El resultado de un complejo proceso que incluye la formación, ascenso, evolución, emisión del magma y depósito de estos materiales, constituye un volcán. Este punto de la superficie terreste se encuentra en diferentes puntos del país ya que Chile es considerado “una tierra de volcanes”, pero a pesar de esto la volcanología es una rama de la geología que no cuenta con mucho financiamiento y son pocos y pocas quienes se dedican a su estudio. De esto conversamos con Susana Layala, investigadora posdoctoral del Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico Ckelar.
Creció desde pequeña rodeada de poca vegetación y grandes montañas, preguntándose cómo se formaban todos aquellos elementos que veía en su ciudad natal, Copiapó. Fue en la capital de la Región de Atacama que se decidió a estudiar una carrera que recién se abría en la universidad pública de la zona, Geología.
Hoy Susana Layana (33) es investigadora posdoctoral del Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico Ckelar y aún vive en el norte, pero en Antofagasta.
“En el norte la carrera de geología es muy minera. Cuando me di cuenta que no era así me empecé a entusiasmar por las cosas que no tenían que ver con minera, sobre todos los ramos, que tenían hidrogeología, geoquímica”, sostuvo la profesional.
Un profesor que trabajaba en el área la instó a trabajar su memoria y práctica en volcanología y durante ese proceso se dio cuenta que los volcanes era lo que más le gustaba. “Además, siempre tuve la idea de no salir y trabajar sino que continuar un posgrado”, comentó. Y en adelante el trabajo se le fue dando.
-¿Te encontraste con algún obstáculo por ser mujer o viviste alguna situación incómoda en relación con la cuestión de género?
-Siempre me fue bien en el colegio y nunca tuve problemas por ser mujer, ni de chica ni de grande. En ese sentido soy afortunada, nunca me tocó vivir machismo de parte de mis colegas, de hecho ahora soy la única mujer. Ahora también hago clases en la Universidad Católica del Norte y me di cuenta que los chicos más jóvenes vienen con otra mentalidad, nunca me sentí cuestionada como académica.
El instituto, formado hace poco, tiene como objetivo desarrollar distintas línea de investigación que converjan en una sinergía entre ellas. Según contó Layana, su trabajo “se puede enlazar con monitoreo volcánico, porque trabajo con desgasificación sísmica volcánica”.
“Mi área se enfoca en instalar instrumentos en los volcanes y luego estudiar y comprender cómo se están comportando. Ese va a ser mi rol en el instituto y con ello se quiere lograr un mejor entendimiento de los volcanes del norte”, explicó.
-¿Qué necesidades consideras que tiene el área de la volcanología en el país?
-Falta conocimiento, sobre todo en el norte de Chile. En lugares muy remotos, donde no hay hoteles ni cabañas, hay poblados pequeños que están en los alrededores de los volcanes. Y en este sentido, hay un vacío de investigación en muchos volcanes que se ubican en zonas así. La idea del instituto es partir de la base que sabemos muy poco de los volcanes, hay muchos que supuestamente están dormidos pero puede que estén activos, tenemos que partir de saber eso, es la base. Y mientras más gente haya formada en el área, es un bien para todos.
-¿Cuántos volcanes activos hay en Chile?
-No hay certeza de cuántos volcanes activos hay en Chile, el instrumental es costoso y el observatorio que se encarga de hacer eso los coloca estratégicamente en donde hay población que se pueda ver afectada y el impacto es más alto, pero eso no quita que haya volcanes donde quizá el riesgo sea más bajo pero son igual peligrosos, ese es el problema de los países que no tenemos recursos.
-¿Hay alguna relación entre el cambio climático y el funcionamiento de los volcanes?
-No se sabe mucho, no hay muchos estudios muy ligados a eso. Lo que sí se está viendo es que cuando los glaciares empiezan a retroceder muy rápido puede haber descompresión y eso gatilla, de cierta forma, aumenta la probabilidad de erupciones. Uno piensa que en el norte no hay nieve pero sí existen volcanes que tienen glaciares.
-Comentaste que hay un desconocimiento muy grande sobre los volcanes. ¿De qué manera crees que se podría avanzar hacia la socialización de ese conocimiento?
-Nosotros venimos desde hace años trabajando en volcanes primero como núcleo, después como un centro y ahora como instituto. Hemos hecho muchas ferias destinadas a todas las edades, niños, adultos. Hicimos Volcanología Para Todos, un ciclo de cortos donde con ejemplos caseros le enseñamos a los más pequeños haciendo que se sientan parte de su territorio.
Por último, la profesional de la tierra destacó que es necesario entender la volcanología no como una sub-área de la geología sino que “dentro de la volcanologia existen muchas áreas” y agregó asimismo que en Chile “se trabaja muy poco en todas ellas”.
“Mientras más conocimientos haya, mientras más gente se interese en esta área el estudio de los volcanes puede ser mucho más completo y se entiende que quizá no existen los recursos para monitorear todo pero que sí hay instituciones, como la nuestra, que se dedican a aportar al conocimiento. Pero, más allá de eso, efectivamente lo que falta es invertir en equipamiento y formar gente capacitada para que el conocimiento sea mayor”, cerró.