró este año como el Año Internacional de la Pesca y Acuicultura Artesanales, como una forma de visibilizar y crear conciencia sobre la importancia del sector. En Chile, el 29 de junio fue declarado el Día Nacional del (la) Pescador(a) Artesanal, para reconocer la relevancia económica y cultural de su labor.
El aumento de la temperatura del planeta es una de las principales causas del cambio climático, cuyas consecuencias son cada vez más evidentes; sequías, incendios, deshielos, inundaciones y aumento del nivel del mar, entre otras. En este escenario, los océanos cumplen un rol clave en la adaptación y en la mitigación de sus efectos en el planeta; son un notable disipador de calor y absorben cantidades considerables de CO2 de la atmósfera.
Por otra parte, constituyen una fuente laboral y de ingresos fundamentales para las comunidades costeras, quienes dependen en gran medida de los recursos que el mar provee los que, a su vez, constituyen parte importante de la alimentación para el ser humano. Por todas estas razones (y muchas más), se hace relevante orientar esfuerzos para promover la sustentabilidad de los océanos y de sus recursos a nivel global.
Chile posee una costa de más de 6.000 km de longitud, en la cual se emplazan cerca de 500 caletas y donde ejercen más de 97.000 pescadores artesanales. Al año 2021 se registró un desembarque total (pesca artesanal, industrial y acuicultura) de cerca de 3,9 millones de toneladas de productos del mar, de las cuales el 40% proviene de la pesca artesanal.
Dicho esto, Chile es uno de los países más afectados por el cambio climático en el sector de la pesca artesanal; los altos niveles de explotación de muchos de los recursos pesqueros dificultan la recuperación de los ecosistemas, generando un alto grado de vulnerabilidad frente a los cambios ambientales.
En este escenario se hace imperante acelerar la trayectoria hacia una pesca más sostenible, que permita conservar la diversidad biológica y garantizar la actividad pesquera a las futuras generaciones, principios que son compartidos por la gran mayoría de los pescadores artesanales en Chile, y que conforman los objetivos fundamentales del programa Caletas Sustentables, que impulsamos desde Fundación Chile.
Este programa nace en 2019, con el objetivo de impulsar una actividad más sostenible en las caletas de pescadores artesanales, promoviendo, al mismo tiempo, el desarrollo económico de las comunidades pesqueras a lo largo de Chile.
A través de este programa hemos identificado tres principales áreas de acción: por un lado, sustentabilidad, esto es, fomentar prácticas pesqueras que contribuyan a la salud de los ecosistemas marinos, promoviendo el resguardo y/o recuperación de especies comerciales sensibles.
Por otro lado, productividad, es decir, fomentar la producción sostenible que permita aumentar la eficiencia productiva y comercial, mejorar la calidad de los productos y promover la diversificación de la actividad pesquera/ acuícola, generando nuevas o mejores oportunidades económicas para la comunidad local.
Finalmente, la colaboración: desarrollar e instalar modelos de desarrollo colaborativos entre diversas organizaciones públicas y privadas, incorporando a las comunidades locales como eje central de Caletas Sustentables. Movilizar estos tres ejes ha significado un importante impacto social para las caletas participantes.
Si bien son múltiples y diversas las acciones a emprender, existen algunas que pueden ser fomentadas por la misma comunidad, tales como; consumir productos provenientes de la pesca legal, reducir la pérdida y desperdicios de estos alimentos, e impedir y prevenir la contaminación del mar.