
El entorno familiar influye en la cantidad de ejercicio que realizan los adolescentes
Facilitar el acceso a implementos deportivos, preocupación por mantener un buen estado físico y comentar deportes en familia, son algunas de las medidas que fomentan, según un estudio, la participación de los jóvenes en actividades físicas.
«Los niveles de actividad física en estudiantes del sistema educacional chileno son bajos en todos los niveles, siendo la adolescencia una etapa crítica para el desarrollo de estos hábitos poco saludables», analiza Yeny Concha-Cisternas, académica de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la Universidad Autónoma de Chile.
Investigaciones internacionales señalan que los padres actúan cómo modelos a seguir para sus hijos, pudiendo promover o restringir las actividades de los niños, niñas y adolescentes.
En esta línea una encuesta aplicada a 100 jóvenes chilenos entre 13 y 18 años demostró que existe una relación entre el clima familiar deportivo y el nivel de actividad física: se relacionaría con un autoconcepto físico más elevado y con una mayor frecuencia en la realización de actividades físico-deportivas.
El estudio mostró también que la dimensión «apoyo» fue la que obtuvo correlaciones mayores. «Este hallazgo podría explicarse debido a que los padres que brindan un mayor apoyo no solo facilitan el acceso, sino que también favorecen e incrementan la participación de sus hijos en diferentes entornos y agentes sociales, brindando de este modo, mayor bienestar psicológico y social», complementa la experta. Esto, independiente del sexo del adolescente.
Los investigadores no encontraron asociaciones entre el nivel de escolaridad de los padres con el nivel de actividad física de sus hijos e hijas adolescentes. «Nuestros hallazgos se contraponen a los reportado previamente, en donde se ha documentado que el nivel educativo de los progenitores influye en que los niños puedan presentar o no obesidad y realizar ejercicio», comentó Concha-Cisternas.
La principal fortaleza de esta investigación, según el equipo, es que no se han reportado estudios similares a nivel nacional ni regional, por lo cual aporta nuevos antecedentes referentes a la importancia de los padres en la adquisición de hábitos y estilos de vida saludables de sus hijos e hijas.
Considerando la gran cantidad de efectos positivos que reporta la práctica física sobre la salud general de las personas de todas las edades, fomentarla en adolescentes a través de sus padres podría tener una influencia directa en el aumento del ejercicio, y con ello disminuir la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles atribuidas en gran medida a la inactividad física y conducta sedentaria, plantea el estudio.
«Por lo tanto, al igual que en otros contextos de la vida, el modelo parental es clave en la adquisición de acciones, conductas y comportamientos de sus hijos e hijas. Creemos que es de vital importancia mantener y/o favorecer este clima deportivo en los colegios», analiza la académica.
A futuro esperan incluir participantes en edades tempranas, ya que precisamente es durante la niñez que se establecen conductas y hábitos que perduran durante el ciclo vital. Además, sería interesante realizar un seguimiento objetivo de los niveles de actividad física de los niños y adolescentes a través de métodos precisos como el uso de dispositivos (acelerómetros) que reconocen la intensidad de la actividad realizada por el individuo durante el día.
Esta investigación corresponde a una tesis de pregrado desarrollada durante el periodo de cuarentena por Covid-19 por tres estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la Universidad Autónoma de Chile (Barbara Gómez Bernal, Estefany Pasten Ibáñez y Ayleen González Novoa) y su docente guía, que además de culminar con la aprobación de la tesis, terminó en la publicación del estudio en una revista internacional indexada a la corriente Scopus.